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OAXACA, Oax. 8 de noviembre de 2014.- El prolífico monero mexicano Rius confesó que su equipo de fútbol favorito es el Atlas, “aunque ganen”; que gracias a Dios es ateo, que cuando no duerme, escribe libros y que es adicto al trabajo. Además, su comida favorita son los tamales de chepil y se declaró de manera solemne “inmensamente feliz” de vivir en Oaxaca.
Defiende también al presidente Enrique Peña Nieto y dice que sí lee; que lleva 10 meses tratando de terminar un cuento de Augusto Monterroso, “El Dinosaurio”, y que está a punto de lograrlo.
La tarde del viernes fue de ameno encuentro entre Eduardo del Río, para presentar “Oaxaca de Rius”, acompañado del caricaturista del diario “El Imparcial”, Darío Castillejos, y del ilustrador editorial Alejandro Magallanes –“el diseñador más chingón de la comarca”–.
El encuentro transcurrió entre chascarrillos, anécdotas de su vida –como cuando al editor de la revista “Los Agachados” se le olvidó que tenía estar el 2 de octubre de 1968 con el comité de huelga, lo que le salvó la vida—y descripción de su más reciente libros de ilustraciones.
Asimismo, que celebra tres veces al año su nacimiento; una la fecha real, otra el 2 de octubre del 68, cuando fue salvado por su editor; y, la tercera el 29 de enero del 69, cuando fue secuestrado por el Ejército y salió con vida.
De los ateos y sus mofas respetuosas a los católicos, dice:
“Aquí me di cuenta que realmente a los indios les importa una chingada esa religión, lo único que los hace ser fieles son las fiestas… ¿Y por qué cumplen con las fiestas?, porque para ellos celebrar a San Miguel Arcángel o San Matías o San José el Cornudo, representa una ocasión en que se van a reunir con sus cuates, con sus familias, con el pueblo y ese es el catolicismo que priva en todo el pueblo.
“Me he encontrado gente más informada del catolicismo que los católicos, a ellos lo único que les interesa es ir a misa los domingos y a volar; fuera de eso no me encontrado otro católico que sean más…”; reta a hacer una consulta popular para ver quiénes son más, los católicos o ateos.
Habla de la sicología de los oaxaqueños y su impuntualidad en las citas, porque “descubrí que los relojes de los oaxaqueños los diseñó Dalí”.
En general, “los mexicanos somos impuntuales, irresponsables, desmadrosos; sóplenme más virtudes… parranderos, importamadristas, corruptos; bueno, eso no, para nada; borrachos, bueno eso nos lo heredaron los españoles”.
Agrega; “Yo soy ateo desde hace muchísimos años, y me siento muy feliz, me siento libre, como una gente que no tiene que esperar a ver qué dictamina el Vaticano y quisiera que todos compartieran conmigo esa libertad de creer, pero finalmente respeto lo que cada quien cree”.
Magallanes lee una parte del contenido del más reciente libro del monero, como cuando quería pintar las grecas de Mitla.
“Armado de pluma fuente y un buen trago de mezcal, me dispuse a copiar las grecas de Mitla, todo iba bien hasta la primera fila; la segunda fila no me quería quedar como debía, se movían las piedritas, otro trago; a la cuarta me di cuenta que estaba haciendo la tercera como si fuera la quinta y me estaba fallando la proporción, otro trago; en la quinta fila me di cuenta que se me había acabado el mezcal, y la paciencia, y dejé de dibujar.
“Saqué varias conclusiones de mi fracaso: una, los que hicieron Mitla no tomaron mezcal; dos, eran unos chingones, tres siempre fui muy malo para la geometría razonada y la trigonometría; cuatro le voy a pedir a mi hija que lo dibuje; cinco, parece que la culpable es la pluma japonesa, a la otra la voy a hacer con un lápiz mexicano”.
Hace reír al público que llenó el foro de la Feria Internacional del Libro, en la Alameda de León; cuanta que vio en viejas revistas a la virgen de La Soledad con pestañas enormes pero “cuando me decidí, después de persignarme, entrar al templo, encontré que ya no las tenía”.
Da a conocer que su comida favorita son los chepiles; se mofa del Presidente de la República:
“El que dice que es nuestro presidente está muy entretenido con el cuento de Monterroso, lleva 10 meses leyendo, pero parece que ya lo va a acabar. “Y cuando desperté, el dinosaurio seguía ahí”, ese es todo el cuento pero le está costando trabajo a Peña Nieto”.
Platica sus razones para quedarse a vivir en Oaxaca; resalta la actividad cultural; propone trivias para regalar libros. Es Rius, que por más de una hora hizo reír al público oaxaqueño y visitante, y que por otra hora firmó libros, ante tantos admiradores que formaron larga fila