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Bloquean vecinos de la Gómez Sandoval por obra inconclusa
Oaxaca, Oax. 25 de diciembre de 2011 (Quadratín).- Quiero expresar a todos mi saludo más sincero de Navidad: ¡Feliz Navidad!, Que experimenten todos la alegría y paz interior que Jesucristo vino a traernos con su nacimiento.
Navidad es el sí de Dios a la vida, a la redención y superación de cada persona, de toda familia y de toda sociedad. ¡Feliz Navidad! ¡nos ha nacido el Salvador!; no existe, no ha existido ni existirá otra noticia mejor porque, con Jesucristo, todo puede mejorar.
Necesitamos detenernos a contemplar el misterio de Belén para aprender cómo se ayuda, cómo se solidariza, cómo hacerse cercano y cómo amar. En el Niño de Belén contemplamos al Hijo de Dios que se hizo frágil, humilde, pobre y servicial por amor. Allí tenemos el verdadero humanismo vivido a fondo; el Niño de Belén es el cimiento sólido de vidas sanas y constructivas, de familias realizadas, de comunidades justas y fraternas.
Rescatemos el sentido y el fundamento de la Navidad. La luz, los regalos, el árbol, los villancicos, los adornos, la alegría y convivencia tienen que ver con el Niño de Belén; Él es quien les da sentido porque Él es la verdadera Luz, el Regalo, el Árbol de la vida, el que embellece todo y el mejor Canto de amor. Si vaciamos la Navidad de su sentido y contenido fundamental, las expresiones navideñas se vuelven superficiales y pasajeras. Sólo abriendo la vida y nuestra familia al Niño de Belén experimentaremos la verdadera Navidad.
En este sentido, sugiero hagamos todos un esfuerzo en esta Navidad para:
1. Reconciliarnos con Dios y con los que nos rodean; lo indispensable para experimentar la Navidad es tener un corazón libre de resentimientos, de envidia y de rencores, del mal.
2. Fortalecer la unidad y el amor de nuestra familia; donde hay amor no se requieren muchas cosas materiales, gastos desmedidos o regalos costosos para disfrutar la vida y ser felices.
3. Manifestar sinceramente respeto y aprecio a los demás; una forma adecuada es realizando algo concreto para que alguno o algunos de los que nos rodean se superen y sean felices.
De corazón expreso a todos mi saludo de Navidad. ¡Feliz Navidad! A mis hermanos indígenas, a los niños, a los adolescentes y jóvenes, a los adultos y ancianos, a las mujeres, a los enfermos, a los emigrados que afrontando contrariedades y sacrificios vienen a pasar la Navidad con sus familiares y amigos. ¡Feliz Navidad! A los que están privados de su libertad, a los comunicadores, a los dirigentes y profesionistas, a los empresarios y trabajadores, a los maestros y gobernantes de nuestra sociedad. ¡Feliz Navidad! A todos los sacerdotes, religiosos, religiosas y a todos los fieles laicos que viven su fe llevando a muchos la Buena Noticia del Niño de Belén.
Celebrar la Navidad es aceptar el camino que el Niño de Belén nos propone para vivir en armonía y en paz con nosotros mismos y con los demás.
Con mi saludo y bendición para todos.
José Luis Chávez Botello
Arzobispo de Antequera