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Bloquean vecinos de la Gómez Sandoval por obra inconclusa
Nochixtlán, Oax. 2 de noviembre de 2011 (Quadratín).- Era pequeño y aún recuerdo a la gente subiendo por las largas muy largas escaleras que conducían al mercado por el lado de la iglesia; ahí en la primera galera con techo de lámina se ubicaban los puestos de frutas, enfrente estaban las casetas de abarrotes y semillas.
La caseta de un verde intenso de mi abuela Lucina con dos puertas grandes y a un costado una gran ventana donde se vendía el pan de muerto y decenas de gelatinas; atrás las carnicerías, la de Don Pedro Silva y Doña Eugenia la de Don Manuel Avendaño y la señora Emilita y su esposo Don Faustino, la señora Eufrosina y mi tía Rebeca esposa del Gran Músico Don Abel, más atrás una gran baldío donde los campesinos provenientes de los pueblos amarraban sus burros, mulas, caballos o los toros que jalaban las carretas, en los cuales trasladaban la mercancía a sus pueblos.
El olor a incienso inundaba el ambiente y las flores amarillas se veían por todas partes; en los pasillos los puestos de dulces que en la plaza de día de muertos se llenaban de figuras de angelitos colgados de hilos, también se tendían los puestos de losa, sin faltar las nueces con las que los niños jugábamos en el Panteón a tirar montoncitos o la Oca y las figuras de la palma, tan nuestra de cada día.
Pero eso fue hace mucho tiempo cuando yo era niño, porque ahora es una plaza enorme, se vende de todo y vienen a mercar gente de muchos pueblos para sus muertos, por eso se considera que ésta es la más grande de la Mixteca Alta.
Mi nana Dionisia Santiago Fuentes acompañó a la abuela durante treinta años, siempre trabajando, descociendo los canastos piscadores, quitando el pasto que cubría y protegía la loza que se iba a comprar a Santa María Atzompa, al mercado 20 de noviembre de la ciudad de Oaxaca, eran largos viajes por la carretera federal en los llamados fletes y pasajes y de regreso en la canastilla de los carros de carga Transportes Oaxaca de Don Fidel el ratón, ella como todos los mercaderes se dormía tarde y se levantaba muy temprano para poner los llamados burros sobre los descansaban las tablas para exhibir la mercancía, porque en esta plaza los mercaderes se salían a la calle a vender una semana antes del día de muertos.
Ella y mi madre la Señora Sofía Jiménez Viuda de Montes narran para Síntesis los nombres de quienes en algún momento ofrecieron sus productos en el ahora mercado municipal General Eliseo Jiménez Ruíz.
VENDEDORES DE FRUTAS Y VERDURAS
Mencionan a la señora Rosita Castellanos, tía Rafaela Fuentes, Doña Lencha esposa del señor Efrén, La Señora Juana, de quien no recuerdan sus apellidos y la señora Isabel Silva. Mi abuela Lucy que traía fruta de Xalapa Veracruz, Naranja sin semilla, lo cual era una novedad porque hace veinte o quince años casi nadie vendía y ahora tantísima gente que viene a vender y, se admiran porque ahora los puestos llegan hasta donde está la Barranca del muerto a tres cuadras del mercado y sigue creciendo. Cazuelas
OLLAS, CAZUELAS, JARROS, SAUMERIOS Y COPAL BLACO
Quienes vendían loza eran: El Bichi Catamoro y su Hijo Rogelio Salazar, el señor Eduardo Santiago cuyo negocio lo inició su esposa, la señora Josefa Cruz Manzano, Lucina Velasco Dávila quien aparte de la Loza vendía incienso, copal blanco refinado o corriente, proveniente de Jaltepec, así como, los Sahumerios en los que se quema el incienso para purificar el altar.
LOS VENDEDORES DE PAN
Sobre el famoso Pan de Muerto mencionan al señor Narciso Cruz, padre del también finado Francisco Cruz del barrio del Calvario, por cierto, lugar donde durante muchos años los ciudadanos de las comunidades de Tierra Colorada, Apasco, el Almacén, Tierra Colorada y Chicahua entre otros pueblos consumían Pulque y Tepache, esto al regresar a sus pueblos después de realizar su Mercado. Otra Persona que elaboraba el pan de muerto era el hermano de tío Narciso de nombre Rafael Cruz.
La señora Asunción o Doña Chona del barrio de la Peña vendía pan en el mercado y cada año elaboraba el de muerto, heredando la tradición de su madre, la señora Emilia Silva y al poco tiempo de su fallecimiento su hija Sofía Miguel Avendaño quien continúa produciendo y vendiendo este delicioso pan.
Sin duda, los integrantes de la familia Amaya Chávez han hecho famoso el pan y los dulces de Nochixtlán, porque lo han difundido a través de la televisión y los diversos me dios de comunicación, ellos continúan con la actividad desarrollada por la señora Teresa Amaya, mamá del también finado José Amaya, quien hizo famoso su pan, al grado que cuando alguien se refiere a él, dice Compra Pan de yema de Don Pepe, refiriéndose a la yema de los huevos criollos con los que se elabora el pan; también vendían una variedad de dulces como: casquitos, marquesotes y turrones.
Otros productos típicos son las tortillas de Elote, el Mole, Chocolate, los tejocotes en dulce, la Tamala en Tacha y el nicuatole, este último nos dice Doña Sofía es muy Cosijoso porque hay que moverlo y moverlo durante horas, es una especie de natilla con bordes rosas, un dulce delicioso. Quien lo hizo durante muchos años fue la señora Antonia Montes, mamá de Catalino y Arturo Llanos Montes, ya finados y quien sigue vendiéndolo es la señora Panchita Montes del barrio de la peña, aunque no en el mercado, aclara.
Finalmente comentan que faltan algunas personas que no recuerdan, pero señalan que es necesario no sólo mencionar a quienes fueron los pioneros de lo que hoy es el mercado sino rendirles un homenaje porque gracias a ellos y, a ellas, hoy sus hijos y sus nietos tienen una fuente de ingresos y sobre todo conservan la tradición.