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Oaxaca, Oax., 2 de mayo 2011 (Quadratín).- El Secretario Municipal de Oaxaca de Juárez y ex delegado del Instituto Nacional de Migraciones (INM), Omar Heredia Mariche, negó las acusaciones del Padre Alejandro Solalinde Guerra respecto de supuestos abusos durante su gestión. Heredia Mariche asegura que no existen pruebas ni denuncias formales de ninguna irregularidad mientras estuvo al frente de la delegación. Dice desconocer la recomendación al INM que publicó la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) sobre el caso, y opinó que el sacerdote realiza denuncias sin fundamento para hacer su popularidad.
Mariche aseguró desconocer la Recomendación que la CNDH expidió con fecha 29 de abril de 2011 a la PGR y al Comisionado del INM sobre irregularidades en el proceso y violaciones a los derechos humanos en el caso de una ciudadana hondureña y de sus hijos, en el Estado de Oaxaca durante su gestión, en 2010, denuncia que acompañó el sacerdote Alejandro Solalinde, director del Albergue para migrantes Hermanos en el Camino. El funcionario sostiene que nunca le fue remitido ningún documento ni tiene conocimiento de que se hayan cometido abusos en la delegación que ocupó el año pasado.
La Recomendación, publicada en la página de la CNDH, afirma que existen evidencias en el caso que confirman la violación a los derechos humanos, a la legalidad y seguridad jurídica, a la procuración de justicia, al debido proceso y al derecho de los menores a que se proteja su integridad. También considera que se violaron los derechos a la legalidad y a la seguridad jurídica, en agravio de Solalinde, y recomienda que se inicie un procedimiento administrativo contra los servidores públicos de la Delegación Regional en Oaxaca, así como formal denuncia de hechos ante la PGR, para que se determine la responsabilidad penal y se sancione a los funcionarios responsables.
La CNDH sostiene que, durante su declaración, los menores fueron presionados por servidores públicos de la Delegación de Oaxaca del INM para declarar que la mujer que los acompañaba no era su madre, sino una persona contratada para llevarlos a Estados Unidos, y que habían sido aleccionados por ella y por Solalinde para que dijeran que esa mujer era su madre. Posteriores declaraciones de los menores en otras instancias oficiales y un examen de ADN confirmaron que la mujer era su madre.
Según Mariche, los menores fueron entrevistados por personal de migración preparado para tal efecto, y, efectivamente, aseguraron que Solalinde los instruyó para que mintieran. Agregó que esta circunstancia, sumada a la documentación irregular que portaban los migrantes y al hecho de que entre la madre y los niños no había parecido físico, ya que la madre era morena mientras que los niños eran blancos, llevó a establecer una denuncia contra la ciudadana hondureña por tráfico de extranjeros, con el agravante de llevar menores de edad, y uso de documento falso.
Luego de su detención junto a sus hijos, el 21 de abril de 2010, la ciudadana hondureña permaneció 72 horas en la penitenciaría del Estado, y luego fue alojada en la estación migratoria de Oaxaca. El 26 de abril de 2010, la justicia del Estado resolvió la libertad absoluta de los migrantes por falta de elementos probatorios, pero la mujer y los menores permanecieron detenidos por separado, durante cinco semanas, hasta que un examen de ADN solicitado por la PGR confirmó el parentesco, y fueron expatriados a Honduras, también por separado. La CNDH advierte que el personal migratorio omitió la observancia de la Constitución Política Mexicana y la Ley para la Protección de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, al impedir que los menores estuvieran al cuidado de su madre, de la que fueron separados, aun cuando de las averiguaciones y entrevistas, algunas realizadas por el DIF, se acreditaba la relación de parentesco, así como al repatriarlos a su país, en días y vías de comunicación distintos. El documento consigna además que (
) tampoco se advierte la intención primordial de la autoridad migratoria, de proteger su integridad física y psicológica, así como de brindarles apoyo. Según Mariche, a los migrantes siempre se les dio buen trato. Durante el año 2010 nunca hubo denuncias de abusos y malos tratos. La denuncia fue contra mis agentes que la aseguraron y se cumplió con todo el procedimiento administrativo, dijo Mariche, quien aseguró que la señora no tenía documentación, estaba en situación ilegal, ni siquiera tenía la tenencia de los niños, y abandonó a sus hijos en varias ocasiones.
Por otra parte, la Recomendación sostiene que la autoridad migratoria incurrió en un acto de molestia hacia el Padre Solalinde al no respetar su derecho a la legalidad y a la seguridad jurídica por haber insinuado que el sacerdote estaba involucrado en un acto delictivo. Mariche aclara que no existe ni existió una denuncia formal por su parte hacia el Padre Solalinde. El sacerdote presentó un escrito de intervención en la averiguación, porque, supuestamente, yo lo estaba inculpando; pero el Ministerio Público le respondió que no podía tener intervención ya que Migración jamás presentó una denuncia en su contra. Yo quisiera que él compruebe cuándo se le inculpó. Cualquier ser humano puede faltar a la verdad, pero una persona de la Iglesia no debería hacerlo, sostuvo el funcionario.
Mariche asegura que las denuncias de Solalinde no cuentan con fundamentos. Es una manera de seguir en vigencia de este tipo de gente que se dice defensora de los derechos humanos. De eso hace su popularidad el señor. Lo que quiere en el fondo es que desaparezca la autoridad migratoria, y eso es un disparate, dijo Mariche, quien opinó que el albergue de Solalinde está en muy malas condiciones, y propone que los medios de comunicación se acerquen a la institución que dirige el padre, para verificar en qué condiciones se mantiene a los migrantes.
El Secretario Municipal asegura que con el sacerdote tuvieron una relación cordial, hasta que empezamos a asegurar más migrantes, y eso lo molestó. Mi función era hacer cumplir con la seguridad nacional, tal vez a él no le gustaba, pero no se trata de gustos. Los números no mienten. En el período que yo fui Delegado, se aseguró un porcentaje mucho mayor de migrantes que con mi antecesor, en 2009. Entre noviembre y diciembre aseguramos en Oaxaca unos mil extranjeros.
Con respecto a la depuración que se está llevando a cabo en el Instituto de Migración, a través de la remoción de 7 Delegados, entre ellos el de Oaxaca, Mariche se mostró a favor de que se investigue y se castigue a aquellos funcionarios que se encuentren involucrados en actividades delictivas, al tiempo que mencionó que el comisionado del INM, Salvador Beltrán del Río, tiene la mejor opinión de él, como consta en declaraciones que realizara a El Universal en una publicación del 17 de mayo último. No obstante, Mariche se mostró dispuesto a ser investigado. Si alguna vez hice algo incorrecto, estoy dispuesto a ser investigado. La responsabilidad no cesa. Que se investigue, pero en serio, porque eso de estar difamando no es serio.