Yucatán y el país
Oaxaca, Oax. 16 de enero de 2011 (Quadratín).- ¿Qué tenía que hacer el secretario de seguridad pública, Marco Tulio López, en la manifestación del día de ayer cuando los profesores se estaban confrontando con los integrantes del Estado Mayor Presidencial? Nada.
¿Dónde estaban los responsables de la operación política del gobernador Cué, para hablar con los líderes de la sección 22? Nadie sabe.
Marco Tulio, lo he dicho, es uno de los funcionarios mejor preparados con los que cuenta el estado de Oaxaca. Los lineamientos en materia de operación policial señalan que los responsables de la seguridad pública estatal o federal, deberán actuar después de que se agote el diálogo político, diálogo que tenían que haber establecido desde semanas atrás, desde el momento mismo en que se confirmó la visita del presidente Calderón, los responsables de la política interior del estado.
De ahí que nada tenía que hacer el secretario de seguridad pública, sobre todo, porque la operación en torno a la figura presidencial recae en el Estado mayor Presidencial y en los cuerpos federales; pero de nueva cuenta, tampoco ellos tienen la obligación de establecer diálogos políticos con los grupos que se manifiestan para expresar su rechazo a las políticas del presidente de la república en turno.
Lo sucedido este martes deja muy mal al Gobernador, lastima lamentablemente la imagen de Oaxaca y acrecienta la ya de por sí muy mala fama de los mentores oaxaqueños, a quienes en mucho respeto y aprecio, a pesar de que no comparto las acciones que históricamente han realizado en aras de la democratización de la vida sindical.
¿Cuántas reuniones, llamadas o intercambios de opinión se dieron entre el magisterio y los operadores políticos de Gabino previos a la llegada del Presidente de la república? Nadie sabe.
¿Quién o quiénes eran los encargados de hablar con el magisterio si previamente conocían de sus intenciones de expresarse ante el presidente, sobre todo cuando ya se había hecho del conocimiento de la opinión pública el declarar non grato al visitante?
¿Quién o quiénes fallaron y le fallaron al gobernador?, ¿Quién o quiénes a sabiendas de su imposibilidad para dialogar con el magisterio no buscaron los canales o a los interlocutores para alcanzar mínimos acuerdos?
No falló el secretario de seguridad pública, se equivocó más bien en su pretensión de establecer el diálogo con los mentores oaxaqueños, porque seguramente no había ningún funcionario del estado hablando con ellos.
Se puso en riesgo la integridad física del responsable de la seguridad estatal, no tenía motivos para salir a dialogar con ellos, no era su función ni su responsabilidad.
Ahora pagará su novatez, pues el magisterio reclama su cabeza, cuando quienes hemos estado en áreas de seguridad pública sabemos que no tiene ninguna responsabilidad en la decisión de que los maestros fueran atacados con gases lacrimógenos.
Frente al riesgo de que la movilización magisterial sea aprovechada por los muchos adversarios al régimen, es urgente que el gobernador asuma de manera personal el diálogo con el sindicato, que valore políticamente la pertinencia de una excusa pública, a la que también tendrían que sumarse los líderes de la sección 22; pues las cabezas que piden para restablecer el diálogo son las de los funcionarios que ellos mismos ya habían rechazado. El trasfondo todos lo conocemos.
A nadie, ni a los propios funcionarios del gobierno de Gabino Cué les conviene seguir con las pugnas internas. Las pugnas que a menos de cien días de gobierno han lastimado la imagen del gobernador y puesto en un riesgo innecesario la gobernabilidad de la entidad.
Hoy tenemos marchas, bloqueos, pintas, las imágenes que en el 2006 marcaron la debacle del gobierno de Ulises, esperemos que Gabino no se aferre y encuentre pronto las salidas para negociar con aquella a quien le guarda el favor para tener ocupada la segunda posición más importante en su gabinete.
El riesgo latente es que otros grupos y actores aprovechen las marchas del magisterio para continuar con la confrontación política, de ahí que Gabino debe asumir directamente el control de la situación.