Diferencias entre un estúpido y un idiota
OAXACA, Oax. 13 de diciembre de 2013 (Quadratín).- El Congreso de la Unión aprobó este jueves el dictamen de reforma energética y pasa el asunto a los congresos locales, mientras tanto, las declaraciones de inconformidad suben de tono.
Los dirigentes del PRD se quejan amargamente de la traición del PRI; por su parte el senador Benjamín Robles Montoya dio por iniciada “una intensa jornada de lucha en contra de la privatización de Pemex y de la CFE”; en eso coincide con MORENA que ya se prepara para el boicot a los congresos locales. Los más radicales como el FPR convocan a instalar de manera inmediata un Gobierno Provisional Revolucionario y que éste convoque a una Asamblea Nacional Constituyente Democrática, Proletaria y Popular; otros, fuera de sí como Jesús López Rodríguez, presidente de la Mesa Directiva de la LXII Legislatura local, convocan a la insurrección a todo el pueblo mexicano, ya que aseguró que no puede existir más diálogo. “La vía legal se agotó, la única opción es la insurrección, ante la traición a la patria por quienes votaron a favor de la privatización del petróleo”, dijo el también dirigente del Frente Amplio de Lucha Popular (FALP). Lo que es común a todos estos importantes actores de nuestra vida política nacional y local, es su sentimiento de que el pueblo no les responde.
En mi opinión, esta actitud, aparentemente anodina de la ciudadanía, obedece al distanciamiento que observan de los propios partidos políticos, los que se limitan a distribuir el poder entre sus allegados y familiares, hacer negocios o defraudar al erario público; pero también responde a sus condiciones de vida: empobrecimiento acelerado, control o distorsión de la información de los medios de comunicación combinada con barras de entretenimiento estúpido, división provocada por los grupos políticos mediante el reforzamiento de la fidelidad de sus “clientelas”, la inseguridad originada por el crimen organizado y la precariedad de la economía familiar que obliga a vivir en lo inmediato y la constante angustia de cómo sobrevivir mañana. Habrá que reflexionar en todo esto.
En otro orden de ideas; pero relacionado con lo anterior, el gobierno del estado de Oaxaca ofreció garantizar que el próximo 1 de enero se desarrolle de manera tranquila y pacífica el cambio de poderes en al menos 570 municipios, entre ellos 417 regidos bajo los Sistemas Normativos Internos ( usos y costumbres), a pesar que en cinco demarcaciones grupos de inconformes con los resultados electorales amenazan con tomar las sedes de sus ayuntamientos para boicotear la ceremonia. En 10 municipios, el congreso local tendrá que nombrar administradores provisionales al no existir condiciones para desarrollar elecciones democráticas y designar libremente a sus autoridades.
Al parecer son más los municipios que podrían tener administradores municipales en el 2014; si mis apreciaciones tienen fundamento, en Oaxaca estamos presenciando otra cara de la agonía de la democracia. En efecto, tanto en los municipios del sistema de partidos, como en los llamados de usos y costumbres, por una razón u otra las autoridades electas no pueden ejercer su función; entran entonces en juego las negociaciones para nombrar a un administrador que haga el papel de la autoridad, y casi siempre es alguien vinculado a uno de los partidos políticos ubicado en una posición en el ejecutivo o en el legislativo. En resumen, en esos municipios las elecciones (en cualquiera de sus dos modalidades), son el preludio para imponer a un gobierno municipal que aunque legal, resulta ilegítimo. Vamos en caída libre.
Disponible en: http://samaelhernandezruiz.wordpress.com/2013/12/13/en-caida-libre/