El entrenador triqui
Oaxaca, Oax. 22 de abril de 2009 (Quadratín).- Y resultó que en materia de seguridad a Calderón le dieron las diez y las once, las doce y la una, las dos y las tres
. y desnudo al amanecer lo sorprendió
. el narco.
Después que el poeta bohemio de Joaquín Sabina llamara por decirlo de buena manera muy ingenuo al presidente Calderón, al planear su caótica batalla que ha emprendido contra los carteles de la droga y le recetara un lapidario y certero parece mentira que no supiera que esa guerra no la puede ganar él ni la puede ganar nadie, tuvo que chutarse una invitación voluntariamente a huevo a comer con el preciso y con sus cercanos a Los Pinos.
Ni modos, el bardo de Ubeda tuvo que soportar a Gómez Mont y una pléyade de funcionarios panuchos derechosos, algo que ciertamente le habrá provocado salpullido al trotamundos de Sabina, quien segura y gustosamente si no mediara esto de los protocolos diplomáticos, les hubiera dedicado a los asistentes y a todo el gabinete calderonista aquella canción suya de Nacidos para perder.
Pero a quien le queda como anillo al dedo los versos sabineros son al mismo Calderón, ni pintados aquellos de carterista de guante blanco y alma de artista pues con su dislate evidenció que le importa más lo mediático que lo de fondo.
Ya quisieran que de menos les contestara el teléfono, los padres de los niños de la guardería ABC o las madres de las víctimas que por el fuego cruzado caen a lo largo del país, aquellos que desdeñosamente ha llamado como los menos, aunque las cifras revelan que en los primeros meses de este año ya van más de 2 mil 900 muertes, algo que ya se asemeja claramente a una guerra civil.
El fracaso en las políticas públicas en materia de seguridad pública, han puesto a Calderón en el centro de un remolino de críticas y señalamientos, pero lo más grave, es que entre la ciudadanía va creciendo día a día el temor de salir a la calle, de que lo detenga un retén falso, que lo secuestren o lo extorsionen, porque hoy se sabe que las autoridades no podrán o no querrán hacer nada para evitar que se cometan estos ilícitos, las personas se sienten francamente indefensas y expuestas a lo peor.
Hoy Calderón da claras muestras de falta de liderazgo en el rubro de seguridad pública en donde se desangra el país en una guerra sin ton ni son, donde por cada sicario que cae, el crimen organizado recluta a dos más dispuestos a hacer su trabajo.
Esta falta de dirección también se refleja en una errática conducción económica de los destinos del país con un modelo que privilegia a los capitales privados y privatiza los derechos sociales llevando a los mexicanos a una mayor precarización, siendo esta la raíz de fondo de todo el problema y echándole más gasolina al fuego y al círculo vicioso de pobreza, violencia y crimen, que la derecha ha sido incapaz de abatir.
TIRO DE PRECISIÓN: ¿A quién habría que endosarle las facturas del desmadre que se traen con la candidatura a la presidencia municipal de Huatulco?