Víctor Terán / El irresponsable gobernador del cambio que no fue

“Cuando la injusticia se convierte en ley… la resistencia se convierte en deber”. Thomas Jefferson.
Oaxaca, Oax. 07 de febrero de 2013 (Quadratín).- Irresponsable y pendenciero resultó el “gobernador del cambio” Gabino Cue, al calificar de ”grupitos que se la pasan bebiendo”, a los opositores a la construcción del parque eólico en la Barra Santa Teresa.
Asumido el gobierno del estado como tutor de la empresa Mareña Renovables, de manera automática se descalifica para ser mediador en el conflicto.
Qué bueno que de la propia boca del gobernador haya salido la posición de su gobierno a favor de los empresarios, misma que los opositores han sufrido mediante amenazas de muerte, persecución, encarcelamientos y represión de esbirros locales y policías estatales. Ahora los pueblos que se oponen a este parque eólico saben ya que no cuentan con su gobernador para defender sus tierras; un gobernador electo con muchas esperanzas de cambio por la larguísima noche de bandidos priístas que vivió y, por lo visto, sigue viviendo Oaxaca.
Los señores del gobierno y del sector privado, deben entender que los opositores no están en contra del desarrollo del Istmo, están en contra de que les quiten la Barra de Santa Teresa, que ha sido su fuente alimenticia en tiempos de crisis, como los actuales, puesto que los zumbidos de los 102 aerogeneradores que pretenden instalar en el lugar, deshabitarán de vida pesquera y natural este lugar sagrado para los zapotecos y huaves.
¿Cómo pueden creer los habitantes de la zona de conflicto, que el gobierno y Mareña Renovables, buscan el bienestar de la sociedad y el desarrollo del Istmo, cuando ven a diario los escasos beneficios y los muchos prejuicios que generan las empresas eólicas ya instaladas?
La verdad es que los proyectos eólicos en sí no representan el desarrollo de la región, lograrían ser un detonador del desarrollo industrial, agropecuario, ganadero, pesquero y de servicios de la región, si asumieran una posición honesta, franca y justa de negociación y contratación con los propietarios de terrenos y pueblos de la región. Por desgracia, en las condiciones actuales de los convenios leoninos, son más los prejuicios que los beneficios para los habitantes del Istmo y muy pronto las inconformidades desatarán una ola de confrontaciones violentas en la región.
La empresa Mareña Renovables y el gobierno, han repartido muchísimo dinero a autoridades y líderes corruptos de la región para legalizar su pretensión de apoderarse de la Barra Santa Teresa, la más reciente farsa fue acarrear mercenarios violentos para sustituir y constituir la asamblea de comuneros de San Dionisio del Mar y declarar la aceptación del proyecto. Con qué ligereza miente el gobernador cuando declara que
“La mayoría de la población ya aceptó la obra” y que el parque eólico traerá empleos, cuando hemos visto que ocupan la mano de obra de los vecinos en los primeros meses para realizar la obra pesada y luego mandan a traer a sus compatriotas extranjeros para los trabajos posteriores.
Es lamentable la subordinación de nuestras autoridades estatales y federales al capital privado trasnacional, que con engaños y por la vía de la fuerza, la corrupción y del manipuleo del PRI y algunos dirigentes Coceístas, pretenden apoderarse del patrimonio territorial de las naciones indígenas del Istmo Oaxaqueño.
Hoy, todo el poder del estado se enfilará para destrabar los impedimentos legales y someter a los opositores para favorecer a Mareña renovables. ¿Los istmeños lo vamos a permitir?
La generación de energía limpia en el Istmo de Tehuantepec se volvió un negocio verdaderamente sucio, como dice don Carlos Beas Torres –el don es por la admiración que le tengo-, que enriquece a las empresas y a unos cuantos locales. Los istmeños debemos estar preparados y organizados para repeler la embestida del “gobierno del cambio”, coludido con los empresarios y líderes venales locales. Salida inmediata de la empresa española Mareña Renovables de la Barra Santa Teresa.
Guidxi Guie’quichi’, Lulá’, gadxe gubidxa lu beeu biropa, iza 2013.