La Constitución de 1854 y la crisis de México
Oaxaca, Oax. 13 de mayo de 2010 (Quadratín).- En su excelente libro El arte de callar, escrito en 1771, el abate Dinouart escribió sobre los diferentes tipos de silencio: El silencio político es el de un hombre prudente que se reserva y se comporta con circunspección, que jamás se abre del todo, que no dice todo lo que piensa, que no siempre explica su conducta y sus designios; que sin traicionar los derechos de la verdad, no siempre responde claramente, para no dejarse descubrir.
Escribió también que, sólo se debe dejar de callar cuando se tiene algo qué decir, más valioso que el silencio y que en líneas generales, se arriesga menos callando que hablando.
Seguramente el candidato del PRI-PVEM a gobernador Eviel Pérez Magaña o sus asesores leyeron en la licenciatura o en sus estudios de posgrado este excelente texto, que nunca termina uno de releer.
Y lo anterior viene a colación a partir del temor fundado que el candidato del PRI-PVEM está mostrando al negarse a aceptar la propuesta del candidato de la coalición PRD-PAN-PT-Convergencia, Gabino Cué a debatir sobre diferentes temas de lo que se constituye en sus respectivas plataformas de gobierno.
No cabe duda que el candidato del PRI, su coordinador de campaña (me refiero al gobernador) y el grupo que este le impuso para manejar sus recorridos han medido muy bien que la inexperiencia política, la inseguridad y la falta de argumentos de su candidato lo harían más que vulnerable frente a Gabino Cué.
No cabe duda que en Oaxaca estamos todavía muy lejos de transitar a los procesos de discusión democrática y mucho muy alejados de lo que el próximo 20 de mayo se vivirá en Navarra, España, cuando a través del Twitter se celebre el primer debate online entre dos políticos de la historia española.
El presidente del Partido Popular en Navarra, Santiago Cervera, y su homólogo en el PSOE navarro, Roberto Jiménez, serán los encargados de estrenar la Red como arena política.
Y en el caso de Oaxaca la arena política que está en disputa obliga a los candidatos a construir la democracia a través del debate de las ideas. En este sentido adquiere relevancia el interés de los ciudadanos por conocer lo que cada uno de los candidatos propone, y eso no se logra únicamente en los mítines o en las grandes concentraciones públicas.
Lo que necesitamos en el caso de Oaxaca es conocer los resultados de una discusión política cara a cara. ¿Por qué rehuir al debate político si se presupone que como candidato se cuenta con una plataforma, un programa y un proyecto?, ¿Por qué temer al debate si se presume que con su programa y su plataforma se busca transformar Oaxaca?
De ahí que desde los medios de comunicación, desde las organizaciones de la sociedad civil, de los partidos políticos, de las redes sociales se impulse el debate entre los candidatos a la gubernatura.
Si se quiere transformar Oaxaca, comencemos ya el impulso de la necesaria transformación democrática. La transformación pasa por el debate.
Todos los analistas han coincidido en que AMLO perdió la presidencia por su temor a asistir al primer debate entre los candidatos presidenciales, esperemos que Eviel Pérez Magaña no se arrepienta de haber rechazado por temor o por prudencia aceptar la invitación de Gabino Cué a debatir públicamente sus propuestas de gobierno.
Debate sí, ese debería ser el slogan de la campaña de quien lo propuso, de ciudadanos en sus carros, de los locutores, de los medios de comunicación, de los twitteros, de los políticos, de los partidos, de sus dirigentes. Debate sí.