Seis años de impunidad: no hay #JusticiaParaSol
Muy buenas tardes tengan todos ustedes
Compañeras y compañeros legisladores,
Público asistente que nos acompaña,
Amigos de los medios de comunicación…..
Sean todos bienvenidos.
Legislar es, desde hace muchos años, una responsabilidad casi invisible y poco valorada por la sociedad. Desde este entendimiento colectivo, mucho más preciso que el nuestro, legislar es una tarea confusa, inútil y costosa. Así es, ostentar el cargo de diputado equivale a asumir también una serie de calificativos que se le atribuye, con toda justicia, al supuesto acto de crear o reformar las leyes constitucionales de un estado.
Sin embargo, la relevancia de esta actividad es proporcionalmente inversa a su descrédito cuando se legisla con capacidad, derecho y responsabilidad. Adquiere, entonces, un valor trascendental: es la ingeniería de un Estado. Si lo analizamos desde esa perspectiva, hallaremos que la salud de un país o una región depende sustancialmente del número de aciertos, errores u omisiones que se cometen en sus congresos.
Por lo tanto, ante una trascendencia de esta magnitud, no se puede asumir otra actitud que no sea la del deber, la congruencia y la honestidad.
Dicho de otra forma, en cada iniciativa de ley o de reforma, se juega mucho más que el interés de un partido político, una corriente ideológica y una aspiración personal: se juega el destino de un pueblo entero.
Entre esta dicotomía, descrédito y valor, es como yo me presento ante ustedes. Tendrán que elegir, al final de este informe, una sola de las opciones.
El 13 de noviembre de 2007 inicié mis labores como diputado local por el partido Convergencia, en la LX Legislatura del Honorable Congreso del Estado de Oaxaca, bajo una premisa determinante: encabezar una oposición democrática que, aunque fuera minoría parlamentaria, representara en el contexto político y social a toda la población desencantada, olvidada y oprimida por el actual gobierno.
Esta fue la bandera que enarbolé durante todo mi ejercicio legislativo, pero no sólo como idea o discurso, sino en cada uno de mis actos. Y esta fue la misma bandera que enarboló el grupo parlamentario de Convergencia, integrado por mi amigo Zenén Bravo Castellanos y Gustavo Velásquez Lavariega, de quienes tuve el honor de ser coordinador.
Bajo estos principios, formulé una agenda legislativa que respondiera a las condiciones históricas de ese momento, que propiciará el cambio sustancial y determinante para la gobernabilidad del estado
.., que fuera eficaz, proactiva e independiente.
Con ayuda de especialistas, construimos una agenda de gran visión que se ubicara por encima de la estridencia política y la coyuntura.
Busqué, en todo momento, establecer objetivos cuyo valor no encontraran resistencia en los demás partidos, que fueran reconocidos por la sociedad como útiles y necesarios, y que garantizaran una línea de trabajo permanente.
El punto de partida fue la propia agenda legislativa preliminar, conformada por la demanda ciudadana, los resultados de la campaña electoral de ese año y la situación en que se hallaba el marco jurídico estatal.
Fijamos como prioridad, para decirlo de manera concreta y directa, modernizar el marco jurídico en torno a la operación de los poderes del Gobierno del Estado para hacerlo mucho más funcional.
Entre los tema clave que se identificaron sobresalen:
1. Un andamiaje político que hiciera posible una verdadera división de poderes.
2. La coordinación intergubernamental que hiciera más eficaz y eficiente la actuación del estado
3. La construcción de instituciones más sólidas y responsables
4. La existencia de funcionarios honestos, capacitados y comprometidos
5. La igualdad de género, a través del empoderamiento de la mujer
6. La protección económica, social y constitucional de las personas vulnerables
.
7. Y mejorar la condición de vida de todos los oaxaqueños al combatir de forma integral el rezago social.
Aunque lamentablemente la inercia política e irresponsabilidad de algunos actores impidieron la consolidación de esta agenda, varias de las reformas que logré concretar tienen su inicio en esos conceptos.
