Seis años de impunidad: no hay #JusticiaParaSol
Con el permiso de los presentes.
Agradezco la invitación que hizo a mi persona la dirigencia estatal del PRD para participar en el Primer Foro de Discusión y Análisis que pretende promover la Refundación de este partido, deseando que la presente aportación, como la de otros participantes, no quede en términos declarativos. Las observaciones y críticas aquí vertidas por diversos representantes de sectores sociales deberán motivar a dirigentes y principales actores perredistas a desplazar la concepción de conjunto de expresiones sociales y recuperar el espíritu y cuerpo de partido político a través de una amplia formación académica, ideológica y política.
De antemano apelo a su tolerancia en los siguientes comentarios.
El 5 de mayo de 1989 se funda el PRD por los ex integrantes de la Corriente Democrática del PRI Cuauhtémoc Cárdenas, Porfirio Muñoz Ledo e Ifigenia Martínez, y por miembros de la histórica izquierda socialista mexicana como el caso de Heberto Castillo Martínez, ex fundador de los Partidos Mexicano de los Trabajadores y Socialista Unificado de México, así como promotor de la fusión de varios partidos de izquierda que dieron origen al Partido Mexicano Socialista, todos ellos conforman con el apoyo de otros partidos y movimientos sociales el Frente Democrático Nacional que en 1988 llevó a Cuauhtémoc Cárdenas a buscar la presidencia de la República Mexicana.
En un afán por no peder ese inmenso capital político-social captado en las elecciones de 1988, se conforma el PRD con el apoyo de organizaciones sociales como la Coalición Obrera, Campesina, Estudiantil del Istmo, la Central Independiente de Obreros Agrícolas y Campesinos, la Asamblea de Barrios de la Ciudad de México, la Unión de Colonias Populares, la Unión Popular Revolucionaria Emiliano Zapata, así como agrupamientos de activistas como la Asociación Cívica Nacional Revolucionaria, la Organización Revolucionaria Punto Crítico, la Organización de Izquierda Revolucionaria y el Movimiento al Socialismo.
A nivel nacional se concibe la existencia de 9 corrientes al interior del PRD que son: Movimiento por la Democracia, creado por Pablo Gómez Álvarez; Movimiento Cívico, fundado por Mario Saucedo y Jesús Humberto Zazueta; Red Izquierda Revolucionaria, de José Antonio Rueda y Pablo Franco; Unidad y Renovación, liderada por Armando Quintero; Nueva Izquierda, de Jesús Ortega y Jesús Zambrano; Izquierda Social, encabezada por Martí Batres; Izquierda Democrática Nacional, representada por Dolores Padierna en ausencia de René Bejarano; Alternativa Democrática Nacional, de Héctor Bautista López y Foro Nuevo Sol, dirigido por Amalia García.
El arribo de agrupaciones sociales al PRD derivó posteriormente en una guerra de tribus, cuyos dirigentes se apropiaron inmediatamente de la estructura perredista para de ahí saltar a los cargos de representación popular, mismos que les permiten una mayor interlocución con los diversos ámbitos de gobierno y, en consecuencia, construyen una amplia red de corrupción que les permite una vida de comodidad.
Los actores perredistas asumen el papel de dirigentes de partido solo cuando participan en procesos electorales constitucionales, esto para preservar sus espacios de representación y mantener interlocución con las esferas del poder, no así en los casos de procesos internos que registra el instituto político y menos en los compromisos que supuestamente adquieren con la sociedad en época de campañas, en donde la línea política, el programa, los estatutos y la declaración de principios del Partido de la Revolución Democrática son pisoteados.
Este primer Foro de Discusión y Análisis nos muestra por enésima ocasión la incongruencia y falta de espíritu de partido que impera en la mayor parte de dirigentes del PRD, ya que por un lado el Presidente del Comité Ejecutivo Estatal, Amador Jara Cruz y el secretario Técnico de la Comisión Nacional de la Reforma, Pasiano Roberto Can, promueven en corto tiempo el desarrollo de esta actividad y por el otro, el secretario general del comité ejecutivo y el presidente del Consejo Político Estatal, Lenin López y Rosendo Serrano, califican este Foro como una simulación.
La actual dirección estatal del PRD registra una de sus mayores fracturas, por una parte se ubica el secretariado que encabeza el también dirigente de la Unión Campesina Democrática, Amador Jara Cruz y por la otra, la expresión de Nueva Izquierda que representan en Oaxaca Rosendo Serrano y Lenin López, ambos grupos se descalifican, se acusan mutuamente de estar vinculados al Gobierno del Estado, de entorpecer el proceso para conformar la coalición opositora de cara al 2010, lo cierto es que para la ciudadanía está claro que todos los caminos de los dirigentes perredistas llegan al Gobierno del Estado.
