Samael Hernández Ruiz/ El IEEPO y los aguinaldos

Oaxaca, Oax. 15 de noviembre del 2012 (Quadratín).- Estamos por terminar el 2012 y el IEEPO anunció que no tiene dinero para pagar los correspondientes aguinaldos a los trabajadores de la educación, tanto a los que se agrupan en la Sección 22 del SNTE, como a los de la Sección 59.
El tema no es nuevo, el IEEPO agota sus recursos autorizados antes de que finalice el año fiscal, al menos desde 1995. ¿La causa? Un déficit presupuestal que ha venido creciendo como bola de nieve desde entonces.
La historia de este déficit tiene su origen en las medidas de austeridad adoptadas por el gobierno federal que impedían a los estados la contratación de personal de apoyo y asistencia a la educación (PAAE). Para resolver el problema, ante la evidente falta de este tipo de personal en las escuelas, los funcionarios del IEEPO decidieron cancelar plazas docentes y “crear” plazas administrativas.
Las plazas docentes de aquellos años contaban con recursos autorizados por la federación mediante los llamados oficios de afectación; que son eso: oficios donde se enlistan las plazas y sus respectivos montos. Con el tiempo ese recurso se fue agotando y aparecieron los “honorarios”, que son contrataciones que, en la mayoría de los casos, no tienen respaldo en el presupuesto federal autorizado y que después, por presiones del sindicato, se vuelven “plazas” que se otorgan a los trabajadores para supuestamente regularizarlos.
Ya desde 1994, a petición del IEEPO, se integró una comisión con funcionarios estatales y federales de las secretarías de Hacienda y Educación Pública, para revisar y regularizar el presupuesto del instituto. Existe además una minuta (Nota Técnica) firmada por los representantes de esas dependencias donde se recomendó iniciar el proceso de regularización. Con lo anterior, quedaba claro que el gobierno federal reconoció la necesidad de resolver el problema del presupuesto educativo de Oaxaca. Está demás decir que, a pesar de la insistencia de varias administraciones estatales, el gobierno federal, hasta ahora, no ha regularizado el presupuesto del IEEPO.
La situación se tornó tan grave, que durante la administración del gobernador José Murat, éste declaró su decisión de regresarle los servicios educativos al gobierno federal, si no se atendían los problemas financieros del sector. La respuesta de la SEP y Hacienda, fue otorgar recursos, sin regularizar el presupuesto.
Ahora la situación es mucho más complicada, porque además de las plazas sin respaldo presupuestal, existen otros conceptos que tampoco lo tienen (días de aguinaldo, bonos, RZ, etc.) y que hacen más urgente la revisión y regularización del presupuesto del IEEPO.
El déficit para este año se estima en un poco más de 4 mil millones de pesos, a los que habrá que restar los recursos de ampliación que hayan sido otorgados durante el 2012. No creo que hayan sido suficientes, porque el IEEPO desde octubre tuvo problemas de liquidez.
A pesar de que los funcionarios y asesores del IEEPO sabían que este sería un año difícil, o no hicieron nada al respecto, o lo que hicieron no tuvo resultados; lo digo porque el director general del instituto, anunció que no tenían dinero para pagar los aguinaldos y demás compromisos. Como no se informa a nadie, finalmente no sabemos qué es lo que está pasando.
Lo cierto es que los dirigentes y maestros de la S22 y la S59 están inquietos y comenzarán a presionar si ven algún riesgo de que los aguinaldos no se paguen. El monto mínimo necesario va de los mil 700 a los mil 900 millones de pesos.
Hay algunos que creen que la S22 se movilizará para presionar al gobierno federal para que pague los aguinaldos. Lo dudo.
La S22 tiene muy claro que no le hará el trabajo al gobierno, al contrario, presionarán a la administración de Gabino Cué si por ineficiencia no logra obtener los recursos necesarios para este fin de año.
Si logran resolver el problema financiero del momento, lo que no puede quedar pendiente es el tema de la regularización presupuestal del IEEPO. Que conste que se les advierte: el asunto puede tomar un cariz dramático. Los actuales funcionarios del instituto y sus asesores dirán la última palabra. Bueno, eso creo.