
Bloquean vecinos de la Gómez Sandoval por obra inconclusa
Oaxaca, Oax. 25 de marzo de 2013 (Quadratín).- Una jícama en rodajas con limón y sal eran las delicias de niños y niñas hace unos 35 años, la cáscara era devuelta a la tierra, es nutritiva, económica. Pero hoy los productos nuevos, sobre todo las golosinas favoritas de infantes, son chatarras que no nutren y generan basura, dijo Francisco Melchor ejidatario y productor del campo.
Aún no nos ha caído el veinte de lo que estamos haciendo con nuestro planeta, dijo al criticar que en el pasado los productos eran más duraderos y con mejor calidad, ahora son productos con una vida corta, generando una gran cantidad de energía para el proceso de su elaboración y un gran derroche de elementos tóxicos y basura. Y ya no hablo sólo de golosinas y alimentos, la tendencia es general.
Al exhortar sobre la gran cantidad de productos que contienen sustancias nocivas para la capa de ozono, explicó que es momento de reflexionar sobre el cuidado que se debe tener al momento de manejar productos altamente contaminantes para el ambiente.
Vivimos en una sociedad totalmente consumista donde cada vez los productos son diseñados para una vida breve y ser sustituidos rápidamente, estamos marcados por la innovación.
El tema de los químicos fertilizantes que se ocupan hoy en día, -cuenta- hablar de contaminación, es hablar también de tiempos, antes los campesinos preferían ocupar los rayos lunares para la preparación de su siembra, hoy los grandes terrenos de sembradío ocupan fertilizantes que cada vez van opacando más la vida de la tierra para la siembra.
La idea no es estar en contra de las nuevas tecnologías ni nuevos productos porque a veces el mismo tiempo te lleva y hay que agarrarle el ritmo del crecimiento, pero hay que saber cómo hacerlo, cómo ocupar ciertos productos, porque a la larga puede traer consecuencias, sino se vuelven con los métodos tradicionales, más naturales.
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