Víctor Terán / Los óleos figurativos de Manuel Hernández Rincón

JUCHITÁN, Oax. 28 de diciembre de 2013 (Quadratín).-Ca xtie’ ladxiduá’ –Colores del alma, es la exposición, que Rincón (Manuel Hernández Rincón), joven pintor juchiteco, presenta este lunes 30 de diciembre a las 18:00 horas en la Casa de la Cultura de esta Heroica ciudad de Juchitán de Zaragoza, Oaxaca.

Es una espléndida selección de obras iniciales y recientes, que pertenecen a series no concluidas, que el pintor trabaja con esforzada paciencia, acumulando sentidos, colores, humores, imágenes de su cultura binnizá y experiencias como autodidacta y cercanía con los pintores locales.

Esta es su primera exposición individual después de haber participado en varias colectivas, la más reciente es la Exposición colectiva “Autorretratos” realizada en noviembre de este año en la UABJO.

Y me atrevo a escribir estas líneas porque admiro a este singular personaje por dos razones, la primera, porque es un joven de 28 años que ha logrado alcanzar su formación académica como Ingeniero industrial, gracias a la pintura: a los diez años gana un concurso regional del IFE (Instituto Federal Electoral) representando a su escuela Primaria “José Vasconcelos” con el cuadro: “Mitin de la COCEI”, a partir del cual se da cuenta de su habilidad como dibujante y pintor, que aprovecha para ganar dinero, vendiendo pequeños formatos a sus vecinos y parientes, recursos que le facilita sus estudios, dado que sus padres son de trabajos ocasionales, el padre, carpintero y la madre, costurera; de este periodo inicial recuerdo una obra impresionante por su realismo y color: Los caballos, un óleo en tela, en formato de 210 y 120 centímetros que representa a seis caballos blancos saliendo impetuosamente del mar, azuzados por el bufido del dios Eolo, que a la vez es un caballo.

La segunda razón es su extraordinario y deslumbrante salto hacia la perfección de sus dibujos y pintura en sus obras más recientes, ustedes me darán la razón cuando observen los cuadros de la serie: Xcuidi ne jñaa – La madre y su niño, o el cuadro: Inalcanzable, o el Xquenda gubeedxe’ gui – El alma del guerrero, un óleo en tela de 180 X 130 cm., donde el pintor plasma con maestría un cuerpo humano musculoso en un ambiente crepuscular istmeño, por el charro 24 del personaje, las cinco ninfas con bidaani’ guie’ y las iguanas que lo intiman.

Tendremos, entonces, en esta primera exposición individual de este ejemplar joven artista juchiteco, la oportunidad de conocer y dialogar con su manera de expresar su mundo en los 15 óleos en tela que presenta, con temas de la vida cotidiana, un mundo fiel a los colores, al paisaje y cultura de los binnizá del Istmo oaxaqueño.

Manuel Hernández Rincón, camina en la plástica oaxaqueña con pasos mesurados, pero potentes; su dominio de la pintura al óleo, es decir, su conocimiento de la teoría del color y de la composición pictórica, y del dibujo, con el que retrata su cotidianidad imágenes aparentemente sosegados de personas y animales y paisajes, inquietan y avivan los ojos del espectador sensible, y provocan su razón con historias reales y fantásticas que llenan el corazón de fiesta, sueños y esperanzas.

Viendo los óleos de Ca xtie’ ladxiduá’ – Colores del alma, estoy seguro que más de tres asistentes asegurarán conmigo que Manuel Hernández Rincón tendrá un gran futuro en la plástica oaxaqueña, y que su bandera bate ya felizmente en la batalla por lo nuestro: la defensa y desarrollo de la cultura binnizá.

Víctor Terán,

Guidxiguie’, Lulá’,

gande ne xhono gubidxa

lu beeu riluxe iza 2013.