Sebastián San Vicente/Desde mi curul… “La alternancia vista desde lejecitos”

Oaxaca, Oax., 11 de julio del 2011(Quadratín).- El político debe ser capaz de predecir lo que va a pasar mañana; el mes próximo y el año que viene, y de explicar después por qué fue que no ocurrió lo que el predijo. (Winston Churchill
Después de una larga ausencia en la que me mantuve en absoluto aislamiento en mi cabaña ubicada en algún lugar de la agreste serranía oaxaqueña, decidí bajar a la ciudad por provisiones y víveres, cosa que aproveché para darme una vuelta por los expendios de periódicos y comprar varios ejemplares atrasados para darme una idea de que ha pasado, aunque de manera fragmentada, en los últimos seis meses. Desde luego muchos de los huecos informativos los fui llenando al consultar distintos portales en internet y en varias tertulias al calor de las chelas y mezcales con mis camaradas en los portales de la capital del chapulín, todos ellos distinguidos integrantes de la sociedad civil y de la sociedad política, por tanto, doctos en los menesteres del rumor, el chisme político, el análisis de coyuntura, o los sesudos ensayos académicos, por lo general preñados de maledicencia pública y sabiduría popular.
Es así como me doy cuenta que en la percepción de la sociedad, existe un desencanto en torno al gobierno surgido de la candidatura común de varios partidos mediando coalición, que hace ya un año ganó las elecciones, desplazando al canceroso y corrupto priato. Este desencanto desde luego que – tiene sustento dicen los estudiosos-, en los escasos resultados de un gobierno que ya lleva siete largos meses de aprendizaje, torpezas, parálisis y manos atadas. Pero al mismo tiempo – y he aquí lo interesante – ha impuesto dicen mis cuates, un estilo de gobernar más abierto, de mayor contacto ciudadano y profundamente respetuoso de la hoy – igual que en la época de Juárez – amplísima libertad de expresión de la que desde luego, los vocingleros, pájaros nalgones, jilgueros, vuela plumas y demás residuos del viejo régimen priista, hacen uso hasta el cansancio, más ahora que tienen cerrada la llave de los apoyos gubernamentales.
Antes cuando los presupuestos jugosos, las canonjías, los pequeños favores del poder y los chayotazos, fluían cual alcantarilla rebosante en época de lluvias, inundando los bolsillos de los dueños de los pasquines que idiotizan a los ingenuos lectores de la capital y una que otra regioncilla provinciana de provincia, sus reporteros, columnistas y analistas no eran tan despiadadamente críticos y mordaces, como lo son ahora y sus editorialistas que reflejaban la línea del medio en cuestión, eran más que complacientes y agachados con el poder en turno.
Otros elementos a tomar en consideración – dicen mis sempiternos y nunca bien ponderados informantes – son la falta de castigo a la enorme cantidad de corruptos que pululan por la entidad y que de humildes funcionarios del sexenio del “tirano Ruiz”, hoy se han convertido en los nuevos millonarios, propietarios de lujosas mansiones y autos y de un sinfín de pingües negocios a costa de la pobreza y la miseria del pueblo oaxaqueño, así que los pequeños atenuantes como el meter al fresco bote a charalitos como Ruiz Cerón y acalambrar al botete panzón de Pri-ciano Flores, con meterlo a la cárcel por haberse embuchacado 50 melones, – seguramente gastados con y por sus divas petateras -, no es suficiente para devolver la seguridad a los Oaxaqueños de que el verdadero cambio ha llegado.
Sólo la acción enérgica, decidida, eficaz y de raíz, como aprehender y encarcelar a Ulises Ruíz, Rito Salinas, Jorge Franco, Héctor Pablo, Jorge Toledo, Herminio Cuevas, Caña Cadeza, Vera Salinas, Hernández Fraguas, Elías Cortes y prácticamente todo el padrón de afiliados priistas de primero y segundo nivel, devolverá la confianza en los vientos de la paz y el progreso y sentaría un precedente de coto a la impunidad en nuestro estado.
Lo otro sería el dar inicio a la culminación de los compromisos con el sector de la vieja clase política priista que descolorida y reciclada, invade importantes espacios de la administración pública gabinista y que cual rémoras, se aferran a sus viejas prácticas medrando en las oficinas públicas, tejiendo como arañas sus pequeñas redes de complicidades, prebendas y favores y lo que es peor, poniendo todas las piedritas que le son posibles a muchos de los imberbes y neófitos funcionarios del cambio, quienes pasmados aún, no atinan a entender el nuevo papel que les toca asumir en la administración de la alternancia y muchos de ellos incluso, tampoco se pueden sacudir sus viejos atavismos de redentores sociales que les impiden convertirse en verdaderos y nuevos gobernantes con una misión histórica que cumplir, a la altura de lo que el pueblo de Oaxaca mandató el 4 de julio del 2010.
