
Sentencia de 8 años de prisión a homicida de la Cuenca
Tuxtepec, Oax., 24 de junio 2011(TV. Bus).- Uno de los sacerdotes con mayor arraigo en la región de la cuenca del Papaloapan, Arístides Gil Reyes, afamado por su afición a los animales, sobre todo caballos y gallos de pelea, falleció la noche de este jueves en un accidente en la carretera Tuxtepec-Valle Nacional a la altura del kilómetro 13.5 cerca de la comunidad de Arroyo Choapan.
El sacerdote, también conocido como el Padre Gallo, viajaba rumbo a la colonia Obrera de esta ciudad en donde era responsable de la capilla de ese lugar, en una camioneta Ford de modelo antiguo, cuando al parecer perdió el control de la unidad y salió de la cinta asfáltica.
El padre perdió la vida debido al impacto y su cuerpo permaneció por al menos dos horas en el fondo de un barranco de más de 3 metros de altura a donde cayó la camioneta, hasta que las autoridades llegaron a levantar el cadáver.
Al lugar de los hechos acudieron de forma inmediata religiosas que se encuentran en la comunidad de Arroyo Choapan y el sacerdote del municipio de Jacatepec, para auxiliar al sacerdote de manera espiritual.
Cientos de personas de las comunidades cercanas acudieron al lugar del accidente para apoyar en el rescate del cuerpo, que alrededor de la media noche fue trasladado al anfiteatro de la ciudad para la necropsia de ley.
En el lugar también se apersonó el Obispo de la Diócesis, José Antonio Fernàndez Hurtado, para coordinar con las autoridades el traslado del cuerpo y posteriormente su velorio que será en la capilla de la colonia Obrera de Tuxtepec a donde estaba asignado el sacerdote.
El Padre Gallo arribó a la ciudad de Tuxtepec en la década de los 80, rápidamente tomó fama por su carácter dicharachero y alegre, además por su bien parecido, por su afición a los gallos, los caballos y a las mujeres, situación que le hizo ganar su sobre nombre.
Su cercanía con el pueblo y su carácter le ganó muchos adeptos y amigos a lo largo y ancho de la diócesis. Sin duda es uno de los sacerdotes más afamados de los últimos tiempos y con un gran arraigo. Su muerte corrió rápidamente por las redes sociales en las que se logran leer mensajes que lo recuerdan con nostalgia.
El sacerdote había sufrido ya muchos accidentes porque acostumbraba manejar después de convivir con sus amigos, y había logrado salir adelante. Hoy alrededor de las diez de la noche dejó de existir. Se esperan cientos, tal vez miles de feligreses en sus actos fúnebres que coincidirán con la fiesta de San Juan Bautista.