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Xochitlalyocan, jardín que resguarda la memoria verde de México
Oaxaca, Oax. 10 de mayo 2012 (Quadratín).-Para la cantante oaxaqueña Silvia María, lo que la llena, motiva y satisface como persona y como mujer, su mayor realización, es estar con su guitarra, ante la gente y bajo un reflector. Una mujer y su guitarra es como ser Dios. La emoción que siente el público me la da, yo la recibo y se las devuelvo en cada canción, afirma.
Originaria de Ocotlán, Oaxaca, Silvia María ha cantado en prácticamente todos los estados de la República Mexicana y en escenarios de Cuba, Centroamérica, Alemania, Francia y los Estados Unidos. En 2009 asistió al Festival de Canto de Marruecos a invitación del Rey Mohamed IV, quien habla un perfecto español.
En 2010 la cantante fue declarada por la Unesco, junto con otras voces del mundo, patrimonio cultural de la humanidad. La noche del miércoles, Silvia María ofreció el concierto Canto y Pasión. Silvia María y amigos en el teatro Macedonio Alcalá, dentro del programa de las Fiestas de Mayo organizadas por la Secretaría de las Culturas y las Artes de Oaxaca.
Ataviada con un elegante traje bordado del Istmo de Tehuantepec, con su inseparable guitarra, y el acompañamiento de Héctor Díaz, la artista interpretó un popurrí de música oaxaqueña y otro de canciones Latinoamericanas: de Facundo Cabral y Alberto Cortés.
Antes de iniciar su participación, ofreció disculpas al público. Explicó que después de un problema de salud sus cuerdas bucales no se encuentran al cien por ciento. De no haberlo dicho, el auditorio no se hubiera percatado, porque en realidad cantó con la pasión, con la intensidad y con la sonoridad con que acostumbra.
El concierto, que devino en homenaje, contó además con la participación de Héctor Díaz, Jaime Luna y Alfonso Robles El muerto, compositores y cantantes, excepto el primero, de la misma generación, aquella de la trova, el bolero y las canciones que inoculan un pensamiento, una reflexión, que acompaña al que la escucha más allá de terminada la función.
Creo que Silvia María y quienes la acompañamos revelamos la emoción, la entrega, la dulzura, la preocupación de toda una época. Y qué bueno que estén llegando nuevos músicos como Héctor Díaz, pero pase lo que pase, el contenido de las canciones será siempre el reflejo del ser humano en su plenitud, en su decadencia o en su excelsitud, comentó Jaime Luna, quien ha dejado de cantar mas no de componer.
Ya no canto, ahora escribo nada más, tengo la fortuna de que mis canciones las cantan niños triquis, zapotecos o chinantecos, manifestó el también promotor cultural, forjador de la llamada trova serrana y fundador de la radio comunitaria de Guelatao.
Silvia María, quien por once años se desempeñó como directora de la Unidad de Culturas Populares en Puerto Escondido, volvió a la capital oaxaqueña para restablecer su salud, y además trabaja en la preparación de dos discos, uno con musicalizaciones suyas de poemas de Arcelia Yañiz, y otro que es un álbum de temas oaxaqueños.