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Oaxaca, Oax. 1 de mayo de 2009 (Quadratín).- Un tratamiento contra el virus de la influenza porcina le cuesta al estado poco más de dos mil pesos.
El subdirector general de Innovación y Calidad de los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO), Marcelo Noguera Sánchez, informó que Oaxaca cuenta con 7 mil 600 tratamientos antivirales específicos para atender cualquier contagio y evitar que sigan creciendo el numero de victimas.
Tenemos medicamentos para atender tres veces el numero de contagiados en el Distrito Federal y el Estado de México.
El funcionario refirió que este jueves se decidió ampliar el protocolo de manejo de medicamentos, aunado ello se dispuso de una guía clínica de tratamiento, permitiendo a los laboratorios públicos y privados empezar a utilizar pruebas rápidas debido de presuntos contagios del nuevo virus.
Al posible paciente con síntomas del contagio, mismo que debe presentar temperaturas superiores a los 38 grados, tos seca y dolor de cuerpo se debe poner en aislamiento a la par de que debe suministrarle dosis de dos antivirales.
Se trata de dos sueros Zanamivir que fue descubierto en 1989 y es una medicación inhibidora de la neuraminidasa, designada para tratar al virus A y B de la influenza.
Relenza es el nombre comercial y el único tipo de zanamivir, mismo que tiene un precio en el mercado de 600 a 700 pesos.
El Relenza fue desarrollado por un grupo de científicos en el Colegio Victoriano Farmacéutico de la Universidad Monash, en Melbourne, Australia.
El equipo estaba dirigido por Mark von Itzstein en asociación con el CSIRO (Commonwealth Scientific and Industrial Research Organisation).
El descubrimiento del relenza fue parte del proyecto de la Compañía Australiana en biotecnología; Biota, para desarrollar agentes antivirales por vía de diseño de droga racional.
La Influenza A y B causan enfermedad, sin embargo la A es la cepa más violenta del virus.
Esta última es la responsable tanto de la gripe estacional común, como de la Influenza pandémica, como la Gripe española (1918), mientras que la variante B no causa pandemias.
Entre 1999 y 2000, nueve brotes de influenza A causaron muchas muertes en Inglaterra y Gales, comparados con los cuatro brotes de Influenza B.
La aprobación de Relenza para su distribución comercial en Estados Unidos se llevó a cabo en medio de una controversia, ya que en 1999 un comité de consejo de la FDA dio 13 votos -contra cuatro- para la NO aprobación del medicamento, debido a que había insuficiente información técnica sobre su eficacia y seguridad. Posteriormente fue aprobado ese mismo año.
Otro medicamento permitido en el protocolo es el oseltamivir es un profármaco antiviral selectivo contra el virus de la influenza.
Lo produce Roche bajo la marca Tamiflu. Su acción se basa en la inhibición de las neuraminidasas presentes en el virus de la gripe y también tiene un precio de 600 a 700 pesos.
Dichas neuraminidasas son las encargadas de liberar al virus de las células infectadas, y favorecer así su diseminación, estando éstas en el virión. Este compuesto es activo frente a las dos variedades del virus influenza, la A y la B. No modifica la respuesta inmunitaria y humoral contra el virus y otros antígenos no relacionados. Una vez administrado, el oseltamivir disminuye los síntomas de pacientes con la gripe adquirida recientemente y reduce la incidencia de los síntomas propios de una gripe confirmada, como las infecciones bacterianas: bronquitis, sinusitis y neumonía.
Se absorbe en su totalidad por vía oral, transformándose en el metabolito activo por acción de las esterazas intestinales y hepáticas. Se distribuye fácilmente, pudiéndose encontrar en los pulmones, la pituitaria nasal, el oído medio y la tráquea.
El máximo de concentración plasmática se da entre dos y tres horas tras su ingesta, siendo dicha concentración más de 20 veces superior a la de la prodroga, el oseltamivir. Se estima en un 75% la conversión del oseltamivir al metabolito activo, siendo la concentración proporcional a la dosis.
El metabolito activo no se sigue transformando y se expulsa con la orina (90%) y las heces.
Sus efectos secundarios principales son vómitos, insomnio, cefalea, náuseas y dolor abdominal. Con menor frecuencia, diarrea, congestión nasal, tos, vértigo, dolor de garganta, mareos y fatiga.
Este compuesto no tiene interacciones significativas con otros medicamentos, debido a su bajo nivel de afinidad con las proteínas plasmáticas. No interacciona con la cimetidina (no es sustrato del citocromo P-450) y puede administrarse junto a medicamentos comunes, como el paracetamol, ibuprofeno, ácido acetilsalicílico o la eritromicina sin verse su farmacocinética afectada
La conjunción de estos dos medicamentos y un adecuado trato en un hospital que incluye la ayuda respiratoria a través de un reparador artificial, tendrían costo del tratamiento de la influenza porcina de poco más de 2 mil pesos.