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Bloquean vecinos de la Gómez Sandoval por obra inconclusa
Oaxaca, Oax. 24 de mayo de 2013 (Quadratín).- Una acostumbrada asamblea, con protestas al estilo del PRD, se presagiaba este viernes. Aunque al final, la magnitud fue desproporcionada. Era el Sexto Pleno Extraordinario del VII Consejo Estatal del sol azteca.
Citada a las diez de la mañana, el salón rentado se encontraba vacío a esa hora; poco a poco fueron llegando los consejeros, que charlaban en el patio del exterior del hotel Misión de los Ángeles, al norte del Centro Histórico de la capital.
A eso de las 11:00 arribó un grupo de pobladores de Tlacolula, que exigían a su dirigente Rey Morales Sánchez defendiera la propuesta de un candidato perredista para la presidencia municipal, Heliodoro Morales, y no un panista.
Cerca de las 12:00 horas llegó otro contingente, éste de Santa María Huatulco, que reclamaba al secretario general, Raymundo Carmona, la imposición de Rodolfo Barragán como candidato a la presidencia de ese municipio, y exigían que el abanderado fuera Darío Pacheco.
Les damos ocho minutos para que nos atiendan, si no, tomamos el salón, alertaron, mientras al interior se corrió la voz de comenzar a desalojar el lugar ante un eventual choque.
Transcurrido el plazo, los perredistas costeños arremetieron hacia el acceso principal, mientras que del interior, un grupo armado, presuntamente elementos de seguridad contratados por Carmona Laredo, les hicieron frente a golpes y empujones.
Fue entonces que al comenzar a ser rebasados, uno de los presuntos guaruras sacó un arma e hizo dos disparos al aire. Y sus acompañantes hicieron lo mismo; dos individuos más desenfundaron y se armó la balacera. Al menos 20 tiros con armas de distinto calibre tronaron a eso de las 12:10 horas. Y en seguida otro guardia sacó de entre sus ropas un tubo de gas lacrimógeno para dispersar a la multitud.
¡Malditos, malditos!, ¡sólo así pueden resolver los problemas!, comenzaron los gritos. Angustias, llamados de desesperación, en el patio del hotel. Los heridos pedían auxilio.
Tras la retirada unos metros de la puerta por parte de los manifestantes ante la agresión armada, los guardias aprovecharon y atrincheraron con silla el acceso, cuyas puertas de cristal ya habían sucumbido.
En el interior, unos 10 minutos de espera; en seguida, trabajadores del hotel llegaron para abrir una salida de emergencia y conducir a los agresores y otras personas encerradas en el lugar, entre ellos tres periodistas.
La huida, por la puerta trasera, hasta la calle de Netzahualcóyotl. Aunque no fueron lejos pues elementos policiales les dieron alcance y efectuaron las detenciones.
En el hotel, ambulancias, patrullas, gritos de dolor. ¡Pinches cabrones! ¡Sólo así pueden!. El caos vial y un impresionante dispositivo de seguridad. Para otra ocasión quedó la sesión del consejo.
Foto cortesía: Ismael García