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GUEVEA DE HUMBOLDT, Oax. 25 de julio de 2014 (Quadratín).- Una de las festividades de gran sincretismo religioso es la que aún conservan en Guevea de Humboldt y Santo Domingo Petapa, que durante el año se hermanan en el marco de sus respectivos santos patronos, Santiago Apóstol el primero y Santo Domingo de Guzmán el segundo.
El 24 de julio de cada año, Guevea de Humboldt realiza la ancestral “Recepción”, ritual en el que los hijos de Santo Domingo Petapa llegan hasta el corazón de la Sierre Mixe- Zapoteca para entregar a los pies de Santiago Apóstol seis velas adornadas con flores.
Esta recepción que hace el pueblo de Guevea tiene que ver con los orígenes prehispánicos de ambos pueblos.
De acuerdo con documentos, lienzos y la tradición oral de los ancianos, dos hermanos, Logobicha y Rigola Guevea fundaron ambos pueblos; el primero Petapa y el segundo Guevea, de ahí provienen los lazos de hermandad.
José Ángel Alonso Escobar, encargado de la recepción de velas señala “los dominganos y gueveanos somos hermanos, estamos unidos en nuestros orígenes. No hay distinción. En este día no se habla de política, no se habla de pleitos, sólo se convive. Se practica la armonía entre los pueblos”.
La visita de ambos pueblos para reforzar la hermandad es ancestral, pero la ceremonia de las velas es ya del siglo 20, según comentó el cura de la Sierra Héctor Guzmán.
Dijo que esta tradición se remonta a 1934 cuando un grupo de habitantes de Santo Domingo Petapa llegó hasta Guevea con cuatro velas y las depositaron a los pies del Apóstol Santiago. Esta acción se volvió tradición.
Ahora ya no sólo llegan portando velas los de Petapa, sino que se han sumado otras 15 comunidades que rodean a Guevea, el número de velas pasó a seis, por lo que en esta ocasión el Apóstol Santiago recibió casi 100 velas que adornaron el altar mayor.
La fiesta de la Recepción recibió este año a los habitantes de Santo Domingo Petapa, Nueva Esperanza, Guadalupe Guevea, Santa María Guienagati, Nativitas Coatlán, San Miguel Lachiguiri, así como agencias de Guevea de Humboldt.
La celebración comienza desde las primeras horas del día 24 en las casas de la población, cuando los visitantes reciben posada en casa de familiares y amigos, durante toda la mañana los representantes de cada pueblo invitado resguarda sus seis velas en el curato.
Al medio día todos los pueblos invitados, encabezados por la autoridad de Guevea y ancianos, cargan sus estandartes con la estampa de sus santos patronos, así como flores y las velas, para después recorrer las calles de Guevea acompañados de rezos y música de banda.
El recorrido termina en la iglesia, donde depositan todas las velas y las flores, para cerrar esta actividad el cura oficia una misa en honor al santo y da la bienvenida a los pueblos hermanos.
Terminada el acto litúrgico, en la explanada del palacio municipal, ubicado a un costado de la iglesia, se realiza una fiesta de recepción donde más de 40 mujeres denominadas “madrinas” obsequian regalos a todos los invitados, el baile viene más noche.