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Periodistas del New York Times podrán utilizar IA de forma legal
Oaxaca, Oax. 8 de junio 2012 (Quadratín).-Como en una tormenta: mientras la lluvia cae como torrente, el viento azota y los truenos retumban, la gente reza y se persigna; una vez que la tormenta pasa, sale el sol, todo se olvida y la vida vuelve a la normalidad.
Lo mismo sucede en el caso de los maestros. Cuando invaden las calles del centro de la ciudad y toman comercios, bloquean calles, cierran oficinas públicas, etc., etc. todos tiemblan, vociferan, los del gobierno piden opinión y se rasgan las vestiduras; pero una vez que los maestros recogen sus cosas y se van, todos respiran tranquilos, se olvidan de tema y Oaxaca vuelve a la normalidad.
Esa actitud es la que dificulta que se resuelvan las cosas, es una especie de indiferencia sazonada con el miedo.
Es cierto que los maestros de la Sección 22 causan molestias y perjuicios, que la ley no se aplica y por tanto no se respetan las garantías constitucionales de los oaxaqueños; por delante va la violación del derecho a la educación que para colmo no es exigible legalmente en México y menos en Oaxaca.
Pero también es cierto que el malestar de los maestros obedece a las pésimas condiciones en las que funcionan las escuelas, a los problemas laborales no resueltos, a la pésima administración de los servicios educativos y a la profunda inequidad existente.
No pretendo en unas cuantas líneas poner al lector al tanto de todo lo que sucede y menos explicar la complejidad del problema educativo en Oaxaca, pero intentaré aclarar lo que afirme antes:
Los efectos deplorables. . .
1. El sindicato de maestros provocan daños irreparables a los niños y jóvenes de Oaxaca con sus paros y bloqueos. Llevan 32 años haciendo lo mismo y parece que no tiene para cuando acabar, porque la Sección 22 no quiere cambiar sus formas de lucha. Si consideramos que una generación que inicia en preescolar y termina en la licenciatura dura en promedio 20 años, llevamos al menos una generación completa de profesionistas cuya vida escolar transcurrió en medio de esta crisis educativa. Si nos referimos exclusivamente a la educación básica, tendríamos que contabilizar casi tres generaciones completas, si hablamos de primaria serían cinco y se trata sólo de preescolar o secundaria, serían ¡diez generaciones completas! Creo que no hemos comprendido aún el tamaño del daño que produce el sindicato con sus paros y bloqueos.
2. En términos económicos el daño es más cuantificable. En cada plantón de los maestros se pierden entre 100 y 200 millones de pesos en las ventas de bienes y servicios, se suspenden miles de trámites en las oficinas públicas, se pierde la oportunidad de recibir inversiones de capitales externos que podrían vigorizar a nuestra débil economía. El IEEPO gasta, en términos reales, 16 mil millones de pesos al año, lo que significa una erogación diaria promedio de 43.8 millones de pesos. Lo anterior significa que en 17 días, Oaxaca perdió 744.6 millones de pesos por la suspensión de clases de los maestros.
3. El millón 300 mil alumnos que bien o mal asisten a las escuelas administradas por el IEEPO, están en el último lugar de aprovechamiento en las mediciones internacionales, justo o no, ese es el dato disponible en PISA, ENLACE y otros informes muy serios. Los maestros egresados de las normales de Oaxaca, salen con muchas deficiencias y su desempeño profesional es bastante discutible; ocho generaciones de normalistas han egresado con el sello de la Sección 22 en estos 32 años de crisis recurrentes. Esta situación profundiza la brecha entre los pobres de Oaxaca, del campo y de la ciudad, y quienes tienen alguna posibilidad de darle educación a sus hijos con un nivel aceptable.El efecto inmediato es la enorme masa de población de 15 años y más que se registra como analfabeta en los censos de población, que sumada a quienes no han terminado la educación básica completa, constituyen el 58% de la población en situación de rezago educativo. Con estas cifras, el futuro de Oaxaca se obscurece.
Las razones del lobo. . .
¿Podríamos argumentar algo para comprender a los maestros?
1. Las condiciones en las que laboran docentes y educandos son deplorables. Muchas, demasiadas escuelas en Oaxaca no tienen aulas suficientes, los niños no cuentan con servicios sanitarios, algunos centros escolares no tiene ni agua ni luz eléctrica y ya no hablemos de sus muebles que son de ínfima calidad por la forma en como el IEEPO licita las compras, los laboratorios no están equipados y mucho material que envía la SEP está subutilizado o de plano está arrumbado. En muchas comunidades rurales el acceso a la escuela es difícil, los niños tienen que caminar horas para asistir a sus clases; a veces el lugar de residencia habitual está tan lejos de la escuela, que los niños viven solos en sus casas mientras sus padres están en el rancho ganándose la vida, con todo lo que esto implica en términos de atención, nutrición etc.
2. Una creciente cantidad de maestros tiene problemas de pagos; el 60% de los profesores de secundarias técnicas y generales no tienen tiempo completo, algunos viven con menos de 15 horas y no tienen esperanzas de que su situación mejore. Cientos de maestros en la costa y en regiones como la cañada y la mixteca están bajo el régimen de honorarios, es decir no tienen plaza pero trabajan como si la tuvieran, no tienen prestaciones como el resto de los docentes, miles de trabajadores de apoyo a la educación están en la misma situación. Esta fue una de las razones por las que los maestros de base querían que el paro se prolongara, porque sus líderes sindicales plantean demandas políticas, mientras ellos se mueren de hambre. El gobierno del estado nunca entendió que la radicalidad de los maestros iba dirigida, en mucho, contra sus propios líderes por la cantidad de problemas laborales no resueltos y que ellos no ponen en la mesa.
3. La corrupción en el IEEPO, en complicidad con grupos de la Sección 22, es escandalosa. No se trata solo de que se roben el dinero o vendan plazas, que ya es bastante. El tráfico de influencias deriva en acoso sexual constante contra las maestras, persecución contra quienes no se disciplina con el jefe, injusta distribución de estímulos, retraso en las promociones, pésimos servicios del ISSSTE, interminables obstáculos burocráticos para la jubilación y la atención a la salud de los trabajadores. Dicen por allí, que debido a la burocracia, es más fácil entrar al IEEPO que salir de él.
No trato de señalar culpables, ni de justificar a nadie; quiero dar una idea de la complejidad del problema que se expresa cuando los maestros llegan a la ciudad de Oaxaca a hacer de las suyas. No abundé sobre el tema del financiamiento de la educación y la relación con el gobierno federal; baste con decir que a Oaxaca se le ha regateado todo y se le ha dejado en el abandono.
¿Hay alguna solución? Sí; pero no es mi intención plantear recetas, es algo que debemos asumir como tarea y construir conjuntamente sociedad y gobierno.
Foto:Archivo