Recorre Froylán Cruz mercado Benito Juárez

Gerardo Valdivieso / Quadratín
Ixtepec, Oax. 17 de mayo de 2009 (Quadratín).- Acompañado de su esposa Gisela López y su pequeño hijo Froylán Cruz López, el candidato del Partido de la Revolución Democrática (PRD) por el V Distrito, Froylán Cruz Toledo, recorrió el mercado Benito Juárez anunciando a los locatarios y marchantes el cambio que impulsará desde el Congreso de la Unión.
Entre los apretados andenes del mercado el candidato istmeño saludó a los compradores de los pasillos y dialogó con las expendedoras de pollo, carne, artesanías, aguas frescas, alimentos; a todos dio la mano, incluso a los que se negaban a dársela, como la vendedora de pescado que le daba el dorso “es que tiene pescado” dijo apenada, “no importa” le respondió la esposa del candidato muy cerca de su compañero.
En el recorrido afloraron las caras conocidas, de la plática emergieron los parentescos, las primas, los sobrinos, las tías. “Aquí traigo a mi esposa y a mi hijo, yo soy de aquí, de la colonia Moderna”, decía a los que sorprendía en los pasillos o a los que lo conocían de vista o de nombre y lo esperaban con una sonrisa.
Escuchó atento las frases de apoyo, la promesa del voto y hasta los reclamos: “no nos haga como los demás, que luego que ganan se olvidan de nosotros” le dijo una abarrotera, “no, cómo cree, nosotros queremos el cambio, no se arrepentirán” respondió.
El abanderado del sol azteca que tiene como compañero de fórmula a Habib Antonio Abud Ramírez, estuvo acompañado por los dirigentes de Nueva Izquierda en esta ciudad, que también promovieron el voto entre conocidos y militantes.
Al tomar la palabra en el altavoz para dirigirse a todos los locatarios se presentó como “gente de compromiso”, conocedor de las riquezas que tiene la región, que además de que cobija a gentes de distintas latitudes, se unen a los pueblos originarios de esta región pluricultural como los zapotecos, huaves, mixes, zoques, enumeró.
Lo anterior lo contrastó con las carencias que urgen ser atendidas y subsanadas, como la falta de empleo, la falta de atención médica integral, atención especial para los adultos mayores.
Después de terminado su mensaje recorrió otra parte del mercado, a unos metros de él una marchante al ver que se acercaba preguntó “¿De dónde es, qué viene a hacer aquí?”, su vendedora le respondió “es de Lachibela”, “pero qué viene a hacer aquí?” insistió con cierto tono de molestia o hartazgo, “ay, mamacita, si es un hombre muy bueno” replicó la locataria “cuando fue ’sirviente’ ayudó a mucha gente”.