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Juchitán, Oax. 6 de septiembre de 2013 (Quadratín).- Lo que inició como “Pasión por Juchitán” culmina con “Pasión por lo que hacemos”.
Es la frase del espectacular de una tienda de cervezas 24 horas que recibe a los visitantes en Juchitán, es la gran obra del trienio de Daniel Gurrión Matías, pues la empresa es de su familia y la ha ubicado en un una esquina estratégica en el crucero de la ciudad.
Sin una obra de gran trascendencia con que coronar su trienio, salvo un boulevard del río, obra mal hecha que se hunde con las lluvias, la empresa familiar del presidente municipal se inauguró como la obra en que centró sus esfuerzos los últimos meses: una expendedora de bebidas embriagantes y “botana” perteneciente a una línea de tiendas de conocida marca cervecera.
Diseñado por el regidor de Cultura Soid Pastrana Vera, el creador de la campaña del entonces candidato del PRI, Daniel Gurrión Matías y creador de la imagen y la marca institucional del Ayuntamiento Juchiteco, el gran anuncio de varios metros de diámetro muestra los distintivos propios de la región, las flores de los huipiles de las juchitecas, y los colores primarios propios de la
obra y las creaciones del diseñador gráfico y artista plástico.
Una administración supuestamente celosa de los valores cristianos se dedicó a chantajear tanto a empresarios de bares como empresas cerveceras, para obtener mayores dividendos sobre permisos para expendio y definición de horarios de venta en las noches y madrugadas, ha erigido una “cantina” que vende cerveza las 24 horas.
Sobrepasando la autoridad de su Regidor de Salud, Margarito Aquino, el presidente municipal, junto con sus cercanos, se ocupó de vigilar los bares y cantinas del centro de la ciudad ocupando a elementos de la policía municipal vestidos de civil para servir de espías y procediendo a su clausura para presionar a las empresas cerveceras y chantajear a los dueños de bares nocturnos.
Este gobierno que esgrimió una frase cuasireligiosa, dejó de lado su convicción cristiana para extender la mano y recibir el pago anual aumentado de las cerveceras para omitir el pago y expedición de permisos a los dueños de cientos de bares y cantinas en la ciudad y sus periferias que no disminuyeron si no aumentaron en esta administración.
Aunque sustentaron su campaña en las artes plásticas juchitecas para acceder al poder municipal, la hipocresía política del Edil y su familia se refleja, en que mientras erigen tiendas de cerveza, han retenido 300 mil pesos del gobierno federal etiquetados para el taller de Artes Plásticas de la Casa de la Cultura para apoyar la formación de jóvenes pintores.
El taller que dirige el pintor Miguel Angel Charis, que aleja a jóvenes de otros vicios y los encausa al trabajo artístico, hoy se encuentra sin servicio de luz eléctrica y en el abandono por parte de la administración priísta y de Soid Pastrana.
El oprobio de que es víctima el taller por parte de los Gurrión ha llegado hasta oídos del pintor juchiteco, homenajeado por los priístas en su primer año de gobierno, Francisco Toledo, quién instó a la comunidad artística que reside fuera de Juchitán a ayudar al taller. (Colaboración)