En 1999, en este mismo hotel que hoy es escenario del Foro de Discusión y Análisis, un grupo de reporteros fuimos testigos del enfrentamiento violento que protagonizaron las expresiones de la COCEI y UCD, al interior del inmueble, entre golpes y gritos, Genaro Santana Colmenares tomaba protesta como presidente estatal del PRD, con apoyo del ex dirigente de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca, Flavio Sosa Villavicencio, quienes un año después estarían levantando el brazo en señal de triunfo al entonces candidato del PAN a la Presidencia de la República, Vicente Fox Quesada.
Los vicios que caracterizan al PRI y que históricamente fueron cuestionados por dirigentes de izquierda, como el nepotismo, finalmente se reprodujeron como clones en el PRD, ejemplos los hay de sobra en Oaxaca: Daniel López Nelio (q.e.p.d), heredó espacios de poder a sus hijos Lenin y Pavel López, así como a su sobrino, Jesús Romero López; los hermanos Rosendo y Félix Serrano Toledo se turnan cada trienio para asumir cargos de representación popular, a cuyo esquema recientemente ingresó la hija del primero en referencia; Raymundo Carmona Laredo impone a su hija como diputada federal por la vía plurinominal y si hay oportunidad se da tiempo para contender por la presidencia municipal de San Pedro Pochutla, la diputación local y hasta por la Senaduría, de la que hoy es suplente.
La UCD no escapa a estas observaciones, tiene en Otilia Galindo una de sus mayores creaciones, quien en 2001 asumió la diputación local por recomendación de Salomón Jara, hermano del hoy presidente estatal del PRD, esto luego del asesinato del candidato perredista, Fidel Mejía Bautista, cuya viuda espera aún justicia por parte del Gobierno del Estado. Cabe agregar que Otilia Galindo es hoy en Oaxaca la comisionada política nacional del Partido del Trabajo.
Otro ejemplo de nepotismo es el del presidente municipal de San Juan Guichicovi, Raynel Ramírez Mijangos, quien asume esta representación por segunda ocasión, luego de haber transitado como miembro de la LVII Legislatura Local, cuyo poder de influencia al interior de la estructura estatal del PRD le permitió colocar a su esposa, Francisca Pineda Vera, en calidad de diputada local.
Desde la década de los noventas, la COCEI y UCD han incurrido en fuertes disputas por el control de la dirección estatal del PRD, como la protagonizada por Rufino Rodríguez y Salomón Jara, cuya elección fue anulada para dar paso, como suele suceder en cada proceso interno perredista, a un acuerdo político que permitió el arribo de Saúl Vicente y Sara Brena Jiménez, en calidad de presidente y secretaria general del partido del Sol Azteca. Por aquellos años, el poder del entonces Senador Héctor Sánchez López le permitió encumbrar en posiciones a su incondicional Oscar Cruz López y posteriormente a Guadalupe Rodríguez. El ex candidato del PRD al Gobierno del Estado, Sánchez López, derivó en un político decadente y al servicio de Ulises Ruiz Ortiz.
Quienes conformamos la generación de los setentas concebimos a la izquierda como la lucha por el bienestar colectivo, por la igualdad ante la ley, sin distinción de género, raza, religión, nivel económico o educativo, entendimos que uno de sus principales objetivos es el de luchar por la derechos universales como el acceso a la información, educación, salud, alimentación y vivienda.
En lo personal me quedan claros seis principios de la izquierda: la equidad, entendiéndola como el derecho que todos tenemos al bienestar; el respeto al derecho ajeno, el respeto a la libertad de pensamiento y pluralidad, el respeto al medio ambiente, vocación y profesionalismo, así como el establecimiento de la legalidad.
Filósofos como Montesquieu, René Descartes, Juan Jacobo Rousseau, Voltaire, Charles Dickens, Hegel y Schopenhauer pugnaron por crear un mundo mejor sustentado en una sociedad en la que reinara la sabiduría y la bondad.
Hoy a los dirigentes del PRD se les han olvidado los citados principios, pese a que forman parte de la columna vertebral de este instituto político, producto de la falta de una escuela de cuadros que promueva la formación académica, ideológica y política. La escasa producción de actores con capacidad de raciocinio ha complicado el desarrollo institucional del partido, lo que genera el estancamiento partidista y el reposicionamiento de las fuerzas sociales (tribus), que conciben al partido como una agencia de colocaciones o instrumento de interlocución con el poder.
Por lo que respecta a los principios del PRD estos prácticamente representan letra muerta para sus dirigentes, así mientras el partido propone el ejercicio del poder basado en la decisión de la ciudadanía y la libre organización de la sociedad, así como conducir sus actividades por medios pacíficos y democráticos, sus principales actores impiden el triunfo de la voluntad popular en cada proceso interno y anteponen los acuerdos políticos y simulan la apertura de espacios a propuestas ciudadanas.
