
Cómo enfrentar los riesgos de un golpe de calor
Cuarta parte
Oaxaca, Oax. 14 de mayo 2012 (Quadratín).-Quien triunfe en las elecciones para rector en la UABJO, deberá decidir acerca de la reforma universitaria que propondrá. A pesar de los discursos de los candidatos y de sus plataformas de campaña, no queda claro que modelo de universidad proponen y cuál es su posición con relación al pasado de la institución.
En mi opinión una reforma universitaria para afrontar los retos de nuestro presente (ver primer artículo de esta serie), tendrían que considerar un concepto de autonomía centrado en la función académica. Lo anterior significa que los parámetros de desarrollo institucional, sean establecidos por la comunidad universitaria en función de las necesidades de su entorno y de su potencial para el desarrollo profesional, científico y tecnológico.
La función del gobierno universitario debe ser adjetiva, es decir, propiciar las mejores condiciones para el desarrollo académico y responder a sus necesidades y no al revés.
La universidad debe orientar su desarrollo a partir de un plan cuyos objetivos y metas, estén asociados y procuren aproximarse a los parámetros de desarrollo definidos con plena autonomía. Los órganos de decisión, como el Consejo Universitario, deben integrarse meritocráticamente y no con base en criterios políticos, supuestamente democráticos.
La UABJO requiere una reforma que establezca una relación de servicios con la sociedad en la gestión de conocimientos, de apoyo académico a la red de escolarización que comienza con el preescolar y culmina con la preparatoria antes de que el aspirante solicite ingreso a la universidad. Una vinculación solidaria con las redes de escolarización basada en programas con altas expectativas de desempeño académico, que preparen el ingreso a la universidad. Una política de admisión basada exclusivamente en el desempeño académico del aspirante y en la complementariedad del subsistema universitario, en relación con el resto de subsistemas del nivel de educación superior.
La investigación científica y el desarrollo tecnológico deben ser funciones académicas con una prioridad estratégica, con objetivos a largo y mediano plazo, de modo que la UABJO se transforme en una institución de alta calidad y productividad científica.
Lo anterior requiere de una fuerte inversión pública y de un plan de financiamiento que por principio esté orientado a superar los rezagos de la universidad y preparar así su plataforma de despegue.
Será necesario que para su futura reforma, la UABJO cuente con un marco de referencia que podría ser un plan estatal indicativo para el desarrollo de la educación superior, que corresponde a la COEPES formular. El esfuerzo por salvar a la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca no se limita a la elección del rector, es unan tarea de todos los oaxaqueños.
Una gran frente social debe impulsar la próxima reforma el la UABJO, un movimiento social por un gran cambio en la educación superior, centrado en la autonomía universitaria. ¿Tendrá el rector electo la autoridad suficiente para convocar a la sociedad? Hoy lo decidirán los universitarios.
Foto:Ambientación