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San Antonio del Barrio, Oax., 22 de julio de 2009 (Quadratín).- La comunidad agraria de San Antonio del Barrio está fundada sobre una orografía accidentada en la región de la Chinantla Media, la cual está conformada por distintos sistemas de vegetación de bosque mesófilo de montaña o de niebla y por selva mediana, sus habitantes muestran una fuerte identidad étnica y riqueza cultural al utilizar su lengua materna como principal forma de comunicación y transmisión de conocimientos y saberes.
Durante largo tiempo, los pobladores de San Antonio del Barrio han resguardado y vigilado la riqueza natural que habita en sus selvas y bosques. Está riqueza natural ha despertado el interés de investigadores y biólogos para documentar, desde los inicios de 1980, las especies en peligro de extinción, así como desarrollar proyectos que han favorecido y enriquecido la vida cultural de la comunidad.
Actualmente se conocen 198 especies de vertebrados terrestres, el grupo más representado es el de las aves, hasta la fecha se tienen registradas 167 especies, muchas de ellas migratorias. Se conoce poco del grupo de los artrópodos, peces continentales y crustáceos, actualmente se están realizando trabajos de investigación en coordinación con el Comité de Recursos Naturales de la Chinantla Alta (CORENCHI) y las comunidades que la integran bajo la asesoría de la Geoconservaciòn AC para el estudio y conservación de la flora y fauna.
La iniciativa de construir un Centro Cultural Ambiental en la comunidad de San Antonio del Barrio, surgió del interés y trabajo comunitario, así como del hallazgo arqueológico de una tumba prehispánica localizada en la ladera del cerro del Zacate, en donde se encontraron piezas prehispánicas del periodo posclásico.
La inauguración de un recinto cultural de este tipo constituye la cristalización de un proceso paulatino de vinculación de la comunidad con el conocimiento y manejo de su patrimonio, motivando con este proyecto una mayor organización comunitaria y una revaloración de su cultura y de sus orígenes. Se pretende que este recinto cultural se fortalezca para llegar a conformarse como museo comunitario, y con ello, al igual que diversos museos comunitarios en el país, pueda mantener un modelo de incorporación activa de las comunidades en las tareas de investigación, conservación y difusión de su propio patrimonio cultural, despertando gran interés en los especialistas dedicados a la creación y funcionamiento de los museos.
Es importante señalar que a diferencia de los museos institucionales públicos o privados, en donde la selección de los temas es definitiva, en los comunitarios se presentan unidades museográficas que no necesariamente contienen una secuencia cronológica o temática. Pueden surgir tópicos tan diversos como arqueología, medicina tradicional, diversidad natural, artesanías, costumbres, la historia de un pueblo o la de un problema vigente sobre un deslinde de tierras entre dos pueblos vecinos. El acento está puesto en la capacidad de responder a las necesidades de conocimiento colectivas.
Visto de esa manera, el museo comunitario no sólo es el recinto que alberga objetos del pasado: también es un espejo donde cada uno de los miembros de la comunidad puede mirarse como generador y portador de cultura y asumir una actitud activa frente al presente y, por supuesto, al futuro: lo que quiere cambiar, lo que desea conservar y respecto de las transformaciones impuestas desde el exterior.
Mientras que el refugio ambiental o cabaña será una oportunidad para los amantes de la naturaleza y estudiosos de la biodiversidad y de la cultura Chinanteca de conocer este pueblo pintoresco; que se une al de Santiago Tlatepusco que será inaugurado en los próximos días y al de Santa Cruz Tepetotutla localidad situada en el municipio de San Felipe Usila inaugurado el año pasado. Con lo que el avance del proyecto integral de turismo indígena de la cuenca del Río Perfume y Santiago se encuentra ya en tres de las seis comunidades que componen este proyecto coordinado por la CORENCHI y las asambleas y autoridades de cada comunidad y asesorado por Geoconservación AC y financiado por la CDI y la CONAFOR.