No olvidemos las periferias
Oaxaca, Oax. 26 de abril de 2010 (Quadratín).- El pasado viernes, Ciro Gómez Leyva, en su columna La historia en breve, planteó que la coherencia no ha sido el fuerte del Partido del Trabajo (PT), no lo fue ayer cuando anunciaron que no harán alianzas electorales con el PAN, lo que no sólo es comprensible sino lógico, pero
marcaron una excepción, sí con el PAN en Oaxaca.
Sin duda, Ciro tiene razón, sin embargo, si hablamos de incoherencias e incoherentes, tendríamos que mencionar, en primer lugar, al Partido Acción Nacional, porque el PT lo está despreciando en todas las elecciones y a pesar de ello le concede el favor de estar con ellos en Oaxaca y se la tragan todita sin hacer mutis, poniendo al descubierto su oportunismo además de irse con la finta de que van a ganar.
Si el PAN fuera congruente, por ninguna circunstancia debería hacer alianzas con quienes son los exponentes más representativos de la línea política de Andrés Manuel López Obrador, el presidente legítimo de este país.
En segundo lugar Gabino Cué, a quien podríamos denominarlo como un incoherente esférico, porque lo es desde cualquier lado que se le vea, toda su vida está plagada de incoherencias, pero la más reciente es la que más resalta.
Esto es, primero era priísta, como Murat no le cumplió sus caprichos se volvió convergente, como convergente le echó todo el estiércol que pudo a José Murat, su ahora aliado, y como convergente también combatió las iniciativas del gobierno panista en el Senado de la República.
Pero más aún, durante varios años, pero particularmente en los últimos meses del año pasado, se dedicó a recorrer al lado del pejelagarto, supuestamente la mayor parte de los municipios que se rigen por usos y costumbres de nuestro estado, cuestionando hasta el cansancio a Felipe Calderón, a su gobierno de ineptos, a las políticas públicas que solamente atentaban contra las clases populares y todas las linduras en este sentido que se les ocurrieron.
Pero ¡oh sorpresa!, de repente da un viraje, aparentemente se deslinda de Andrés Manuel López Obrador y se suma felice e contenti al proyecto calderonista, a quien ahora reconoce, admira, le jura amor eterno incluyendo a su patiño César Nava, y dice que de ganar las elecciones gobernará por la paz, ¿cuál paz?, diríamos nosotros en el colmo de sus incoherencias, ¿la paz de los sepulcros que promovió con sus aliados Flavio Sosa, Zenén Bravo, Robles Montoya, los alebrijes, la APPO en el 2006 para destruir el patrimonio de los oaxaqueños?
Porque al final de cuentas, independientemente de los errores cometidos por la administración de Ulises Ruiz y particularmente por sus operadores políticos que entramparon al gobernador mientras éste andaba de paseo político con Roberto Madrazo, Gabino Cué fue uno de los principales financiadores, alentadores y promotores de la asonada que se pretendió ejercer contra Oaxaca en ese año.
Entonces, ¡por favor!, si vamos a hablar de incoherencias habrá que decirle a Ciro que incluya a todos los que deben ser, porque en su lista ni están todos los que son ni son todos los que están.
Ya para finalizar el tema, hay un tercero, el propio Andrés Manuel López Obrador que dice no aceptar las alianzas con el Partido Acción Nacional pero entonces qué ¿ni en el PT manda?, es decir, hay una incoherencia terrible porque acepta el PT ir con el PAN en Oaxaca únicamente porque dice que aquí tienen chance, eso representa que AMLO se allanó, o lo que es lo mismo, se hizo güey, y permitió que este proyecto prospere aunque sea llevando como aliado a sus peores adversarios.
Y para muestra de su perversidad, o de su incongruencia, ahí está la presencia de René Bejarano, el señor de las ligas, acompañando y operando para el señor de las ligas oaxaqueñas, Gabino Cué.
TIRO DE PRECISIÓN: Entre los corrillos políticos se comenta que con toda claridad comienza a perfilarse el nuevo chuky o el chuky 2 del próximo sexenio en caso de que Eviel Pérez Magaña obtenga el triunfo.
Dícese que hay un personaje que lo mismo decide sobre candidatos a diputados que a presidentes municipales, trae su nómina de suplentes, maneja los recursos financieros, aprueba los lugares a dónde debe ir de gira el candidato, dispone sobre el discurso, palomea a los posibles aliados, en fin, decide en todos los aspectos de la campaña ¡hasta sobre la imagen del candidato!