No tengo la más mínima reserva para asegurar que la siguiente legislatura, ahora en condiciones mucho más favorables para los partidos que hasta ahora hemos sido oposición, podrá materializar el ansiado sueño de una reforma integral del estado.
La mitad del camino, no obstante, ya está recorrido. En tres años de labores legislativas propuse más de una treintena de iniciativas del ley y reformas constitucionales para mejorar el marco legal de nuestro estado, y casi el doble de proposiciones con punto de acuerdo.
Y para lograrlo fue necesario dialogar, debatir, señalar, proponer y diseñar las reformas de base para que el cambio que hoy vivimos sea realidad.
Toda esta actuación se divide en tres ejes fundamentales:
1.- Transparencia, rendición de cuentas y fiscalización de los recursos públicos
2.- Participación ciudadana
3.- Promover la igualdad de género y la autonomía de la mujer, garantizándole el acceso a una vida libre de violencia.
El jueves 13 de diciembre de 2007, a sólo un mes de asumir el cargo como legislador, propuse la abrogación íntegra de la Ley de Transparencia, así como la creación de la Ley Superior de Fiscalización; no como un capricho o con un espíritu de acoso, sino como parte de la voluntad para construir un estado de derecho sólido, con un marco jurídico acorde a las necesidades de Oaxaca. Pero sobre de todo, y de manera enfática, porque ésta era una de las principales exigencias ciudadanas: que el espacio gubernamental fuera efectivamente público.
Esto obligaría al Estado a abrir todos sus archivos, sin resquicios ni recovecos jurídicos, lo que representaba sin duda alguna uno de los mayores logros jurídicos y políticos en la historia de esta entidad. Significaría que dos instituciones, con los suficientes elementos constitucionales, podrían escudriñar, auditar, vigilar y sancionar a los funcionarios públicos.
La transparencia y la rendición de cuentas son el antídoto contra la demagogia; combaten las prácticas antidemocráticas, los manejos turbios y la información sesgada.
Por eso todo gobierno que pretende edificar una actuación confiable y certera, adopta estas dos herramientas como estandartes y guías.
No existe otra manera para legitimarse que no sea a través de la confianza.
En el contexto actual de Oaxaca, sin embargo, a dos años de vigencia, transparencia y auditoría son dos extraños entes que operan bajo la oscuridad, la discreción y el chantaje político.
De ahí que sostenga que tanto para el Gobierno Electo, como para un servidor, la transparencia y la rendición de cuentas son prácticas democráticas que llegaron para quedarse. Forman parte, inevitablemente, de la agenda presente y futura de Oaxaca.
En lo que respecta a la participación ciudadana, el esfuerzo no ha sido menor como tampoco los obstáculos.
Pese a ellos, en noviembre de 2007 y febrero de 2008 presenté una serie de reformas a la Constitución de Oaxaca, para la creación de la Ley de Participación ciudadana. Aunque en la actual legislación constitucional y electoral los mecanismos de democracia semidirecta se encuentra inscrita en el papel, no ha existido voluntad política para la aprobación del REFERENDUM, PLEBISCITO y REVOCACION DE MANDATO.
Así es, actualmente hay al menos 6 iniciativas en el mismo sentido que se encuentran en la congeladora del Congreso, pero que ya muy pronto verán la luz. No tengo ninguna duda.
La próxima Legislatura tendrá la enorme obligación de trabajar sobre ello y rediseñar el sistema democrático, permitiéndole una integración cualitativa de la sociedad.
Plebiscito, Referéndum, Iniciativa Ciudadana y Revocación de Mandato son procedimientos que contribuirán a la construcción de una verdadera participación democrática, ya que impulsarán la información, el conocimiento, el análisis y la discusión sobre los asuntos públicos relevantes para la entidad y la sociedad; estimularán la transparencia en el proceso de toma de decisiones y procurarán que las autoridades locales asuman acuerdos que respondan a las necesidades básicas de la población.
