¿A quién corresponde defender?
**Sólo cuando el hombre individual real recobra en sí al ciudadano abstracto y se convierte, como hombre individual, en ser genérico, en su trabajo individual y en sus relaciones individuales; sólo cuando el hombre ha reconocido y organizado sus forces propres como fuerzas sociales y cuando, por tanto, no desglosa ya de sí la fuerza social bajo la forma de fuerza política, sólo entonces se lleva a cabo la emancipación humana. Kart Marx, Sobre la Cuestión Judía**
Oaxaca, Oax. 13 de julio de 2010 (Quadratín).- El 4 de julio de 2010 marcó un hito en la historia política de Oaxaca, cuando la Coalición Unidos por la Paz y el Progreso de Oaxaca CUPPO, encabezada por Gabino Cué Monteagudo y conformada por las formaciones políticas: Acción Nacional, de la Revolución Democrática, Convergencia y del Trabajo, derrotó por una amplia mayoría electoral al otrora invencible y viejo Partido del Estado, el Revolucionario Institucional. Con una amplia participación ciudadana en las urnas, mayor al 55 por ciento del listado nominal, los oaxaqueños dieron fin a ocho décadas de gobiernos priistas, depredadores, caciquiles, patrimonialistas y corruptos que, en los dos últimos sexenios, habían prácticamente destrozado a la entidad, saqueado las arcas públicas, llevando hasta la ignominia la impunidad, el crimen y el desgobierno.
Por ello la sesión del vilipendiado y desprestigiado Consejo General del Instituto Estatal Electoral, para llevar a cabo el domingo 11 de julio el cómputo general de las elecciones de Diputados por el Principio de Representación Proporcional y el Cómputo estatal de las elecciones de Gobernador del Estado, revestían un interés fuera de lo común.
Domingo de finales. Una, la del priato, quien después de 80 años veía que la constancia de Mayoría no favorecería a un candidato emanado de sus filas. La otra, la de la Copa del Mundo que configuraba desde un principio, el otorgamiento pulposo de campeón del mundo, a la España de las guerras, la conquista y las transiciones democráticas.
Esa sesión de Cómputo Estatal es el motivo principal de esta crónica:
Desde muy temprano empezaron a llegar grupos de ciudadanos quienes renovados, festivos, libertarios, se daban cita de nueva cuenta con la historia, su historia, para acompañar a su candidato triunfador en la entrega de su constancia de mayoría que lo acredita como el vencedor legal y legítimo de la contienda del 4 de julio.
Al interior del recinto los consejeros legislativos Jesús Romero del PRD y Aranda Castillo del PRI charlan intentando darse ánimos, el negocio al que estaban acostumbrados está por terminarse. Afuera las porras y los gritos arrecian, los vivas a Gabino y la Coalición se escuchan por doquier.
La sesión transcurre sin pena ni gloria y a las 11 de la mañana, en el pequeño recinto de sesiones del Consejo General, abarrotado hasta las chanclas por periodistas, camarógrafos, fotógrafos, corresponsales, reporteros y uno que otro cronista hechizo como yo, edecanes, personal administrativo del Instituto y gente, mucha gente, cuyos rostros anónimos, expectantes, seguían con detenimiento cada detalle de la sesión.
En uso de la palabra, el representante del PRD Antonio Álvarez, – quien por cierto es el principal cómplice de Echeverría en el asunto del comodato de vehículos del instituto y que obtuvo como premio de sus servicios una diputación pluri para su hermana-, inició su perorata señalando: hoy somos testigos de la historia, pues hemos visto una revolución democrática mandatada por los ciudadanos para construir un Estado Constitucional, Democrático Social (le falto de Derecho para estar acorde con las tesis de su partido). Todo iba bien en el discurso que le habían escrito hasta que se salió del guión y derrapó como acostumbra, al lanzarle loas al órgano electoral y a su desprestigiado presidente, bueno, por lo menos hay que reconocerle la lealtad hacia su patrón hasta el final.
En uso del derecho a su posicionamiento, el combativo representante del Partido de los naranjas, Víctor Alejo, enfocó su discurso hacia un reconocimiento a la sociedad y su nivel de participación, – más inteligente que el perredista,- sus logros a lo largo de la campaña así lo acreditan,- señaló que esta participación ciudadana permitió tener de origen, autoridades legales y legítimas, emanadas del mandato popular. La sociedad demanda un gobierno que rompa con las inercias de 80 años, esperamos – dijo que la entrega recepción se haga conforme a derecho, sin sobresaltos; Convergencia reconoce a la sociedad y a los partidos políticos su decidida participación.