El PRD en sus principios se identifica y solidariza con la lucha social, sin embargo durante el conflicto político-social de 2006, su dirección estatal dio cobijo en calidad de secretario general a Humberto Alcalá Betanzos, cuyo personaje impulso una guerra sucia en contra de la Sección 22 del SNTE y posteriormente, la creación de la espuria Sección 59; en este mismo contexto, el entonces diputado local, Lenin López, desapegado a estos principios, solicitó la intervención de las fuerzas federales para reprimir al movimiento social y magisterial.
El PRD hace mucho tiempo que dejó de aportar su esfuerzo en la conquista y reivindicación de las aspiraciones legítimas de quienes sufren pobreza, explotación, agresión, injusticia y discriminación, como sucede con el pueblo de Oaxaca, en donde más de 250 municipios registran niveles de extrema pobreza, cuya situación contrasta con el modo de vida de diputados, presidentes municipales y senadores emanados de la filas perredistas.
De no ser por la voz del magisterio oaxaqueño o de agrupaciones sociales independientes, muchos abusos y excesos cometidos en contra de comunidades no serían denunciados, ahí están los casos del proyecto de la presa Paso de la Reyna, el saqueo de minas en el Valle de Ocotlán, el Parque Eólico de la Venta, la bursatilización de la deuda, la criminalización de la protesta social, el vínculo de la delincuencia organizada con el PRI estatal, autoridades municipales y funcionarios de corporaciones policiales, el tráfico de la obra pública, asesinatos políticos y secuestros, en cuyos temas el PRD poco o casi nada ha protestado.
A 20 años de su creación, el PRD como conjunto de expresiones sociales, que no partido político, ha fracasado en su intento por ser un instrumento al servicio de la sociedad, pese a que en sus principios se plantea la construcción de una nueva cultura política fundada en la democracia, el debate de las ideas, la autogestión ciudadana y la solidaridad; la alternativa de hacer política que ofreció el movimiento perredista terminó por ser una copia del viejo régimen en donde impera la alcahuetería, la utilización de la gente y el uso del poder para beneficio propio.
Estamos de acuerdo en que el Estado democrático y social debe garantizar las libertades plenas del ciudadano y propiciar condiciones para un nuevo modelo de desarrollo económico, en donde se suprima la explotación y se fomente la participación pública, social y privada sobre los medios de producción, y así lo refiere el PRD en su programa de trabajo emanado del Congreso Nacional que se efectuó en Morelia, Michoacán, conformado por 62 temas que representan el espectro político, social y económico de México.
Sin embargo, insisto en que la declaración de principios, línea política, programa y estatutos del PRD son letra muerta para sus dirigentes, más que promover y dirigir actividades de carácter refundacional al instituto político, se requiere el respeto de los actores a estos planteamientos, urge cambio de actitud, voluntad política, vocación de servicio y disposición para la formación académica e ideológica en toda la estructura perredista para alcanzar madurez política y concretar el tan ansiado cuerpo de partido político.
Quiero hacer mención respecto a las reformas que contiene el paquete fiscal que ayer por la tarde fue presentado por el secretario de Hacienda y Crédito Público, Agustín Carstens, cuyos planteamientos prácticamente se concentran en afectar mayormente la economía del grueso de la población, no así en el caso de los grandes evasores fiscales de los cuales tenemos ejemplos en Oaxaca portando disfraces de filántropos, promotores del deporte y el espectáculo.
Las reformas fiscales planteadas por el Gobierno Federal de Felipe Calderón, serán analizadas por la Cámara Baja del Congreso de la Unión, este acontecimiento pondrá nuevamente a prueba la congruencia, honestidad y vocación de los dirigentes y actores principales del PRD, hasta dónde realmente harán valer el reclamo social o nuevamente dejarán que el pueblo de México pague los platos rotos de las ineficientes políticas en materia de empleo, seguridad pública e inversión aplicadas por el Presidente de la República.
En el próximo año, en Oaxaca se desarrollarán las elecciones para gobernador, diputados locales y concejales, actualmente los Consejos Políticos Estatales del PAN y PRD han dado luz verde para ir en coalición con otros institutos políticos para derrocar al PRI, sin embargo, me queda la curiosidad por ver en este escenario político el posicionamiento de un PRD que a nivel nacional cuestiona el modelo económico que aplica el Gobierno Federal que encabeza Calderón Hinojosa, y que en el contexto estatal impulsa una alianza con el PAN.
Nuevamente el conflicto de las ideologías se hace presente, al menos para los soñadores y los defensores de la esperanza, y es que desde hace más de 30 años comprendimos que la diferencia entre la izquierda y derecha radica en el principio de igualdad en su contexto socioeconómico o de distribución de riqueza y bienestar.
Muchas Gracias.
Ponencia de Gildardo Mota.
Director de Contrapoder Oaxaca
Primer Foro de Discusión y Análisis para la Refundación del PRD