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MÉXICO, DF. 6 de septiembre de 2014 (Quadratín).-El recientemente anunciado Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM), por sus dimensiones tendrá enormes implicaciones financieras, medioambientales y de transporte, por lo que será necesario conocerlas y analizarlas.
Saber si el dinero proyectado para construirlo, 120 mil millones de pesos, se gastará de manera transparente y correcta; conocer qué se hará para transportar a los millones de pasajeros que cada año llegarán y preservar que las aves migratorias no sean afectadas por el megaproyecto.
Por ello el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA) y el Centro de Transporte Sustentable (CTS Embarq) unieron esfuerzos para crear el Observatorio Ciudadano para el Nuevo Aeropuerto.
“Lo que queremos es que nos expliquen bien el proyecto, tiene muchas implicaciones ambientales, hidráulicas, de competitividad e impacto en la zona. Nosotros como organizaciones civiles quisiéramos conocer los detalles, cómo están pensando que sea el acceso de todos los pasajeros cuando trabaje a toda su capacidad”, explicó a Quadratín el Director de Desarrollo Urbano del CTS Embarq, Luis Zamorano Ruiz.
“Cómo están pensando o previendo que lleguen los pasajeros al aeropuerto, algo así como 300 mil personas al día cuando esté a su máxima capacidad y a eso súmale la gente que trabaje en el aeropuerto. No sabemos si están previendo planear transporte público o de qué tipo, o sí habrá dos pisos y si será por un sistema de pago”, dijo el especialista.
Sería preocupante que se apostara por el auto particular para la llegada y salida de pasajeros, consideró Zamorano.
“La cantidad de pasajeros en un futuro se va a multiplicar por tres o cuatro y el nuevo aeropuerto va a estar de 10 a 12 kilómetros del actual y eso genera más distancia de recorrido de vehículos particulares y más gases contaminantes. No queremos que el nuevo aeropuerto tenga como principal medio de acceso el taxi o el auto particular. Si se va a invertir esa cantidad tan significativa para construir un aeropuerto de clase mundial, entonces debes prever la accesibilidad y la priorices en transporte público, quizá con Bus Rapid Transit [un sistema como el del Metrobús]”, planteó.
Otros aspectos que deben quedar claros son los relacionados al impacto ambiental, como el manejo de la basura, del agua, el uso de las energías renovables, que deben tomarse en cuenta para hacer al megaproyecto sustentable, dijo por su parte Gustavo Alanís Ortega, del Cemda.
“Otro tema prioritario es el de las aves, de los patos. Hay aves migratorias que llegan cada año, lo importante son las medidas de preservación, que se mantengan de manera apropiada. Otros temas tienen que ver con la sismicidad, cómo el aeropuerto será resistente; o la cercanía con los volcanes y la posibilidad de que haya una fumarola y salga ceniza, el tema de la seguridad aérea, hace 12 años [con el proyecto de Atenco] se decía que los patos se iban a meter a las turbinas de los aviones”, agregó el abogado ambientalista.
Otros temas que deben ver son los riesgos de las inundaciones y los hundimientos, estos últimos ya presentes en la actual terminal dos del AICM.
En el caso del IMCO, este vería aspectos financieros, de transparencia y competitividad, señaló por su parte Zamorano. Será a partir de octubre que las organizaciones organicen foros para conocer las inquietudes y propuestas de organizaciones, activistas, expertos y la ciudadanía y generar recomendaciones respectivamente.
“El Observatorio es para monitorear que esas recomendaciones se integren al proyecto y termine en un mejor funcionamiento”.