Quiénes somos | Cipriano Miraflores
Oaxaca, Oax. 14 de enero 2011 (Quadratín).- Mirsa Salas Ramos, de 24 años de edad, con domicilio en la agencia Constitución Mexicana del municipio de San Juan Mazatlán Mixe, tiene un embarazo de 33 semanas.
Una mañana comenzó a sentirse mal, por lo que de la unidad de salud básica de la agencia, tuvo que ser canalizada al hospital de María Lombardo, donde al complicarse su estado fue trasladada a otro nosocomio de primer nivel.
Mirsa presentó un cuadro de pre eclampsia-eclampsia, aunado al síndrome de Hellp, situación que ponía en riesgo su vida y la de su producto. Pero la llegada de un helicóptero para llevarla al Hospital General Doctor Aurelio Valdivieso, en la ciudad de Oaxaca, marcó la diferencia; hoy, la futura madre sonríe y agradece que el gobernador Gabino Cué haya cumplido con su ofrecimiento de poner en servicio una ambulancia aérea.
La jefa de la Unidad de Obstetricia del Hospital, Jenny Hernández Cuevas cuenta que el padecimiento de la paciente, también conocido como toxemia del embarazo, puede suceder a partir del quinto mes, y con más frecuencia durante el primer embarazo de una mujer.
Señala que este problema se reconoce por la hipertensión arterial, aumento de peso y proteínas en la orina; pero la eclampsia va más allá todavía, pues registra convulsiones lo que presenta reacciones más preocupantes para la mujer y el bebé que espera.
La especialista comenta que esta nueva estrategia que implementó Gabino Cué, de poner al servicio de la ciudadanía las unidades aéreas con que cuenta su administración, para movilizar a los pacientes que viven en comunidades retiradas hacia los principales hospitales de la entidad oaxaqueña puede significar, en definitiva, la diferencia entre la vida y la muerte.
De su lado, el subsecretario de la Secretaría de Salud, Maurilio Mayoral, relata que el problema de la mortalidad materna y perinatal es un problema de salud pública que en Oaxaca tiene particular importancia, toda vez que refleja los altos índices de marginación y bajos índices de desarrollo humano, que en conjunto provocan que en mujeres embarazadas sea un fenómeno de morbilidad y mortalidad.
Muestra su satisfacción porque en este caso se logró actuar a tiempo, y a través de una permanente comunicación con el doctor que estuvo atendiendo desde el inicio del embarazo, hasta su arribo al hospital, los cuidados evitaron afortunadamente complicaciones.
Laura Velasco Ramos, prima de Mirsa, agradeció al Gobierno del Estado, el servicio que de manera oportuna le brindaron a su familiar, ya que si se hubiera trasladado por vía terrestre, se habría tardado un promedio de 8 horas, atravesando caminos de terracería y en malas condiciones, lo cual tendría seguramente consecuencias lamentables.
Pero ahora Mirsa Salas reposa en medio de cuidados. Repasa mentalmente las semanas transcurridas de su gestación, cuenta las que faltan para el feliz momento de su parto, el alumbramiento que hará llegar a un nuevo habitante de la agencia Constitución Mexicana.