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OAXACA, Oax. 8 de enero de 2014 (Quadratín).-Durante la temporada de frío nuestro cuerpo debe ajustarse a las temperaturas bajas y a la falta de sol, y una forma de ayudarle es mediante alimentación balanceada que le proporcione las calorías y nutrientes que necesita.
Así, disponemos de alimentos con mayor contenido calórico, como legumbres, papas o camote, que nos permiten acumular energía para mantener el calor corporal.
También es fácil encontrar frutas y verduras cuya característica principal es contar con nutrientes que mejoran nuestras defensas.
La coordinadora delegacional de Nutrición, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Rocío Guadalupe Espinosa Castro, advierte lo anterior y precisa que, por si esto fuera poco, consumir alimentos de temporada también resulta conveniente porque su calidad es mayor, ya que se encuentran más frescos, sin olvidar que suelen ser más económicos y fáciles de conseguir.
Se puede empezar el día con zumo de naranja o limón y tomar al menos dos piezas más de fruta fresca a lo largo del día.
Además de una proporción de vitaminas, fibra y antioxidantes, ayudarán a contrarrestar el aumento de grasas e hidratos que el cuerpo pide en invierno. Incluir naranjas, mandarinas, pomelos, kiwi, piña, mango, papaya, chirimoya, plátanos, etc.
Los frutos secos, es la mejor época del año para comerlos, ya que el cuerpo necesita más energía para mantener la temperatura corporal y contienen vitaminas y grasas saludables.
Tomar un puñadito entre horas o cuando necesites un extra de energía.
Incluirlos en el desayuno ayuda a mantener la energía para gran parte del día, además de agregar, nueces, avellanas, almendras, dátiles, pasas, etc.
Las verduras, dijo la especialista del IMSS, tienen grandes propiedades contra los resfriados y enfermedades respiratorias.
Su contenido en vitamina A es esencial para mantener sana la piel y las mucosas. Se deben tomar a diario, crudas o ligeramente cocinadas.
A la cesta acelgas, espinacas, calabaza, col, coliflor, champiñones, habas, alcachofas o berros. No deben faltar zanahorias (ricas en beta carotenos), ajos (el antibiótico natural) y brócoli (rico en hierro y vitamina C).
En cuanto a legumbres, son los alimentos estrella en invierno, cuando el cuerpo necesita platos calientes y energéticos.
Cocinadas sin grasa te aportan mucha fibra y pocas calorías. Se deben tomar al menos dos veces por semana. Incluir en el menú.
Garbanzos, frijol blanco y negro, habas o lentejas, indicó Espinosa Castro y aconsejó no olvidar los cereales de preferencia integrales y con poca elaboración. Aportan fibra y energía que el cuerpo necesita para afrontar el día.
Con leche en el desayuno, o en forma de galletas integrales son un extra nutricional que el organismo agradecerá.
Agregar a la lista cereales y galletas integrales, salvado y germen de trigo y avena.
El Pescado, hay que comerlo entre tres y cuatro veces a la semana, contiene grasas
cardio saludables -Omega tres y Omega seis-, proteínas, calcio y pocas calorías. Fresco, congelado o en conserva es siempre una opción excelente.
Ejemplos: Atún, sardinas, boquerones, salmón, merluza, mariscos, moluscos, etc., señaló la nutrióloga del IMSS.
Con el frío de esta época, el cuerpo pide alimentos más energéticos.
Pasta, arroz, papas y pan son alimentos recomendados y muy sanos que no deben faltar en tu dieta invernal.
Eso sí, moderar las cantidades, cocinarlos con poca grasa, no abusar de las salsas y comerlos mejor al medio día o cuando se realice un esfuerzo físico.
Incluir a la vez papas, pastas y arroz integral, pan de horno o integral, es muy recomendable.
Otra recomendación, dijo, son las proteínas para mantener la actividad diaria, ya que son el principal sustento de los músculos, aminoran la fatiga, permiten un buen funcionamiento mental y además evitan los ataques de hambre.
Incluir: Pescado, huevos, pollo, pavo y lácteos porque contienen las mejores proteínas de origen animal.
El aguacate y la soja contienen grandes cantidades de proteína vegetal libre de grasas.
Informó que está demostrado que en invierno necesitamos comer más para mantener la temperatura corporal y para contrarrestar la depresión que a muchas personas les produce la falta de luz.
Toda dieta debe incluir una proporción de grasas, algo mayor en invierno, pero hay que tomar las cardio- saludables. Incluir: aceite de oliva, frutos secos, aceitunas, carnes magras y queso.
Agregó que la gripe es una enfermedad infecciosa causada por un virus, por lo
que los antibióticos no son eficaces en su tratamiento.
Se manifiesta con fiebre, alteraciones en el sistema respiratorio y dolores musculares.
Se considera que la vacunación es el mejor modo de prevenir esta enfermedad, sin embargo, la alimentación es fundamental para reforzar el sistema inmunitario.
Dio a conocer algunos consejos prácticos, porque nuestro organismo funciona con más lentitud en invierno y, por ello, requiere alimentos menos pesados.
Además, es conveniente que la cena se consuma antes de las ocho de la noche.
Si debe tomar antibióticos a causa de alguna infección respiratoria, procure reforzar la flora bacteriana (microorganismos benéficos que viven en el intestino) con yogurt y fruta fresca. Mantenga el consumo habitual de agua (dos litros al día). Puede beber infusión o té para lograrlo.
Finalmente, destacó la conveniencia de consumir miel para reemplazar el azúcar, ya que aporta energía y sustancias que mejoran la salud de las vías respiratorias.