Insisto, estoy convencido de todo ello.
Por eso también digo que la tan la tan llamada Reforma del Estado es ante todo una refundación en las relaciones entre el Gobierno y sociedad.
Las reglas y valores de la democracia en un régimen político como el nuestro, encuentran su virtud en la coexistencia pacífica y no violenta de las formas de solución a los problemas sociales
El tercer tema fundamental en mi trabajo legislativo fue el de promover la igualdad de género y la autonomía de la mujer, garantizándole el acceso a una vida libre de violencia.
En noviembre de 2007 presenté un punto de acuerdo para exhortar, a la Fiscalía Especializada en la Atención a la Violencia contra las Mujeres, el seguimiento puntual y preciso de las denuncias ahí presentadas. Y en febrero de 2008, propuse ante el pleno camaral la iniciativa que crea la Ley Estatal de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, como una forma definitiva de atender los problemas sociales de discriminación, violencia física o psicológica que sufren las mujeres en el estado de Oaxaca.
El espíritu esencial consistía en garantizar la seguridad e integridad de las víctimas, su protección y la intervención policial y judicial inmediata
..
Hago aquí un paréntesis para agradecer de manera especial al Colectivo Huaxyacac por su apoyo y por su valiosa colaboración, pues sin ella hubiese sido imposible abrazar este tema tan apasionadamente.
Muchas gracias Anabel, Ana Maria y amigas del colectivo.
Mi reconocimiento a su lucha cotidiana por erradicar el mecanismo de dominio, control y opresión que tanto daño hace a miles de niñas y mujeres oaxaqueñas.
Gracias por ese coraje mostrado en el interior del Salón de Sesiones.
No claudicar y defender con dignidad los derechos de las mujeres ha sido una bandeja de agua fría para todos nosotros, los políticos, que hacemos de los discursos guiones fríos e impersonales.
Esta agenda legislativa consistió, pues, en dar prioridad y respuesta a las demandas ciudadanas que recogimos al interior del estado. En cada uno de los recorridos, el pulso social y la contundencia de la realidad nos mostraron el rumbo para no equivocarnos.
De ahí las numerosas propuestas que hicimos, entre las que destacan:
La Reforma para ciudadanizar al procurador de Justicia
La Reforma para endurecer la pena al delito de secuestro
La Reforma para derogar los delitos de difamación e injurias
La Reforma para elevar constitucionalmente el derecho a la réplica
La Reforma para la creación de programas que estimulen el empleo y la economía del estado
La Propuesta de reformas de raíz la Ley de Pensiones para el Estado de Oaxaca y la Propuesta de reformas a la Corporación Oaxaqueña de Radio y Televisión, por mencionar algunas de las más importantes
.
Con la misma determinación, abanderamos causas sociales como la eliminación de la tenencia y el reemplacamiento, muestra de nuestro compromiso irrevocable con el sentimiento de la gente.
Fuimos entonces oposición y asumimos el papel histórico que eso conlleva.
Pero no aceptamos que ese papel haya sido el del enfrentamiento y la hostilidad, el ir contra de todo y osbtaculizar.
La nuestra fue una oposición democrática basada en la participación y representación de las minorías, en exigir obstinadamente que los actos de gobierno fueran claros y consecuentes
. En hacer las cosas correctas.
Fuimos intolerantes, eso sí, con la complaciencia y el servilismo, con la incapacidad y la sinrazón, con todas aquellas iniciativas o reformas que no apelaron al bien colectivo.
Fomentamos, en cambio, la libertad y el consenso
, el respeto, la tolerancia y el reconocimiento a la sociedad. La misma sociedad que, ante la indiferencia y cerrazón de los funcionarios públicos, nos convocó para ser interlocutores en repetidas ocasiones.
Nuestra idea de oposición siempre fue la misma: esperamos que todas las fuerzas políticas lo hayan entendido así.
