Prohibir comida chatarra en escuelas, primer gran paso contra la obesidad
Uso de Razón
CIUDAD DE MÉXICO, 8 de abril de 2016.- Enredados en sus múltiples mentiras, los integrantes del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), preparan una “retirada heroica” del país, y no se la merecen.
Le hicieron daño a México y al prestigio de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
Se quieren ir como víctimas de la “cerrazón” gubernamental y gritar a los cuatro vientos, para salvar su decoro, que “fue el Estado”.
Llama la atención que en México haya quienes le hagan el juego a un grupo de soberbios que no tuvo la honestidad de admitir que se equivocó.
¿Qué hacen algunos diputados del PAN al pedir que se quede el GIEI más allá del plazo que ellos mismos se pusieron, 30 de abril?
Los panistas con mayor capacidad intelectual han manifestado su extrañeza de que el GIEI no tenga conclusiones a punto de terminar su labor.
El PRD exige que se quede el GIEI, y se entiende. En ese partido quieren que sus militantes (un alcalde y una consejera nacional) involucrados en ese horrible crimen salgan de la cárcel y se diga que ellos no fueron, que “fue el Estado”.
Lo que ha hecho el GIEI en México es perverso. Sus integrantes mienten con fines desconocidos y han lucrado con una tragedia que sacudió al país y a buena parte del mundo.
Mintieron al decir que tenían una foto satelital que probaba que no hubo incendio en Cocula el 26 y 27 de septiembre de 2014.
Mintieron con el informe de José Torero (elaborado a partir de una visita de 20 minutos al lugar), al decir que no hubo fuego en el basurero de Cocula y que ahí no pudo calcinarse ningún cuerpo.
Ese informe solicitaba un peritaje más completo, que lo hizo un grupo colegiado de expertos en fuego, en el que participó el propio José Torero: sí hubo incendio y hay restos de cuando menos 17 seres humanos.
Mintieron al decir que ellos no pidieron interrogar a miembros del 27 batallón del Ejército. Se desdijeron ante la evidente ilegalidad de su demanda: sólo puede interrogar el Ministerio Público (ante quienes ya lo hicieron los militares), y ellos no lo son.
Mintieron al acusar a la PGR de haber violado un convenio de confidencialidad que no había, y que de haber existido la Procuraduría no violó.
Mintieron al decir que los resultados del grupo colegiado de expertos en fuego “es preliminar y no conclusivo, y los resultados son inválidos y sólo generan confusión”.
Los resultados fueron concluyentes: sí hubo incendio –“de grandes dimensiones y controlado”- y esclarece la confusión generada por esa foto satelital que dicen tener y no existe.
Mintieron al decir que el grupo colegiado señala “la necesidad de nuevos estudios, lo cual invalida todavía dicho planteamiento”.
Lo que expresó el vocero del grupo colegiado es que se necesitaban más estudios para determinar si el número de calcinados era aún mayor, pero a partir de que sí hubo fuego y restos humanos de al menos 17 personas.
Mintieron al descalificar al grupo colegiado, como si ellos mismos no hubieran elegido a sus integrantes –y vetaron a algunos propuestos-.
Se van el 30 de abril. Pero dejan a un país dolido al que le quisieron tomar el pelo y le sacaron recursos millonarios.