Pide Nino Morales que Judicatura investigue a paristas
MÉXICO, DF. 4 de febrero de 2014 (Quadratín).- Como una de las medidas de racionalidad y disciplina presupuestal aplicada por Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), la estructura de personal mantiene un crecimiento restringido, por lo que en el periodo de 2012 a 2013 la plantilla creció sólo en dos plazas.
El organismo jurisdiccional tiene como premisa que el principal insumo de la institución es el recurso humano, y a pesar del aumento que se registra anualmente en el número de medios de impugnación que se reciben, se mantiene una plantilla de personal similar sin variaciones significativas, procurando con ello el manejo responsable de recursos en ese rubro.
Del total de las plazas ocupadas en el Tribunal Electoral, que son 1,141, el 69% corresponde a personal encargado de participar en programas de impartición de justicia electoral y técnico jurisdiccional. Se trata de abogados calificados que intervienen en actividades como la revisión de expedientes, envío notificaciones y elaboración de proyectos de sentencia, entre otras.
El 31% restante está enfocado a programas de planeación, dirección, control y evaluación, así como al de apoyo administrativo y financiero.
Ajustes salariales con base a la inflación
En el periodo 2008-2012 se ha alcanzado un índice inflacionario acumulado a nivel nacional de 21.57 por ciento. En dicho periodo únicamente se ajustó el salario de los trabajadores del TEPJF que pertenecen a los niveles de personal operativo mandos medios. Los mandos superiores no tuvieron ningún incremento en su salario.
Para 2013, el organismo jurisdiccional realizó un esfuerzo institucional para resarcir, en la medida de lo posible, los efectos inflacionarios, por lo que se aprobó un ajuste salarial de 5% en términos brutos, y de 3.5 % en términos netos para el personal de los niveles arriba mencionados.
Comprometido con la austeridad, el Tribunal Electoral ratifica su compromiso de mantenerse como un organismo eficiente pero sin ser oneroso para las arcas públicas.