Las portadas de las novelas ganadora y finalista del Premio Planeta 2024
OAXACA, Oax. 17 de octubre de 2015.- Quiero un café, Dulce Recuerdo, Niña hermosa, Yea Huis, Santanella, Parrandero son algunas de los más de 400 canciones y arreglos que dejó como legado el maestro Narciso Lico Carrillo.
Formador de generaciones de músicos, Narciso Lico Carrillo es homenajeado a tres meses de su fallecimiento, con una serie de actividades organizadas por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, a través de la Dirección General de Culturas Populares y el Sistema Nacional de Fomento Musical, la Secretaría de las Culturas y Artes de Oaxaca, el Municipio de Santa Ana del Valle y Directores, Compositores y Banda Infantil y Juvenil del Estado de Oaxaca (BIJEO).
En un comunicado se informó que este domingo 18 de octubre, a partir de las 12:00 horas, se inaugurará el Centro Cultural para el Desarrollo de las Bandas de Música Tradicional del Estado de Oaxaca Maestro Narciso Lico Carrillo, en Santa Ana del Valle, Tlacolula.
Como invitado especial asistirá el cantante de ópera Javier Camarena, quien ofreciera un concierto en el Teatro Macedonio Alcalá con los alumnos del maestro y es padrino del proyecto de la escuela de música tradicional.
Para concluir con las actividades, a las 13:00 horas, en ese mismo lugar se realizará el magno concierto Por los jóvenes y los niños de Oaxaca, con la participación de los 300 niños de las capacitaciones y con la presencia de las más de las 20 bandas que conforman el Sistema de Agrupaciones Musicales Comunitarias en el estado.
Trayectoria
Narciso Lico Carrillo nació el 18 de marzo de 1956 en Villa Alta (Sierra Norte), Oaxaca, su lengua materna fue el zapoteco y su formación musical comenzó a los 12 años, aprendió a tocar el bombo, saxor, saxofón alto y la trompeta de forma autodidacta, así adquirió su gran conocimiento musical en la práctica. Fue también compositor, arreglista, copista y forjador de varias generaciones de músicos.
Antes de los 20 años ya tocaba la trompeta en la Banda del Gobierno del Estado de Oaxaca, bajo la dirección de Amador Pérez Torres Dimas y formó en 1981 su primera banda infantil en Villa de Hidalgo Yalalag. Poco tiempo después entró a trabajar como copista en la Banda Sinfónica del Ejército en la Ciudad de México, con Guadalupe Mojica, y contribuyó a la actualización del Manual de Toques Militares, entró por concurso como copista en el INBA, con la dirección de Manuel Enríquez, trabajó con músicos como Blas Galindo, Clemente Sanabria y Luis Herrera de la Fuente.
Participó asimismo en la Banda de la Delegación de Iztacalco y en varias orquestas y conjuntos de música popular de la época, incluyendo la famosa Danzonera de Acerina. En 1989 regresó a Oaxaca con la intención de contribuir a la tradición musical de los pueblos mixe y zapoteco.
Fue así como desde 1970 y hasta finales del siglo pasado, Narciso Lico Carrillo tuvo un intenso periodo como músico y a partir de 1990 orientó sus esfuerzos hacia la formación de bandas y nuevos músicos en siete de las ocho regiones de la entidad, en un proceso de consolidación de la música tradicional oaxaqueña. Los niños y jóvenes que formó se han convertido en maestros de música o directores de bandas en sus comunidades.
Existen las partichelas de más de 340 de sus obras, cubrió una amplia gama de géneros musicales como el vals, danzón, zapateado, bolero, cumbia, polka, sones y jarabes, entre otros.
En 2012, el maestro impulsó la creación de la Asociación Civil Directores, Compositores y Banda Infantil, Juvenil del Estado de Oaxaca la cual está conformada por una veintena de músicos oaxaqueños en su mayoría, directores de bandas y académicos de la música.
En reconocimiento a la trayectoria artística y labor desempeñada por el intérprete, compositor y académico para impulsar la música tradicional, el Gobierno Federal, a través de la Secretaría de Educación Pública, le otorgó el Premio Nacional de Ciencias y Artes en el área de Artes y Tradiciones Populares en 2013.
Narciso Lico Carrillo falleció noche del miércoles 5 de agosto en la ciudad de Oaxaca, a los 59 años de edad.
“No estoy conforme con lo que he hecho, debo hacer algo de experiencia para que los músicos puedan trabajar en otro lado, hacer una escuela para que regresen a su pueblo a servir, a enseñar a más niños; tengo un sueño de siempre y ojalá lo logre, que haya formadores o instructores de la música”, había expresado.