Sin embargo de la información obtenida y en ánimo de la objetividad podemos aseverar que también hay cosas positivas que la alternancia ha traído consigo, por ejemplo ya no tendremos más en los próximo años al PRI y su caterva de facinerosos en el poder ejecutivo estatal; ya no hay un partido único gobernante, es más ya no hay ningún partido gobernante; el gobierno es de composición plural e incluyente, y que de paso no tiene rumbo, lo que implica que los ciudadanos de a pie, podemos y debemos darle uno en beneficio nuestro. Es más el cambio conlleva más cambios consecutivos, inéditos sí, pero consecutivos, ya no hay vuelta de hoja, el largo camino de la transición democrática está dando sus primeros balbuceos, hoy tenemos una ciudadanía más actuante, activa, vigilante y en espera.
La alternancia ha traído consigo también, el agotamiento ya terminal de la vieja clase política oaxaqueña, incapaz ya de renovarse a sí misma y la evidencia tangible de que sus instituciones y el andamiaje jurídico que las sostiene son ya caducos e incapaces de responder a los nuevos retos de una sociedad que ya probó la capacidad de su fuerza y unidad a golpe de votos. Los partidos pre modernos todos, son entelequias familiares antidemocráticas y clientelares, los sindicatos son grupos corporativos y verticales que ya no contribuyen al desarrollo y potencial de sus agremiados y mucho menos al proceso evolutivo y cualitativo de la sociedad en su conjunto; las cámaras empresariales son tan sólo pequeños grupos de ratones timoratos, arribistas y convenencieros que tan solo medran con la necesidad de sus agremiados y ya no representan ningún valor social; las ong´s y las organizaciones sociales – que puedo decir de ellas?- son pequeños espacios de poder de líderes que ya no se representan ni a sí mismos, acostumbrados a vivir del erario público “sin contaminarse”, envueltos en esferas de auto representación y rodeados de aureolas de puritanismo ideológico, clichés “ciudadanos” y sectarismos obtusos, no son ya instancias confiables para la mayoría de la sociedad y han perdido u abandonado su papel de mediación entre la sociedad y el estado.
La alternancia ha traído consigo la impostergable necesidad de repensar el presente y proyectar el futuro, reflexionar sobre el qué, el cómo, hacia dónde y con qué, construir la transición, dar el vuelco, desmantelar las redes autoritarias del viejo régimen, hasta hundirlo en sus cimientos y como dijera el joven Marx, sobre las ruinas de la vieja sociedad, construir las bases de la nueva, ese es el reto, pensar tan solo en ello, es en sí mismo un acto transformador.
En esta visita de una larga y angustiosa semana por la ciudad que alguna vez me vio nacer, me di tiempo para asistir a un par de seminarios sobre la ciudadanía y la transición democrática, todos organizados con la sanísima intención de volver a posicionar en la agenda política la necesidad de impulsar la transición democrática, jalarle las orejotas al “viejo nuevo régimen”, rescatar la agenda pendiente y sobre todo volver a poner en la discusión de la opinión pública, los académicos, actores sociales y políticos y pueblo en general temas como: el papel de la ciudadanía en procesos de transición, los movimientos sociales en esta nueva etapa, el papel de los pueblos indígenas, la autonomía y la transición, las nuevas reformas constitucionales y a las leyes secundarias que apuntalen los cambios democráticos, el desarrollo sustentable, el papel del nuevo órgano electoral, el impacto económico gran burgués en los territorios indígenas, el papel de la mujer en los cambios sociales, la equidad de género, el rumbo del gobierno, sus aciertos y desaciertos, en fin un conjunto de temas que permiten oxigenar el ambiente político, social, económico y cultural oaxaqueño.
Ya de refilón me di tiempo para analizar las elecciones del estado de México y sus resultados que han puesto a la oposición con los pelos de punta, culpándose unos a otros de su derrota y a los priistas en la euforia temporal de los cuernos de la luna, de la mano con su copete gaviotón y su muerta mujer escondida en el closet de su casa. Los priistas de ayer, de hoy y de siempre, borrachos de triunfo, festinan lo que creen su victoria anticipada en las presidenciales del año venidero, sin medir a fondo y con objetividad los resultados, en donde sólo voto el 46 por ciento de los electores, de un padrón de más de 10 millones de votantes, ellos los priistas dos millones, el PRD 1 millón, más los 450 mil de los albiazules y su yunque candidato, que de bravo no tiene nada y de mena ni el recuerdo. Es decir 7 millones y medio de mexiquenses prefieren esperar las presidenciales para dar el golpe definitivo a las aspiraciones del regreso al pasado, del Priato.
En ese marco, pena ajena causaron los priistas oaxaqueños quienes con Héctor Pablo Ramírez al frente, se encontraron en ciudad Netzahualcóyotl y Ecatepec, con un canal de drenaje rebosante de suciedad, que con su sola llegada derramaron. Y por ello, antes que regresen a Oaxaca a salpicar al prójimo, prefiero regresar a mi retiro en las montañas oaxaqueñas, hasta la vista y que la alternancia les sea leve y a mi regreso ya vivan en la transición democrática y recuerden mis lectores ocasionales como decía William Allen White: No scares me tomorrow, because I have seen yesterday and I love today.