Por su parte, Daniel Juárez, del Partido del Trabajo, fijó su postura al señalar que hoy estamos dando cumplimiento al mandato popular y estamos festejando en este 2010, año de la Independencia y la Revolución, la alternancia que le da a Oaxaca una oportunidad distinta. Obviamente nuestro reconocimiento a los partidos por su madurez política y su voluntad para reconocer y respetar los resultados, Oaxaca sin duda esta haciendo nuevamente historia
Al quite el Consejero ciudadano, Wilfrido López Vásquez, quien en su intervención dijo que: por mandato constitucional el Instituto es el encargado de las elecciones y hemos cumplido, – dijo -hinchando el escuálido pecho, – Hemos Kemo Saby? – A pesar de las críticas y los denuestos, este órgano electoral siempre contestó conforme a derecho y en apego a la ley- expresó – y manifestó orgulloso: Con tiempo señalé las deficiencias del Código, sus contradicciones y lagunas por las cuales éste órgano tuvo que reglamentar y emitir resoluciones que, algunas fueron impugnadas, otras no, unas se ganaron, otras no, pero al final cumplimos y esta sesión es para validar ese proceso.
Ya la verdad a esas alturas los comentarios de los colegas se referían a que, ahora resulta que este señor y su órgano, – me refiero al electoral eh? ¡mal pensados!-, se quieren reivindicar como los artífices de la democracia y la legalidad.
Uffff¡ Ahora este cronista entiende porqué el Consejo General nunca estuvo a la altura de las circunstancias de un proceso como el que pasó, la mediocridad y opacidad de sus actores, la falta de oficio político y la impreparación discursiva, los acompañarán por siempre el resto de sus días.
Al fin, la cosa se ponía buena, intervenía Javier Corral, representante suplente emergente del PAN, quien junto con Luís Felipe Zamora, entraron a enderezar la nave panista que, en manos del grumete Libretón y el cabo de palo mayor Dagoberto, la llevaban al puerto seguro de la claudicación y del colaboracionismo con el viejo y caduco régimen representado por Ulises Ruiz Ortiz.
Corral, viejo lobo de mar, avezado en navegar en aguas turbulentas, a remar contracorriente, supo enderezar la nave y conducirla a puerto seguro. En su intervención dijo que un millón 464 mil electores concurrieron a las urnas para participar en una jornada inédita el pasado 4 de julio, esa participación soberana es el principal garante de la legalidad de la elección que hoy contiene el dictamen.
Oaxaca estuvo en los ojos de todo el país y por ello quiero sumarme a la felicitación a los organismos ciudadanos y a los medios de comunicación por su decidida participación para hacer posible esta victoria de la democracia.
Viene para Oaxaca continuó una nueva etapa, la voluntad ciudadana así lo expresó en una jornada pacífica y sin mayores sobresaltos, se reconoce en ese ámbito la madurez de quienes no ganaron y su voluntad al reconocer los resultados. No habrá cacería de brujas ni persecución política pero, eso si lo advertimos, se actuará con apego estricto a la ley y sin concesiones, nada en lo obscurito, todo de cara a la sociedad, con rectitud y dignidad republicanas.
Al final remató con una frase celebre para la historia: Yo entiendo a la transición, como el momento en que las leyes entran en el impasse en su aplicación, entre el miedo de los que se van y las ansias de los que llegan.
Personajazazo este diputado albiazul que sabe como ejercer el quéhacer político. Desde luego el representante del otrora Partidazo, el Pitecántropos Xadanus, Elías Cortés, también abrió su buchaca para amenazar tímidamente con el petate del muerto al decir que: La ley electoral ordena que el proceso concluye con la última resolución que el Tribunal emita, por lo que este proceso electoral de acuerdo con la ley no ha terminado. Sin embargo continuó la madurez política que ha asumido el PRI con los resultados, es porque la ciudadanía ha actuado con responsabilidad y eso merece el respeto de mi partido.
Pero eso sí, de los votos que habla el diputado Corral, 600 mil pertenecen al PRI. después este flamante representante, por aquello de que siempre anda flameado hizo un galimatías sobre el espurio y el legítimo que la verdad nadie entendió.
El diputado Aranda Castillo representante legislativo del otrora mayoritario tricolor, inició su intervención diciendo: Este Congreso o consejo, – ¿Dónde estaba ubicado señor diputado?-. Debe entender expresó – que el código electoral debe ser revisado, es necesaria una reforma electoral que genere un nuevo código y además, por el buen desempeño, este consejo y sus integrantes pueden seguir aportando mucho en su responsabilidad en el futuro. ufff¡ dijimos muchos, aún quiere el diputado Aranda que Luís Echeverría y pandilla continúen al frente al parecer mister Been aún carga la resaca por no haber sido candidato del PRI en su pueblo, que al final igual iba a perder ante la ola gabinista.
