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De la misma manada
Oaxaca, Oax., 14 de noviembre de 2011 (Quadratín).- Casi doce meses de los setenta y dos que dura un sexenio transcurrieron muy pronto.
El tiempo vuela y el tiempo político vuela mucho más rápido. Ya pasó el período de aprendizaje para los noveles servidores públicos que arribaron al poder a partir del primero de diciembre.
Si analizamos la lógica discursiva del tan cacareado gobierno ciudadano, ésta se centra en los importantes cambios de transformación constitucional e institucional a partir de las reformas aprobadas por el Congreso Local para darle a Oaxaca un nuevo entramado constitucional. ¿Y?
Pero y todo esto llenó las expectativas de los oaxaqueños que apostaron por el cambio, para erradicar las funestas prácticas del ejercicio del poder que durante más de ochenta años gobernó Oaxaca? No, porque muchos de los actuales servidores públicos pertenecieron y formaron parte en diversos momentos y circunstancias, de los últimos cuatro gobiernos que no escatimaron en enriquecerse de los miles de millones de pesos que se destinaron a nuestra entidad. No tiene caso decir nombres, la propia opinión pública los conoce, los ha señalado y los descalificó en su momento. Pero ahí están participando del gobierno ciudadano.
De ahí que el próximo martes, cuando el primer gobernador ciudadano como lo llaman algunos parias radicados en la entidad, presente su primer informe de gobierno, los oaxaqueños esperaremos conocer todas y cada una de las acciones que la actual administración se trazó para dar respuesta a las demandas ciudadanas que más de ochocientos mil oaxaqueños, los que apostaron por el cambio y los que no también, confiaron en su gobernador.
Por supuesto, que un año es muy poco tiempo para observar los resultados de un gobierno, y más en un estado como el nuestro donde los rezagos en materia de infraestructura carretera, de política educativa, social, de generación de empleos y estabilidad política deriva de los gobiernos corruptos y poco comprometidos que tuvieron oportunidad de conducir los destinos del estado.
Una revisión profunda de las noticias del gobierno del cambio en los medios nacionales y estatales no resulta benéfica, ganan lamentablemente las noticias negativas que seguramente lo tienen medido, impacta en la figura del actual gobernador y en las expectativas de lo que esperaban los oaxaqueños de su gobierno.
El año del que recibiremos el informe destaca por la ingobernabilidad de la entidad, las calles tomadas, el tránsito afectado, escaza inversión, disminución del turismo nacional y extranjero, creciente desempleo e inseguridad, movilizaciones, uso de la fuerza pública en contra del magisterio, de pueblos indígenas y organizaciones sociales.
Oaxaca vive de la burocracia, de lo que el gobierno genere en materia de inversión pública, pues la privada lamentablemente escasea, por no decir, que es inexistente, de ahí que muchos pequeños comerciantes se quejaban de manera reiterada de que los recursos asignados a la entidad no se estuviesen ejerciendo, seguramente obedecían a una lógica de ahorro para enfrentar los intereses que generan las deudas que nos dejó el gobierno de Ulises Ruiz.
Las noticias negativas y que afectaron la imagen de Gabino Cué en su momento, tuvieron que ver también con funcionarios públicos mentirosos, ineficaces, que ni siquiera concluyeron los estudios que la propia normatividad les exigía, normatividad impuesta por el propio gobierno del cambio.
El desorden político generado por este proceso de aprendizaje vulneró la confianza de los oaxaqueños en su gobierno. Esperemos que a los sesenta meses que le restan al gobierno actual, el rumbo se corrija por como dice el slogan publicitado, El Bienestar de los Oaxaqueños.
Así que esperemos que los próximos doce meses sean más productivos y rentables que el que termina. Demanda urgente pues el gobierno se ha perdido en el marasmo de las disputas internas que existen entre funcionarios públicos de diversos partidos, de intrigas palaciegas, de abuso de confianza de la estima y responsabilidades que el propio gobernador ha depositado en sus más cercanos.
Por el bien de Oaxaca, esperemos que el próximo año, en el informe que nos presenten encontremos un pueblo que reconozca lo realizado por su gobierno.