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Tuxtepec, Oax. 2 de septiembre 2012 (Quadratín).- Hay que reconocer en Víctor Bravo Ahuja a un hombre que propició el cambio de Tuxtepec, de un pueblo agrícola a una ciudad próspera en la que se asentaron industrias y comercios que convirtieron al municipio en el segundo más importante del estado de Oaxaca. Lo anterior quedó de manifiesto durante el homenaje con el que se recordó el XXII Aniversario luctuoso del Hijo Predilecto de Tuxtepec.
En el monumento al ilustre tuxtepecano, José Manuel Barrera Mojica, quien pronunció visiblemente conmovido mencionó que Víctor llevó en su pensamiento y obra la visión de mejorar en mucho la educación de los mexicanos.
En la actualidad, reconocemos los importantes logros alcanzados en expansión educativa que motivó don Víctor Bravo Ahuja, incluso en un contexto de enormes dificultades económicas y sociales, apuntó Barrera Mojica.
Aseguró que para éste ilustre tuxtepecano, la educación fue un instrumento fundamental en la liberación de las mejores potencialidades del hombre, para alcanzar una sociedad más justa y equilibrada, por lo que finalizó su discurso diciendo rindamos un homenaje justo a un hombre justo.
Por su parte, Gustavo Bravo Ahuja en representación de la familia Bravo Ahuja hizo mención de quién fue Víctor Bravo y agradeció a las autoridades municipales y en especial al alcalde por la distinción que han hecho año con año, mencionó que México necesita de hombres valientes e inteligentes que apoyen a todos y no sólo a unos cuantos.
Al término del acto cívico, autoridades municipales, familiares de don Víctor Bravo Ahuja, invitados especiales y estudiantes se trasladaron al panteón Jardín de los Sueños, donde depositaron una ofrenda floral en la tumba que guarda las cenizas de éste distinguido tuxtepecano.