
El Parkinson: más allá del temblor
Oaxaca, Oax, 30 de mayo del 2011 (Quadratín).- He leído detenidamente el artículo publicado por el muy estimado profesor Cipriano Flores Cruz, exfuncionario público de dos regímenes priistas, José Murat Casab (sinónimo de la corrupción pública) y Ulises Ruiz Ortíz (sinónimo de lo mismo).
Político serrano y sin duda alguna, un oaxaqueño que desde su época de profesor en el antiguo ICAP, le eran ya reconocidas sus conocimientos electorales y su sólida preparación académica adquirida en las aulas de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, Flores Cruz, es un apasionado de la ciencia política y la sociología.
Con Cipriano Flores Cruz fui fundador del Colegio de Ciencias Políticas y Sociales de Oaxaca en 1998, el año pasado al calor del proceso electoral se dieron a conocer las estrategias que desde su oficina se diseñaron para que el tristemente célebre excandidado a gobernador y hoy dirigente del PRI se alzara con el triunfo.
Sirvió a los intereses de José Murat y después a los de Ulises Ruiz, de esta última administración me supongo están pendientes las investigaciones de las denuncias presentadas por la Coalición Unidos por la Paz y el Progreso por el probable desvío de recursos para ponerlos al servicio del PRI y de su candidato.
Hoy en un artículo publicado en este mismo medio se suma a las voces y a las plumas de quienes disienten del actual gobierno, o más bien de quienes integran el gobierno recurriendo a autores de la ciencia política y la sociología para reafirmar sus dichos.
Tiene razón cuando afirma que en el proceso de transición el nuevo gobierno tiene que llegar a pactos y acuerdos, que el pueblo comienza a cansarse por lo que llama errores de quienes acompañan al gobernador en su administración y de lo que algunos han llamado gobierno de cuates y de cuotas.
Pero ¿En el gobierno de Ulises Ruiz al que él sirvió no estaba también integrado por cuates? ¿el gobierno de José Murat no estuvo también integrado por cuates y cuotas? O ¿su arribo al IEEM no se dio precisamente por su cercanía y pertenencia al PRI?
Es cierto que en estos primeros meses la percepción sobre el gobierno de Gabino Cué a nivel local y nacional se ha dañado a partir de una serie de eventos que mucho tienen que ver por los intereses políticos que representan precisamente al antiguo régimen al que sirvió y un poco por el mal manejo en los medios de comunicación nacionales y locales, producto de la inexperiencia de los responsables.
Pero no es fácil y lo sabe muy bien el maestro Cipriano Flores trastocar viejas estructuras de poder asentadas, protegidas y en muchos casos solventados desde el poder mismo. Los cacicazgos locales que han vivido de su relación con el poder y con el viejo sistema, son los que hoy buscan generar un clima político de incertidumbre en torno a quien gobierna.
Max Weber escribe el staff administrativo de un líder carismático no está conformado por titulares de cargos, y menos aún forman parte de él personas técnicamente preparadas; pero el líder, en este caso, quien gobierna está en libertad de elegir a quienes lo acompañen en el ejercicio de gobierno.
Un gobierno de transición enfrentará todavía más retos y obstáculos. Uno de ellos es el de decidir en qué momento, en aras de seguir generando condiciones de gobernabilidad, opte por presentar públicamente, con las pruebas en la mano, a los responsables de haber saqueado a Oaxaca, a exfuncionarios públicos que se enriquecieron al amparo del poder y que hoy se pasean intranquilos por las calles del estado y otros amparados en el fuero que les otorga su condición de legisladores.
El gobierno de Gabino Cué por lo que se ve a la distancia optó, a pesar del alto grado de legitimidad que el pueblo oaxaqueño le otorgó, por revisar la casa, por no confrontarse con el PRI y sus viejas y arcaicas estructuras de poder político, quizás esté pagando el coste político de no haber optado por ejercer acción penal, como el propio pueblo exigía, en contra de un gobierno, un exgobernador y exfuncionarios públicos que se sirvieron de sus cargos.
La experiencia de gobierno, como bien dice el profesor Flores Cruz, muchos no la tienen, pero tampoco la tenían y eso no es excusa para no gobernar bien, los priistas que en los últimos dos sexenios particularmente, amasaron fortunas y arrasaron con las arcas del gobierno de Oaxaca.
Hoy al calor del paro de los maestros de la Sección XXII, se coloca a Oaxaca y a su gobierno como incapaz de resolver las demandas planteadas; pero es importante decirlo, las arcas del gobierno oaxaqueño fueron saqueadas estos últimos años, la deuda que le heredaron al gobierno están haciendo merma en la capacidad financiera para ofrecer más de lo que las propias finanzas permiten y eso lo saben muy quienes critican el esfuerzo de un gobierno que apenas inicia.
Foto: Archivo