Disuade Policía municipal violencia contra mujeres en Oaxaca de Juárez
OAXACA, Oax., 27 de mayo de 2016.- La sombra de 2016 se hizo presente en Oaxaca. No fue nostalgia. Más de 10 mil almas tomaron nuevamente las calles y la serpiente humana parecía inacabada.
El Sol inclemente. La acera ardiente. El puño en alto. El magisterio salió nuevamente a las calles arropado por quienes se presentaron como padres de familia. Contestatario, rebelde, pero muy devoto. ¿Laicos? No, su diferencia con la iglesia católica, expresada a través de pintas obscenas en el arzobispado de Oaxaca, no impidió que en esta marcha revivieran al niño APPO y portaran un estandarte de la Virgen de Guadalupe modificada.
Ahí, en una urna, encabezando la manifestación, el santo niño APPO, el que no concedió la caída de Ulises Ruiz, ni ha liberado a los ‘presos políticos’.
Santo niño APPO, no reconocido por la iglesia católica. Niño de resina, vestido del Ché, con insignia comunista y arma de guerrillero.
Surgió en 2006 y hasta ahora lo veneran. Igual que a la virgen de Guadalupe, que el colectivo 14 de junio dibujó como una muerte, reclamando que hay muchas que no se han resuelto.
14 de junio, así se llama la organización surgida de ese intento fallido de desalojo en 2016. «Nos conduce y nos acompaña», arenga un interlocutor, que lleva el micrófono y el encargo de cuidar al niño APPO.