
Zedillo, jefe político de la intelectualidad de la derecha
Oaxaca, Oax. 16 de agosto de 2013 (Quadratín).- El punto desde donde observo el proceso de reforma energética en México, lo construyo a partir del supuesto de que en el mundo se está dando un cambio en la localización geográfica de los yacimientos más importantes de petróleo y gas.
En efecto, los expertos en estos temas, desde hace algunos años, afirman que estos cambios se deben al decrecimiento de los mantos petrolíferos de Medio Oriente, y que este hecho, conlleva varios otros cambios estratégicos.
Entre estos últimos, por ejemplo, la urgencia de trasladar las estructuras de extracción, procesamiento, distribución y venta de esos bienes, así como la reestructuración de los sistemas de seguridad de las empresas.
Lo anterior, se asocia al desarrollo de tecnologías innovadoras que hacen aprovechables otras modalidades de almacenamiento natural de los hidrocarburos como el llamado shale gas y shale oil.
La nueva localización del centro del negocio petrolero, se traslada del Oriente Medio a la América del Norte y el Golfo de México.[1]
Los estudios realizados tanto por los gobiernos, como por las empresas involucradas en el negocio, refieren a yacimientos extraordinarios de petróleo y gas en algunas zonas de América del Norte y el Golfo de México, que con las nuevas tecnologías de extracción de hidrocarburos, aseguran otros cien años para el uso de los combustibles fósiles.
Esto plantea un problema para la inversión en la investigación y aprovechamiento de energías limpias y sustentables; pero ese es otro tema.
Si focalizamos el tema de la infraestructura de distribución y venta de petróleo y gas, algunos investigadores opinan que el Golfo de México y ciertos puertos mexicanos se convierten en puntos geo-estratégicos en este desplazamiento espacial del negocio de hidrocarburos.[2]
Para algunos expertos, a los empresarios de EE.UU. les conviene contar con una red de gasoductos y oleoductos que aprovechen la costa mexicana del Golfo de México para surtir de esos bienes, tanto a México, como a Centro y Sudamérica y aprovechar tal vez el paso mexicano o panameño hacia el Océano Pacífico.[3]
Bajo esta perspectiva geo-política del tema del petróleo y el gas, en México no sólo se discute actualmente el destino de PEMEX y las riquezas del subsuelo; sino indirectamente, la construcción de un marco normativo y económico, que permita darle factibilidad a la construcción de la infraestructura de distribución de combustible en las costas mexicanas del Golfo.
Los supuestos anteriores, sugieren que la reforma energética del presidente Enrique Peña Nieto, iría en el sentido de consolidar a PEMEX, al mismo tiempo que facilita el marco normativo para que capitales privados puedan invertirse en la construcción de los ductos en las costas del Golfo de México, con un horizonte al 2018, año en que iniciará probablemente la explotación de los súper yacimientos de los Hoyos de Dona, infraestructura que será del todo aprovechable para los gigantes del petróleo.
La iniciativa de reforma energética, debe pues analizarse desde esas dos perspectivas, compararla con las que proponen el PAN y el PRD, e identificar sus posibles puntos ciegos, así como sus consecuencias para México.
En una entrega posterior, presentaré el análisis de las propuestas particulares del PRI, PAN y PRD, desde la perspectiva sugerida.
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[1] A. Barreda (UNAM). La exploración petrolera en aguas profundas del Golfo de México. Energía 7. 2007.
[2] http://economiaradio.blogspot.mx/2008/04/video-en-rebelin-quien-le-interese-la.html
[3] Se hablaba de otras cosas ubicadas en el sureste pero nadie se estaba fijando en Tamaulipas, o se estaba fijando en los ductos de Campeche, y son cosas muy importantes que estuvieron ocurriendo y que están relacionadas. Por ejemplo, esta red de ductos tiene que ver con la propuesta principal de ductos del PPP para desarrollar el ducto Ciudad Pemex-Panamá, que prácticamente vendría a enlazar al estado de Texas (EU) con Panamá, y que permitiría aprovechar todos los ductos en el Caribe para hacer factible un enlace hasta los ductos venezolanos. De lo que estamos hablando es de una visión energética regional de gran alcance, en donde, el Golfo de México es la red de ductos (de gasoductos y de oleductos) más importante de todo el planeta. Barreda, A. (UNAM). Op. Cit.