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Oaxaca, Oax. 22 de marzo de 2013 (Quadratín).- La función jurisdiccional es una actividad por sí misma controvertida, en la que el juzgador debe tener claro que en ningún caso debe otorgar privilegios o concesiones ilegales que puedan poner en riesgo el equilibro entre las partes involucradas en un proceso judicial, afirmó el asesor del Instituto de Investigaciones Jurisprudenciales y de Promoción y Difusión de la Ética Judicial de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Eber Omar Betanzos Torres.
Al impartir en esta capital el taller Ética Judicial, a invitación del Poder Judicial del Estado, el jurista oaxaqueño consideró que la percepción de la sociedad en general es que los jueces no cuentan con los elementos adecuados para la resolución de casos, por lo que es necesario cambiar esa imagen y que quienes se dedican a esta actividad se muestren y demuestren ser funcionarios éticos.
Los juzgadores cuando inician su función judicial están cubiertos de un velo blanco e inmaculado que implica que son intachables en su conducta, de ahí que tienen el gran deber de mantenerlo intacto, porque cuando pensamos en jueces éticos lo que pedimos son personas que respeten el orden constitucional, resuelvan conforme a derecho y en base a los principios de excelencia, independencia, objetividad e imparcialidad, dijo.
El coautor del libro Manual del Código de Ética del Poder Judicial de la Federación, puntualizó que para que haya una justicia de calidad hay que contar con buenos ciudadanos y buenos jueces, lo cual implica no sólo contar con las cualidades técnicas que la función judicial requiere sino demostrar principios y valores que se demuestren en la conducta cotidiana.
Por su parte, al dar la bienvenida a los asistentes al taller, entre quienes se encontraban magistrados, consejeros de la Judicatura, jueces civiles, familiares y penales así como estudiantes de la carrera de derecho, el titular del Poder Judicial del Estado, magistrado Alfredo Lagunas Rivera, resaltó que el compromiso de ésta institución es responder a la sociedad oaxaqueña, no solo con jueces y juzgados, sino con la pulcritud de la función.
Los funcionarios judiciales debemos postrar el orgullo estatutario del cargo, rediseñar una mente y espíritu de apertura al tema y hacer de las premisas éticas de comportamientos en la función, un hábito en la jurisdicción, indicó el presidente del Tribunal Superior de Justicia y del Consejo de la Judicatura del Estado.
Durante dos días, los asistentes al taller a través de un ciclo de cine y diferentes reflexiones analizaron y discutieron aspectos de la ética judicial encaminados a mejorar la eficiencia y calidad del sistema judicial en Oaxaca.