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Magistrada Mónica Soto preside Comisión de transición del Poder Judicial
Oaxaca, Oax., 16 de mayo 2011(Quadratín).- Durante largo tiempo se consideró a un niño gordito como sinónimo de salud; sin embargo en la actualidad se sabe que el sobrepeso conlleva un gran número de alteraciones que pueden limitar la salud y la calidad de vida de quien lo padece, como el desarrollo de enfermedades crónico degenerativas propias de adultos, es decir diabetes mellitus, hipertensión arterial y padecimientos cardiovasculares, alertan médicos de la delegación en Oaxaca del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
De acuerdo con el encargado de la Coordinación de Información y Análisis Estratégico del IMSS, Antonio Cerero Gudiño, las Unidades de Medicina Familiar ubicadas en las poblaciones de Tamazulapan del Espíritu Santo, Cuicatlán, Zimatlán de Álvarez, Santo Domingo Ingenio, Tuxtepec, Ixtlán, Salina Cruz, Tehuantepec, Juchitán, Puerto Escondido y Etla, son las que presentan los índices más altos de sobre peso y obesidad infantil.
Así mismo explicó que la obesidad es la acumulación excesiva de grasa corporal, especialmente en el tejido adiposo, y que se puede percibir por el aumento del peso corporal cuando alcanza 20% a más del peso ideal según la edad, la talla, y sexo de la persona en cuestión.
Para calcular el peso ideal de un niño entre 2 y 5 años de edad, aunque de forma apenas aproximada, hay que multiplicar la edad en años por dos más ocho (por ejemplo: para saber cuánto debe pesar, en media, un niño de cinco años, multiplica la edad, cinco por dos y suma ocho, -es decir 5×2+8=18kg-). Insistió que este método no es exacto pues se trata de apenas una ilustración.
Por su parte el coordinador auxiliar de Prevención y Atención de la Salud, Miguel Ángel Altuzar Figueroa, explicó que la mala alimentación (rica en carbohidratos y grasas), sedentarismo y bajo gasto energético, (por falta de ejercicio), son los tres aspectos que inciden en el desarrollo de obesidad en la infancia, así mismo subrayó que un punto fundamental es que ésta obedece más que a aspectos genéticos, a costumbres familiares arraigadas en cuanto al consumo de productos de bajo contenido nutricional y altas concentraciones de azúcar y grasas.
Alertó que los productos chatarra contienen altos niveles de ingredientes que causan irritación en el aparato digestivo, lo que desencadena en algunas ocasiones en cuadros de gastroenteritis y gastritis. En el mismo tenor destacó que la oportuna atención que se brinda en la Unidades de Medicina Familiar evita que los niños lleguen a desarrollar complicaciones más severas.