Dos meses de huelga, miles de asuntos pendientes
Oaxaca, Oax. 17 de mayo de 2010 (Quadratín).- El proceso electoral del 2010 definirá el rumbo de Oaxaca por los próximos 12 años. Los seis del gobierno de Gabino Cué y los seis más del siguiente gobernador que, sin duda alguna, será un candidato que surgirá de cualquiera de los otros partidos ya sin la prefiguración de la alianza actual.
Frente al escenario de un triunfo contundente del abanderado de la coalición vale la pena hacerse la pregunta que cientos si no es que miles de militantes del PRD se están haciendo en todo el estado; ¿cuál es el papel que el PRD, pero particularmente sus dirigentes están jugando en el actual proceso electoral?
¿Dónde están nuestros dirigentes? ¿Qué están haciendo para ayudar a los candidatos a diputados locales y presidentes municipales de la coalición y contribuir al triunfo de Gabino Cué?
Esa es la pregunta que muchos militantes del PRD se hacen y esta es la repuesta que muchos de ellos en sus acaloradas tertulias dan a quienes desean escucharlos, sobre todo, porque la militancia, la de carne y hueso, la que trabaja sin esperar nada a cambio, la que aun le guarda fe al partido que ha dado más de 800 muertos en estos 21 años de vida; los militantes que confían en que el partido nació para disputar el poder, ejercerlo y desde su ejercicio mejorar las condiciones de vida del pueblo mexicano; esa militancia y esos militantes están convencidos que sus dirigentes, esos que coparon la estructura partidaria están protegiendo sus intereses, el de seguir manteniendo el control del partido en mutuo acuerdo con el gobernador en turno para seguir recibiendo las migajas que desde el poder les brindan, todo con el fin de disminuir las posibilidades reales de un triunfo por demás contundente del candidato de la coalición.
Hoy en aras de servirle al gobernador en turno regatean el apoyo político de la estructura formal de los dirigentes a los candidatos; en aras de ganar seis espacios, protegen sus intereses validando candidaturas familiares sin ningún trabajo, sin ninguna formación, mucho menos sin un eco entre los ciudadanos que les permitan depositar un voto en su favor.
En aras de mantener el control partidario han dejado que transcurran más de dos meses para decidir las candidaturas a diputados locales y presidentes municipales mientras los candidatos del PRI como humedales se han ido posicionando en los distritos locales y en los municipios más importantes.
En aras de seguir sirviendo al gobernador en turno y equivocadamente al que consideran se convertirá en su sucesor, los dirigentes han dejado pasar más de dos meses en discusiones estériles, en ires y venires a la Ciudad de México, en diálogos y más diálogos, mesas y más mesas, cientos de tazas de café, haciendo creer a los integrantes de la coalición electoral que están verdaderamente preocupados por los resultados de la elección, cuando su verdadero interés es dejar que el PRI y sus candidatos se posiciones, avancen, penetren y construyan la percepción de que el candidato transformer, por aquello de la transformación, ganará la gubernatura.
En aras de seguir ejerciendo el control y a pesar de que las encuestas señalan un claro triunfo de Gabino Cué los dirigentes siguen entrampados a propósito en un diálogo inútil acordando supuestamente quiénes serán sus candidatos, cuando desde hace dos meses conocen los nombres y posibilidades de triunfo de cada uno de ellos.
Pero lo más interesante de todo este entramado político-electoral en el que los dirigentes formales han metido al PRD, es el interés de la verdadera militancia perredista de confiar en el triunfo de Gabino Cué y caminar con él, centrando sus esfuerzos en la promoción del voto, rebasando por mucho la parálisis cerebral y política de sus dirigentes.
La militancia perredista en Oaxaca, la que aun confía en su partido y confía en Gabino Cué está caminando con la coalición pese a esa parálisis, insertándose en la estructura electoral de los otros partidos que integran la coalición, todo con el afán de coadyuvar al triunfo de Gabino Cué, al que saben hoy que se ha convertido en el líder del movimiento por la democracia, por la paz y el progreso de Oaxaca.
La militancia perredista está caminando, construyendo y disputando cada espacio político al PRI, pues saben que esta es la última oportunidad para construir un gobierno democrático en Oaxaca.
Los militantes saben que este es un momento histórico y que a pesar de las decisiones equivocadas que sus dirigentes han tomado, ellos están dispuestos a darle certeza, rumbo y direccionalidad a la campaña de Gabino Cué, de sus candidatos a diputados y de presidentes municipales. Este es el momento de que la militancia perredista saque la casta, ellos lo saben y es lo que están haciendo a pesar de los múltiples obstáculos, presiones y chantajes que la política primitiva les quiere imponer.