Revelan a 48 aspirantes para presidir la CNDH; incluyen a Piedra Ibarra
MÉXICO, 30 de diciembre de 2014.- El Partido de la Revolución Democrática (PRD) está en la “más grave crisis” de su historia, reconoció el 29 de noviembre el dirigente nacional, Carlos Navarrete.
La desaparición de 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, el 26 de septiembre de 2014, de la que está acusado el ex alcalde de Iguala, Guerrero, José Luis Abarca, dejó al descubierto que candidatos del crimen organizado podían llegar a cargos populares bajo la bandera del Sol Azteca.
A ello se sumó la renuncia del fundador del partido, el tres veces candidato presidencial, Cuauhtémoc Cárdenas, quien dejó su militancia ante la descomposición develada por el caso Abarca, y por no percibir un cambio de rumbo de la dirigencia nacional, en manos de Navarrete, integrante de Nueva Izquierda, corriente conocida como Los Chuchos.
Para la diputada federal Aleida Alavez, integrante de Izquierda Democrática Nacional (IDN), corriente encabezada por René Bejarano, ambos sucesos, la caída de Abarca y la renuncia del otrora líder moral perredista, fueron hechos que detonaron la crisis perredista.
“Las dos son graves, una consecuencia de la otra, que se vaya Cuauhtémoc Cárdenas a falta de probidad de quien dirige al partido actualmente, que no se quiera dimensionar en aras de mantener la mayoría estructural. El PRD ahora está en franco deterioro, muestra cómo fuimos omisos, lo digo en general, en el caso de IDN hemos denunciado atropellos hasta el cansancio en contra nuestra y no se ha actuado. Esa falta de miras de quienes nos dirigen hace que no salgamos bien de manera unánime a la población”, explicó a Quadratín México la vicepresidenta de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados.
José Luis Abarca pasó de vender sombreros a ser dueño de un centro comercial, y se le acusa de usar recursos de Iguala para pagarle al grupo criminal de Guerreros Unidos, entre cuyos líderes se encontraba uno de los hermanos de su esposa, María de los Ángeles Pineda Villa.
La ex Primera Dama de Iguala aspiraba ser consejera perredista, antes de huir de Iguala.
La crisis le estalló a Navarrete apenas se estrenó como dirigente. En la sesión en que el Consejo Nacional debía elegir al nuevo dirigente, antes de hacerlo el órgano partidista decidió expulsar a Abarca del partido, y aunque IDN pedía deslindarse del gobernador Ángel Aguirre Rivero, el Consejo, dominado por los chuchos, lo impidió.
Pero Aguirre comenzó a quedarse solo y cada vez aumentaron las sospechas de que estaba al tanto de la protección que Abarca daba a Guerreros Unidos, por lo que hasta los perredistas comenzaron a pedir su renuncia, que llegó el 23 de octubre.
El propio Comité Ejecutivo Nacional (CEN) perredista le pidió a Aguirre solicitara licencia a su cargo.
Del perdón a la “responsabilidad política”
Dos días después de tomar posesión, el nuevo CEN perredista se trasladó a Iguala y Navarrete pidió perdón a la sociedad por postular a Abarca.
Pero las críticas por abrirle las puertas al ex alcalde continuaron. El 5 de noviembre los ex dirigentes, Jesús Ortega, Jesús Zambrano y Guadalupe Acosta Naranjo, también de “los Chuchos” salieron a quejarse que la crisis causada por Abarca era usada por sus enemigos para sacar lucro político.
Acababa de caer la llamada pareja real de Iguala, Abarca y Pineda, en Iztapalapa, delegación gobernada por el PRD, por lo que algunos medios de comunicación consideraron que ahí llegó la dupla porque podía encontrar protección.
Empero, los ex dirigentes admitieron que tenían “responsabilidad política” por no atajar la candidatura de Abarca.
Navarrete en distintas ocasiones ha prometido que buscarán protegerse de una candidatura como la de Abarca y el 29 de noviembre el CEN presentó un Protocolo de ética, que se aplicará a los candidatos sospechosos de tener vínculos con la delincuencia organizada o de tener repentinos patrimonios sin explicación. La intención es evitar un nuevo abarcazo.
Lo que ya no pudo impedir Navarrete fue la salida del PRD de Cuauhtémoc Cárdenas el 25 de noviembre. Se trató de una renuncia anunciada, en la que el fundador del PRD pidió a Navarrete su renuncia, a lo que el líder chucho no accedió.
“Es un año muy difícil donde hemos entrado a una crisis real que no hay que desconocer y quien preside el partido no lo ha enfrentado a cabalidad y no hemos podido demostrar que la izquierda actúa distinto en casos de infiltrados del crimen organizado, eso podemos sumarlo a que hay una agenda política donde no se vio involucrado el PRD”, considera Alavez.
Explica que a la crisis interna se sumó la de la incapacidad del partido de imponer temas de su agenda legislativa, como es la desindexación del salario mínimo a nivel nacional o la reforma política del Distrito Federal.
El próximo reto del partido es sacar adelante las candidaturas con las que competirán en las elecciones de julio de 2015, prevé la legisladora.
“Resolver con mucho cuidado, las reservas que significa habilitar candidaturas que luego lamentamos, entonces que sean candidatos con convicción y trayectoria y enfrentar la discusión nacional que al PRD lo tiene en crisis e igual al Estado que no es propia de nosotros sino de las instituciones, nadie quiere ceder, donde diferentes actores no son procesados y no hay justicia ni sanciones”, concluye.