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Avanza el bienestar de Santiago Camotlán con la Primavera Oaxaqueña
San Juan Bautista Tuxtepec, Oax., 12 de diciembre de 2011 (Quadratín).- En el segundo día de actividades del Festival Cultural del Papalopan 2011, tocó al Parque Juárez, ubicado frente al palacio municipal, arropar la presentación de una de las familias con mucha tradición: Soneros del Papaloapan y al grupo Estanzuela, de Tlacotalpan, Veracruz, quienes desde el primer son arrancaron fuertes aplausos de una población, que desde temprana hora se dio cita en esta explanada.
Los sones, zapateados y décimas brotaron sin cesar. El son de Colás, La guacamaya, El panadero, El gallo y El cascabel, fueron seguidos por el público asistente.
El grupo Estanzuela, mostró una de las tradiciones jarochas más alegres: los versadores repentistas, quienes alegraron con divertidos versos alegraron a los visitantes.
Organizado por la Secretaría de las Culturas y Artes de Oaxaca, en coordinación con el CONACULTA y autoridades municipales, también se hizo un reconocimiento a Elías Meléndez Núñez, quien a sus 90 años, sigue promoviendo, difundiendo y alegrando con su voz y composiciones en décimas – estrofa poética culta, que se puede cantar, rezar, declamar o teatrizar, la cual se practica en todos los pueblos que hablan español-
Autoridades municipales y estatales encabezadas por el subsecretario de Formación Artística y Cultural, Emilio de Leo Blanco, entregaron el reconocimiento a la labor de Elías Meléndez, quien animó fiestas populares y fandangos desde que llegó a radicar a Tuxtepec, hace 60 años.
Gracias a su colaboración el fandango, la jarana y el son jarocho han logrado mantenerse en Tuxtepec.
Durante el medio tiempo del Festival se presentó el grupo Sonoro Sueño integrado por jóvenes tuxtepecanos, quienes están dando inicio a una de las tradiciones más queridas, la de versadores repentistas.
Finalmente, uno de los espectáculos más esperados fue la presentación del encuentro A versar hemos venido, donde se impuso el ingenio y agilidad de Julio Domínguez, Mauro Domínguez, Samuel Aguilera, Jaime Manuel Yáñez, Zenen Zeferino y Fernando Guadarrama, quienes por medio de un sorteo conocieron hasta ese momento, cuál sería su pareja con la que tendrían que improvisar, sujetándose a tres palabras y un son con los cuales dieron inicio a su improvisación en verso.