Después en turno el micro diputado Jesús Romero, quien la verdad a este cronista poco le importó qué dijo, si es que dijo algo sustancial; ya para entonces la salita, corredores, escaleras y demás lugares del enano Consejo Estatal del IEEO estaban atiborrados. Hasta la madre dijeran los colegas, quienes a esas alturas estaban perdiendo hasta los calzones entre tanto jaloneo y tentoneo de quienes, sin ningún pudor o recato alguno, llegaban tarde y se colocaban primero para grabar sus notas o imprimir sus mejores placas de la sesión y tomar los primeros planos de la nueva y vieja camada de políticos como Raúl Bolaños Cacho, Clemente Jesús López el último de los comunistas -, Fausto Díaz Montes, Memo Zavaleta, Isidoro Yescas, Mario Mendoza ,presidente de Convergencia; Felipe Zamora, Frida Guerrera, Benjamín Robles Montoya y Juan Carlos Fernández, este último delegado especial de los amarillos y de quienes estaban sentados en la sesión: Javier Corral, Daniel Juárez y Víctor Alejo, todos ellos, todos, parte sustancial, activa y decisiva en el diseño y conducción de la campaña del candidato de la Paz y el Progreso, Gabino Cué, quienes sin lugar a dudas, ya tienen un lugar en la historia política de Oaxaca y en la gesta heroica de los Oaxaqueños.
12:42 pm. Mientras tanto continúa el secretario con la lectura de los resultados y mecanismos que la ley determina para la asignación de las famosas y disputadas pluris, ahí presente también, haciendo fila paver qué le toca estaba Daniel P. Montes, secretario técnico de la Comisión para la Reforma del Estado del ulisismo, quien por cierto es vox populi, prendió varias velas trabajando abiertamente para su jefe Héctor Sánchez López, candidato sublime del PANAL a alcalde de su pueblo, dándose tiempo para apoyar al candidato Eviel Pérez y cumplir con quien le paga, Ulises Ruin y ufffff, cuanta movilidad, pluralidad y capacidad de desdoblamiento, se daba tiempo para congraciarse en lo obscurito con la coalición Gabinista, – seguramente está pensando mantener el puesto que burocráticamente ha venido desempeñando-.
Afuera los gritos arreciaban, el pópulo desbordado y festivo gritaba a todo pulmón el clásico grito priista ¡Sí se pudo!, ¡sí se pudo! y el ¡Gabino!, ¡Gabino!, ¡Gabino!, demandando la presencia del candidato triunfador.
Por momentos el grito triunfal de ¡Ya cayó!, ¡Ya cayó!, ¡Ulises, ya cayó! resonaba cual viento libertario en los oídos de todos, grito símbolo de identidad de un pueblo agraviado. Adentro las chaparritas edecanes de Scencia, sudaban la gota gorda, al igual que quienes como hormigas continuábamos dentro, unos por apretados, nosotros, y ellas por no darse abasto pasando los refresquines y la agüita a los sedientos consejeros y representantes, al público ni maíz, decía una de ellas con su clásica sonrisa de niña boba, cuando alguno de nosotros solicitaba algo de beber, en ese momento se comportaban como la única coca cola en el desierto.
1: 43 pm al fin inicia el tan esperado cómputo de Gobernador, los apretones se intensifican, un personaje regordete, con suturas en la frente y clara finta de porro de mala calidad, arremete contra quienes le impiden el paso al grito de ¡hay viene Gabino, abran paso¡, y, efectivamente metros atrás, lejos aún, aparece Gabino, quien ha encarnado la esperanza de miles de oaxaqueños, sonriente a ratos, serio la mayor parte de las veces, avanza lento, lento entre la multitud, y finalmente se detiene cerca de la bajada a la sala de sesiones, ahí espera estoico el embate de fotógrafos y huele gobernadores que se le acercan, moscardones políticos estirando el pescuezo para dejarse ver, por la mirada tranquila del candidato.
Ahí permanece, dejándose fotografiar, querer por su pueblo, tocar por sus admiradoras, en espera paciente de su constancia de mayoría, finalmente la espera es lo de menos, el pueblo ha esperado 80 largos años para respirar en libertad, con justicia y dignidad, para caminar por sus calles seguros, para mirar con firmeza su futuro, para cobrarse los agravios y depositar sobre ese hombre alto y delgado, ligeramente desgarbado, la enorme responsabilidad de llevar sobre sus hombros la esperanza, su esperanza: 80 años para decirle adiós al PRIato.
Después, igual que como entró, saludando y tranquilo abandonó las instalaciones del IEEO. Detrás y adelante el tropel, la cargada de los búfalos, la eterna reproducción del ritual tlatoanico de seguir al ungido, al hombre que regirá los destinos durante seis años, algo que desde luego, Gabino y su gobierno deberán de cambiar.
El lo intuye. Lo olfatea. Sabe que hay que dar pasos rápidos y seguros, mano firme en las decisiones y cabeza fría para no caer en el pantano de las adulaciones y la frivolidad y así lo expresa a su pueblo, a su gente, a todos nosotros en su primer evento público inmediato al recibir su Constancia de Mayoría, que lo acredita como Gobernador electo de Oaxaca, para mandar obedeciendo.
Y hasta aquí esta crónica tardía, que pretende ser palabra escrita, testimonio fugaz de un momento de la nueva historia.