
Déjate las drogas… ¡aguas con las gusgueras!
Oaxaca, Oax. 23 de octubre de 2010 (Quadratín).- Los recientes crímenes políticos de dos importantes dirigentes sociales en Oaxaca constituyen un signo de alerta para el gobierno que iniciara funciones en aproximadamente treinta y siete días. Son síntomas claros de que se pretende generar un clima de violencia política que dificulte el ya de por si terso proceso de transición gubernamental.
A los obstáculos que el aun gobernador de Oaxaca ha puesto para que el equipo del gobernador electo Cué Monteagudo pudiera diseñar una ruta para la entrega-recepción se suman estos lamentables acontecimientos políticos que dañan la endeble gobernabilidad del estado, ponen a Oaxaca en las notas rojas y generarán un clima de inestabilidad social y política en dos regiones que no se caracterizan precisamente por ser apacibles, la región triqui y la Cuenca del Papaloapan.
Sin tratar de buscar explicaciones o lanzar aveturadas hipótesis por la muerte de quien durante casi 40 años mantuvo el control social y político de la región triqui y particularmente del MULT y de su formación institucional, el PUP, el asesinato de Heriberto Pazos abre una nueva herida en la zona y cobrara viejas facturas entre las organizaciones sociales que se disputan el control de la región, por lo que en el equipo de transición seguramente estos últimos acontecimientos deberán ser revisados por las dos áreas responsables del nuevo gobierno, la política y la de justicia. En esos dos ámbitos deberán analizarse las consecuencias que para el nuevo gobierno tendrán estos crímenes políticos, en tanto que sería imposible imaginar que el gobierno saliente pudiera resolverlo o dar con los responsables intelectuales y materiales de tales hechos.
Lo que se observa es que hay intereses políticos perversos que quieren generar un clima de violencia generalizada, de ingobernabilidad política y social para seguir poniendo obstáculos al nuevo equipo gobernante.
A quien o a quienes conviene generar dicho clima de violencia? Hay muchos que querrán dificultar el camino del nuevo gobierno, intereses políticos que buscan que en la antesala de las elecciones del Estado de México y la presidencial del 2012, quede en el subconsciente colectivo que las alianzas electorales y quienes de ahí resultaron triunfadores no tienen la capacidad de gobernar.
La apuesta es que las alianzas y su gobierno fracasen, la apuesta del nuevo equipo sera demostrar todo lo contrario.