SEGEGO busca abatir conflictos religiosos en el Estado

Oaxaca, Oax. 21 de enero de 2013 (Quadratín).- Con el propósito de brindar una atención eficiente en los municipios en donde existen conflictos por temas religiosos y así evitar la generación de violencia, se está emprendiendo una brigada de prevención, dando a conocer la Ley de Asociaciones Religiosas y el fundamento legal que se encarga de apoyar a la gente religiosa, así lo señaló el director de Asuntos Religiosos de la SEGEGO, Francisco de Jesús Zavaleta Rojas.
El funcionario resaltó que las indicaciones del Gobernador del estado consisten en brindar una atención eficiente en los municipios en donde hay ese tipo de conflictos a fin de evitar que se genere más violencia.
Señaló que en el Estado así como existen problemas en términos de límites, agrarios, también los hay de carácter religioso, y más ahora que inician las elecciones.
“Cabe mencionar que estos problemas comienzan porque las comunidades tienen sus tradiciones y todo muy arraigado, para ellos la iglesia católica es la única”, así lo indicó Zavaleta Rojas.
Por ello, mediante esta implementación de cursos se les da asesoramiento a los municipios y a las agencias sobre temas referentes al respeto de las diversas religiones existentes, y se les regala un ejemplar de la Ley.
“La SEGOB nos da la ley, pero nosotros atendemos todos los conflictos que se dan en el estado, una de nuestras facultades es la de conciliar y mediar, es así como llevamos a cabo todos los temas religiosos”, enfatizó el director de Asuntos Religiosos.
Al preguntarle sobre los cursos, el funcionario subrayó “Nos estamos poniendo de acuerdo con la Subsecretaría de Fortalecimiento Municipal de la Segego con el fin de brindar estos cursos a los presidentes municipales”, enfatizó.
Finalmente Francisco de Jesús Zavaleta Rojas invitó a la ciudadanía a respetar la libertad de culto de los ciudadanos elijan, con el fin de vivir en un ambiente de armonía y tranquilidad en cada uno de los municipios del estado.
Y es que según las últimas cifras proporcionadas por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) unos 205 mil 305 oaxaqueños dejaron de ser católicos en los últimos 20 años. Esta cifra equivale a que, en cada año de las últimas décadas, 10 mil 265 oaxaqueños abandonaron las filas de la principal religión del país. Por lo que cada 24 horas 28 oaxaqueños dejan de ser católicos.
Este abandono de las filas del catolicismo, ha beneficiado a otras religiones antes que al ateísmo, es decir, los oaxaqueños que se alejan de la iglesia católica lo hacen para incorporarse a religiones como la Protestante o Evangélica, la cual creció un 3.3 por ciento en los últimos 20 años.
No obstante aún la mayoría del pueblo oaxaqueño es católico, pues el 81.3 por ciento de la población profesa este culto, a pesar de esto, en 1990 la cifra se ubicaba en 86.7 por ciento, por lo que en dos décadas ha disminuido en un 5.4 por ciento.
Por su parte, la religión protestante o evangélica ha ganado afectos. Para 1990, el 7.3 por ciento de la población, es decir siete de cada cien oaxaqueños profesaba la religión anglicana. Para el año 2000, este porcentaje se elevó a 7.8 por ciento, por lo que en cinco años, solo vivió un aumento del 0.5 por ciento.
Sin embargo, en los últimos diez años, la cifra se incrementó en un 2.8 por ciento para ubicarse en un 10.6 por ciento, por lo que actualmente, uno de cada diez oaxaqueños profesa esta religión, lo que equivale a que en los últimos diez años, tres de cada cien oaxaqueños han optado por la religión surgida de las reformas de Martín Lutero.
Otro fenómeno que se ha observado en los últimos 20 años es el aumento al culto a otras religiones. Sin especificar cual credo profesan, hoy en día 2.9 por ciento de los oaxaqueños afirmó pertenecer a otra religión que la católica o la protestante, mientras que en 1990 solo el 0.8 por ciento respondió haber pertenecido a otra religión, por lo que en 20 años, se incrementó en un 2.1 por ciento.
Por su parte el ateísmo no presentó variaciones significativas en los últimos 20 años. Mientras que para 1990 solo cuatro de cada diez oaxaqueños afirmaban no creer en ninguna religión o deidad, para el año 2010, solo se elevó el 0.3 por ciento, para ubicarse en el 4.3 por ciento.