Bloquean vecinos de la Gómez Sandoval por obra inconclusa
OAXACA, Oax. 6 de junio de 2014 (Quadratín).-La Delegación de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) en la entidad reconoció que en Oaxaca es urgente redoblar los esfuerzos por parte de los empresarios con relación al cuidado ambiental.
Durante la entrega del Certificado de Calidad Ambiental al aeropuerto de Oaxaca de Juárez, el titular del organismo, Nereo García García admitió que el desempeño ambiental de varias empresas locales es negativo por lo que los retos actuales y los que plantea la transformación de cualquier empresa, obligan a redoblar esfuerzos para hacerlas más limpias, eficientes, seguras y responsables.
Informó que existe un incremento en las emisiones a la atmósfera por parte de empresas locales debido a que no participan en los programas de auditoría ambiental.
En su oportunidad, el administrador del aeropuerto internacional “Benito Juárez”, Antonio Javier Martínez Vásquez destacó que por sexto año consecutivo la terminal aérea le es ratificado su certificado de calidad ambiental de empresa limpia.
Recordó que desde hace 13 años el aeropuerto cumple con la certificación ambiental, luego de que en 1998 ingresara al programa de auditorías ambientales del gobierno federal.
“Somos un aeropuerto donde hay gente consciente y comprometida con el medio ambiente, el aeropuerto es la primer puerta de entrada a Oaxaca que cruzan los turistas y empresarios y que importante es ofrecer un primer contacto con un espacio limpio y con calidad ambiental”, expresó.
Explicó que desde hace 13 años el aeropuerto inició una serie de acciones tendientes a cuidar el medio ambiente.
“Cuidamos que el suelo y subsuelo no se contaminen, en el agua se ha disminuido el volumen de uso del líquido en 30 por ciento gracias a que contamos con nuestra plata tratadora de aguas residuales y el agua tratada se emplea para el riego de jardines”, indicó.
Dijo que en materia de residuos cada tres o cuatro días pasa el camión de basura y no se llena, “tenemos un programa de reciclado, una lombricomposta que funciona desde 2008 y se hace abono orgánico que se emplea en jardines y macetas y una parte se dona a escuelas”.