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Oaxaca, Oax. 9 de septiembre de 2009 (Quadratín).- La Cofraternidad de Pastores Cristianos y Evangélicos de Oaxaca (COPACEO) se deslindó esta noche de Yosmar Morales Pereira, presunto pastor cristiano que secuestró un avión este miércoles.
Arturo Morales Márquez, presidente de la COPACEO cuestionó que la Secretaría de Gobernación carezca de una regulación más minuciosa de la gente que predicamos, pues hay gente que está fuera de los lineamientos y hace uso indebido de sus funciones.
Refirió que hay un reglamento y que los responsables de los asuntos religiosos de la Secretaría de Gobernación saben que deben regirse bajo una AR (Asociación Religiosa) como los bautistas, los metodistas, la asamblea de Dios, y algunos grupos independientes.
Pero en este caso, expresó, Yosmar Morales no tiene una cobertura legal, si la tuviera ésta ya debería de dar explicaciones pero nadie ha salido en su defensa.
Para la comunidad evangélica de Oaxaca, dijo, este hecho es lamentable pues la actuación de Yosmar no es lo que se espera precisamente de un líder cristiano. Precisó que éste no tiene ningún vínculo o relación con la Cofraternidad de Pastores y que los pocos datos que obtuvieron es que trabajaba de manera independiente en el municipio de San Bartolo Coyotepec.
No podemos meter las manos al fuego, en absoluto; si lo hubiera hecho y fuera pastor, tenemos un reglamento interno, pero nos deslindamos totalmente de esa persona, añadió el representante de más de 700 grupos evangélicos en Oaxaca.
Es cierto, comentó, que pudo haber sido todo lo que ha dicho (drogadicto, francotirador, alcohólico) pero hay personajes que abusan del nombre de Dios, dicen tener un mensaje y no son congruentes.
Explicó que cada miembro de su organización cuenta con una credencial de identificación y únicamente es entregada a miembros avalados por la COPACEO, con el respaldo de los miembros.
Lamentamos los hechos, nos afecta a los personajes que somos pastores en la ciudad, se puede pensar que todos somos con las mismas características, se preocupó.
Hizo un llamado a la población a no confundirse con este tipo de personajes y a las autoridades, a tener más cuidado con respecto de quienes ejercen la titularidad de una asociación religiosa