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Oaxaca, Oax. 07 de julio 2012 (Quadratín).- Originaria de Ocotlán de Morelos, en los valles centrales de Oaxaca, Beatriz Vásquez Gómez no sabía quién era Frida Khalo hasta que una persona le habló de su gran parecido físico con la pintora mexicana. Desde entonces su vida cambió. Hasta me hacen fiesta, dice.
El rostro de Bety, como le dicen sus amigas, tiene ciertamente gran parecido con el de la artista. Y si a ello agrega atuendo regional del Istmo de Tehuantepec, como solía vestir Frida Khalo, la similitud aumenta. Las cejas pobladas, casi juntas en el ceño, son naturales. Herencia de mi padre, afirma.
Beatriz Vásquez asistió este viernes a la exposición en homenaje a Frida Khalo, por el 105 aniversario de su natalicio, montada en el restaurante y galería La Olla, en el centro histórico de la ciudad.
Dolores Leycegui, expuso una serie de sus muñecas de tela llamadas friduzcas, ataviadas con trajes regionales de distintas partes de la república mexicana y Pili, propietaria del establecimiento, exhibió diversos artículos como bolsos, manteles y artesanías, inspirados en la pintora que en los últimos años se ha convertido en un ícono de la cultura mexicana dentro y fuera del país.
El atractivo de la noche fue la llamada Frida oaxaqueña. Turistas nacionales y extranjeros le toman fotografías y la felicitaban como si ella fuera la festejada.
-¿Cuándo se da usted cuenta de su parecido con Frida Khalo?
-El primero que me dijo fue el señor José Luis Bustamante del Valle, hace como unos veinte años.
-¿Usted sabía de Frida Khalo?
-No. Yo no sabía ni quién era Frida, hasta que cinco años después de que me tomaron las primeras fotografías alguien me regaló un libro y fue entonces que supe de ella.
-¿Y, qué opina de ella?
-Que es muy grande; dio muchos ejemplos a seguir, ejemplos buenos, de lucha. Aún enferma dio muestras de ser una gran artista. Creo que debemos aprender de ella, porque hay gente que a veces no sufre nada y se están quejando de todo. Frida Khalo es grande.
-¿A qué se dedica usted?
-Me dedico a la cocina, con mucho orgullo. Tengo un local en el mercado de Ocotlán. Mi cocina se llama Frida en agradecimiento, porque me han pasado cosas muy bonitas gracias a ella.
-Y mucha gente va hasta allá para conocerla, supongo
-Llegan de todo el mundo. Tengo revistas periódicos, han publicado mis fotografías en muchos países, y me felicitan. A veces también me insultan, porque no todo les parece bien a las personas. Pero yo no le hago mal a nadie. No tengo la culpa de mi parecido con Frida Khalo, Dios sabe por qué hace las cosas.
-¿Sus cejas son naturales?
-Sí, son herencia de mi padre.
-¿El pintor Rodolfo Morales, de Ocotlán, nunca le dijo que se parecía a Frida Khalo?
-Muchas veces cocine para los invitados del maestro Morales, pero él era muy callado. La gente que él invitaba a su casa sí se tomaba fotos conmigo y me aplaudían; me hacían fiesta. La verdad, a veces hasta me lleno de emoción porque la gente me quiere. No me la creo, pero aquí estoy.