Bloquean vecinos de la Gómez Sandoval por obra inconclusa
Para elevar estos niveles en el mediano y largo plazo se requieren medidas urgentes a fin de lograr impactos en el terreno social, variable fundamental para el desarrollo, estableció Eduardo Loría, coordinador del Centro de Modelística y Pronósticos Económicos (CEMPE) de la Facultad de Economía (FE) de la UNAM.
Según un comunicado, en el país hay zonas devastadas y abandonadas que tienen efectos diferenciados en la inversión, consumo, flujos migratorios y gasto público. En la actualidad, el territorio nacional es asolado por una ola de violencia extrema, con repercusiones negativas en el ámbito financiero, sostuvo en la 43 reunión del CEMPE.
En 2014, el promedio anual de desempleo registrará 5.1 por ciento y la tasa de crecimiento del producto interno bruto (PIB) se ubicará entre el 2.53 y 2.87 por ciento. Al cierre del año, alcanzará entre 3.18 y 3.63 por ciento.
La recuperación puede registrarse hacia 2015 y 2016, estimó. El académico planteó que con las modificaciones fiscales recientes disminuyeron la capacidad de ahorro e inversión y el ingreso familiar disponible. “Con una economía en recesión y crecimiento per cápita en deterioro, el Estado incrementó su recaudación real en 30 por ciento”.
A la par, aumentó el gasto corriente en salarios y estructura de la administración pública, que han multiplicado el desembolso en distintos rubros. Así, la captación fiscal no logra ningún efecto sobre el crecimiento económico, sostuvo. El estancamiento económico, las restricciones a la migración, el desempleo y la caída de la inversión privada generan presión social en aumento. El entorno es peligroso y se requieren medidas estatales urgentes, concluyó.