La verdadera oposición es propositiva. Funciona como contrapeso natural para los gobiernos porque establece límites y es responsable. Así busqué actuar siempre
Por eso hoy más que nunca defiendo el derecho a disentir, a reflejar una solución distinta a la propuesta.
Amigas y amigos, si bien la oposición ha sido la maravillosa oportunidad de darle voz ante los poderosos a quienes no la tienen, y a defender los principios democráticos de la diversidad, hoy que los tiempos políticos apuntan en una dirección diferente me siento obligado a refrendar mi compromiso ante todos ustedes para seguir trabajando en la reconstrucción de Oaxaca.
Pronto iniciará una nueva etapa para el estado, que nos demandará un labor honesta, una convivencia armoniosa y una conducción sustentada en los principios más nobles y generosos.
Los ciudadanos eligieron la democracia. Y en Oaxaca triunfaron el diálogo, los acuerdos transparentes y las ideas.
Estos son tiempos de justicia, de progreso y de paz.
Las fuerzas políticas han demostrado que pueden privilegiar el interés superior antes que los intereses de partido. Y con ello marcaron el camino que debemos seguir sin resquemores.
Así es, a diferencia del pasado hoy podemos construir unidad sin traicionar nuestros principios.
Hoy sabemos que somos más fuertes en nuestra diversidad y en el respeto a todas las ideas.
Nuestra alianza fue por la democracia, el cambio, la rendición de cuentas, la transparencia, el combate a la corrupción, la libertad y la justicia.
Y esta será, no tengo duda, la esencia del nuevo gobierno.
Llegó la hora del cambio.
La sociedad oaxaqueña necesita de un nuevo pacto social, de compromisos serios y voluntad de participación de todos los actores políticos.
Por eso digo que si bien en el futuro inmediato de Oaxaca no veo pago de cuotas, sino de responsabilidades compartidas, distingo con claridad que la prosperidad que todos queremos edificar requiere del concurso de todos los oaxaqueños, afines u opositores, sin simulaciones y sin actos beligerantes o revanchistas.
Por el contrario, aún como diputado de la LX Legislatura y a titulo personal, les pido a mis compañeros políticos que avancemos, que construyamos.
Oaxaca más que nunca requiere de nuestra civilidad y de un proyecto de altura
..
Como una muestra que da fe de lo anterior, el Pleno del Congreso Oaxaqueño aprobó la publicación del Bando Solemne que declara al Lic. Gabino Cué Monteagudo Gobernador Electo de Oaxaca, para el periodo 2010-2016.
Para mí, este acto no sólo representa el mandamiento constitucional al que está obligado el Pleno, sino que refleja la madurez y la responsabilidad de la LX Legislatura que, con una mayoría legislativa distinta a la opción política que representa GABINO CUE, hoy respeta y acata la decisión del electorado.
Eso es algo digno de resaltar y reconocer. Y yo soy el primero.
En horabuena pues al Gobernador Electo.
Exito en su administración.
En horabuena a los diputados electos en la LXI Legislatura, próxima a comenzar.
Estoy seguro que sabrán cumplir con el enorme reto de reformar al Estado/////
En horabuena a todas y todos ustedes mis compañeros diputados salientes
..
Desde la posición que me tocó desempeñar, les digo sinceramente que fueron respetados parlamentaria y civilizadamente.
Amigas y amigos todos, llegó la hora de continuar la ruta que el pueblo mandató el pasado 4 de julio.
Por un Oaxaca en el que todos construyamos su porvenir, por un Oaxaca democrático y tolerante……., vamos por la paz y el progreso que todos merecemos.
Muchas gracias por su atención……… y gracias a todo mi equipo de trabajo por su dedicación y esfuerzo de todos estos años.
Mi reconocimiento sincero.
Sin ustedes tampoco hubiese sido posible salir victorioso en tan importante tarea.
Gracias. Muchas gracias y buenas noches.