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IXTAPALUCA, Edomex., 16 de octubre de 2014.- Raúl murió en el hospital de tercer nivel de especialidades Pedro López, en Ixtapaluca, tras un accidente la madrugada del miércoles 15 de octubre que le dejó una lesión craneoencefálica, pero gracias a que contaba con su gafete de donador de órganos voluntario, su familia aceptó que su corazón, riñones, hígado, córneas y tejidos salvaran otras vidas.
Todo inició la madrugada del miércoles, cuando Raúl Benítez fue llevado de emergencia al hospital de Ixtapaluca por la grave lesión que llevaba; sin embargo, pese a que los médicos lucharon por salvarle la vida, no fue posible.
El paciente tenía entre sus pertenencias su gafete de donador voluntario de órganos y los médicos consultaron con la familia para su autorización, ya que con su donación se podían salvar al menos cinco vidas.
Los familiares de Raúl Benítez se reunieron y decidieron que si él había tenido la voluntad de ser donador, que se cumpliera su último deseo. Con la autorización de la familia, los médicos del hospital Pedro López extrajeron los órganos y se estableció un operativo con la policía municipal y bomberos para el traslado de los pacientes que estaban en lista de espera de órganos.
A las 13:15 horas de este miércoles llegó al hospital un helicóptero Cóndor del Estado de México, con número económico KC-ERA, en el que fue trasladado el corazón al hospital La Raza, para salvar una vida, informó la policía local.
Los órganos de Raúl salvarán otras vidas y ese es el consuelo que le quedó a su familia, porque se cumplió su última y noble voluntad.